2 de octubre, día de los ángeles custodios
Imagen alegórica del Angel Custodio de la Argentina
Por Miguel Carrillo Bascary
La existencia de seres espirituales, a los que la
Biblia llama “ángeles” (enviados, mensajeros), es una verdad de fe definida por
la Iglesia (CIC[2], capítulo 1º, 1 y 328), en
lo que concuerdan también el judaísmo, otras confesiones cristianas y los
musulmanes. Como lo señaló San Agustín (CIC, 329) su nombre deriva de la
función que desempeñan, no su naturaleza. El término hebreo de malaj (ángel) se corresponde, justamente
al trabajo o función de llevar un mensaje.
Los ángeles son personas puramente espirituales,
creados pero inmortales, dotados de inteligencia, voluntad y poderes
específicos. Colaboran con Dios en la obra salvífica del género humano.
Las enseñanzas de la Iglesia exponen que cada ser
humano cuenta con un ángel que lo protege y ayuda en su camino, con pleno
respeto de la su libertad de decisión respecto de sus acciones en la vida. Es
aquel a quien llamamos “Ángel de la Guardia”. A partir de la Biblia también se
afirma que cada pueblo cuenta con un ángel tutelar, por ende, puede decirse que
Argentina lo posee, ¡aunque buen trabajo le debemos dar! El ángel de la guardia de la Iglesia Católica es San Miguel.
En 1670, el papa Clemente X[3]
fijó formalmente al 2 de octubre como “Día de los Santos Ángeles de la
Guarda o Custodios”. El papa Francisco dijo[4] sobre los ángeles de la guarda que "no
es una doctrina fantasiosa, sino un compañero que Dios nos puso al lado en el
camino de nuestra vida”.
Cabe señalar que a los ángeles no se los “adora”, se
los venera como seres santos que por su cercanía a Dios pueden impetrar ante él
en nuestro nombre. Como personas libres es obvio que los humanos no pueden
obligarlos a un hacer o a no hacer, a consecuencia de rituales ni por otros medios. Nos
hablan en la conciencia inspirándonos a hacer el bien y a evitar el mal, en
ocasiones nos anotician sobre los designios de Dios para ilustrar nuestras
decisiones de vida.
El arte representa a los ángeles como seres de luz,
brillantes o vestidos de centellantes ropajes, de aspecto acorde a los tipos de
belleza propios de cada cultura. En consecuencia, también se los encuentra como
elementos heráldicos y constan en algunas banderas. Por supuesto que estas
imágenes no se corresponden con su naturaleza inmaterial, aunque en la Biblia
hay referencias concretas de que en ocasiones se manifiesta a nuestros sentidos
para que podamos percibirlos. Por ende, no tienen alas, ni tampoco sexo, ni
usan largas vestiduras.
Una antigua oración al ángel de la guarda que se
enseña a los niños dice así:
“Ángel de mi
guarda/, dulce compañía/, no me desampares/, ni de noche ni de día/. Hasta que
me pongas/ en los brazos de Jesús/, José y María”.
Hay otra oración, menos poética quizás, pero breve y
profunda:
“Ángel de
la guarda/, que me puso Dios con todo su amor/, alúmbrame, cuídame y ayúdame/ a
seguir los pasos de Cristo hasta la hora de mi muerte/ Amén”.
Finalmente les comparto una oración al Ángel de la guarda de Argentina que podemos rezar en vez que quejarnos inútilmente por las
duras realidades que afrontamos como pueblo cada día:
“Dios omnipotente que destinaste a cada pueblo un ángel de la guarda, concede por
intercesión y patrocinio del Ángel de la Argentina, que seamos librados de las
adversidades para construir una vida justa y plena que acerque a su pueblo
hacia vos. Por Nuestro Señor Jesucristo, amén.”
Notas:
[1] Referencias: Autor anónimo. La túnica y el manto blanca y azul referencian a la bandera argentina y a la vestimenta de Ntra. Señora de Luján, patrona de nuestro país, también se observa nuestra Enseña sobre el fondo de la figura, enmarcándola. Lo reafirma la invocación mariana que obra en el cuello (Ave María). La Santa Trinidad se expresa en el Espíritu Santo, sobre la cabeza del Ángel, la mano de Dios Padre y el corazón traspasado del Hijo, unidos por la luz de la gracia que se comunica al hombre representado por un humilde pajarito y que cae en forma de gotas de sangre sobre la representación física de nuestro país. El Ángel muestra una flor, ciñe una cruz por espada, que pende de un cíngulo (soga), insignia del de servicio. la actitud tutelar del Ángel se expresa sobre un paisaje de montes y campos, entre algunas construcciones se observa la Catedral de Luján, un barco a vela que representaría a la Iglesia argentina, y las cataratas del Iguazú. Un arco iris, símbolo de la paz vincula ambos sectores. La frase "Te deum laudamos" remite a la oración con que el pueblo agradeció a Dios en diversas circunstancias históricas
[2] Catecismo de la Iglesia Católica: https://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p1s2c1p5_sp.html#I%20Los%20%C3%A1ngeles
[3] Nacido en Italia, el 29 de abril de 1670 y fallecido el 22 de julio de 1676, quien en vida canonizó a Santa Rosa de Lima, primera santa americana (1671).
[4] Homilía del 7 de octubre de 2014.
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