El traslado en automóvil
Por Miguel Carrillo Bascary
El presidente electo de
Argentina, Javier Milei, se caracteriza
por no contar con experiencia como funcionario del Estado, tampoco como
miembro de alguna importante corporación económica, posiblemente esto sea una
de las notas divergentes que le ganaron el favor de sus electores en una
realidad política que se caracteriza por las largas trayectorias en el gobierno
y la lejanía de los funcionarios de sus mandantes. La mayoría de los más cercanos
colaboradores de Milei coinciden en esto.
En el día de la fecha,
primera jornada hábil posterior a su sólido triunfo electoral, se pudo ver que el
Presidente electo subió al automóvil y ocupó
el sitio del acompañante, en el asiento delantero. Esto fue toda una sorpresa para quienes se desempeñan en
el ámbito del Protocolo, el Ceremonial y la Seguridad Personal, ya que el
posicionamiento de los sujetos VIP no se corresponde con lo visto.
Todos los manuales de esas
especialidades señalan que las primeras
figuras deben ubicarse en el asiento trasero, sobre la izquierda del rodado.
Hay varios factores que así lo determinan:
- Todos los estudios accidentológicos consignan que el asiento del acompañante del conductor es el lugar de mayor peligro en el caso de una colisión, sobre esto sería ocioso abundar. Valga como referencia que la normativa indica que los menores de edad deben viajar en el asiento trasero.
- De ocurrir un impacto, al dispararse las air bags no es poco frecuente que éstas preserven la vida del acompañante, pero también es factible que le causen otro tipo de lesión, algunas no desprovistas de gravedad.
- La posición de acompañante también es la más expuesta en el caso de un atentado, ya que el transportado
queda expuesto en su cabeza y la mayor parte de su tórax.
- El ocupar la ubicación trasera izquierda reduce el lapso de exposición entre que la persona egresa de un edificio hasta la relativa protección del automóvil.
- Las estadísticas también indican que este lugar es el más seguro en caso de un accidente vial, lo cual es un dato objetivo ampliamente corroborado.
- Ante un hipotético disparo de arma de fuego la posición trasera permite que la eventual víctima se recueste hacia el centro del asiento, con lo que se reduce la exposición de su cuerpo que quedará parcialmente oculto por el respaldo delantero y por el mismo cuerpo de quien se desempeña como acompañante del conductor, dramáticamente.
- Además, el parante que separa ambas puertas contribuye a proteger a quien se transporta atrás.
Así las cosas, un mínimo de responsabilidad demanda que inmediatamente
se arbitren los dispositivos y protocolos de seguridad inherentes a proteger la
alta magistratura del Presidente electo. Lo dicho resulta extensivo a sus
noveles colaboradores.
Adenda
Para “espanto” de quienes
se ocupan de la seguridad personal, en el trayecto que siguió el móvil del Presidente
electo se pudo constatar que, en una breve detención, se lo vio descender del
rodado para saludar a unos niños que lo reconocieron desde un transporte
escolar y que lo saludaban cálidamente. El deseo de corresponder a estas demostraciones es muy loable y expresa una
llaneza significativa del neofuncionario, que refresca la realidad política nacional
y que lo muestra con una espontaneidad de maneras realmente republicanas.
En lo personal, felicito al Señor Milei por su delicadeza.
Sin embargo, los
encargados de su custodia merecen reproche. Apenas ha pasado un año que a la actual Vicepresidente de la Nación le
gatillaron un arma de fuego a pocos centímetros de su cara, cuando
supuestamente estaba rodeada de su custodia personal y de cientos de sus
adictos.
En definitiva, son lecciones que deben capitalizarse.
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