jueves, 7 de mayo de 2020

La “otra” bandera de Jesucristo

Un interesante ejercicio de Vexilología y Heráldica


Las armas heráldicas atribuidas a Jesucristo (“Arma Christi”)

 Por Miguel Carrillo Bascary
 Antecedentes

En varias entradas anteriores1 me explayé sobre “la bandera de Cristo Resucitado”, aquella con las que el Arte de distintas épocas le atribuyeron mostrar como testimonio de victoria en el momento de vencer a la muerte. La composición está muy bellamente lograda; expresa una estabilidad notable en la figura del Cordero; lo que se resuelve en el dinamismo que resulta de la posición de la cruz y del vexilo ondeante. Cromáticamente es impecable y la representación aparece plena, abarcando todo el paño; si bien el Cordero delineado "al natural" no cuadra al gusto actual.   

Resumiendo, diversos artistas nos lo presentan sosteniendo banderolas blancas con una cruz roja (la mayoría) o bien, a la inversa; a las que pueden sumarse otras representaciones que le asignan diversos colores como el dorado; el verde y alguno más. También hay imágenes donde el paño lleva el Crismón constantiniano y algún otro elemento.
En entradas recientes me detuve para analizar2 los vexilos con que se representa al Agnus Dei.

El comentario de hoy

Quisiera completar esta serie para exponerles sobre otra curiosa “bandera de Jesucristo”.

Les presento el curioso caso de una representación de Cristo caracterizado como un caballero medieval, extraída de un antiguo armorial (rollo de armas), una colección de escudos que se conserva en el “Real Colegio de Armas” de Inglaterra. La imagen que abre esta entrada fue elaborada entre 1447–1455 en Colonia (Alemania) y forma parte del “Hyghalmen Roll”.

Esta es la imagen monocroma (Harleian MS6163; Arma Christi)

Análisis de las imágenes

En ellas se representa a Jesucristo portando en un pendón feudal (calificativo que resulta de su pequeño formato y de su posición en una lanza) en forma de bandera donde su principal atributo es el Agnus Dei vertiendo su sangre en un cáliz de oro, mientras sostiene una cruz larga con terminal en oro, de la que cuelga un vexilo blanco de cruz roja. En la copia coloreada que abre esta entrada el paño feudal tiene forma un schwenkel rojo.

Comentando las dos primeras imágenes:

En el escudo, de típico formato inglés medieval, está pintado el paño o velo con que la Verónica limpió el rostro de Cristo durante su camino al Calvario. Su esmalte azur y el azul de la banderola son totalmente arbitrarios, pero podrían remitir al color de cielo. El esmalte de la cruz espigada en gules se corresponde con la del vexilo que sostiene el Agnus Dei.

En vez de armadura, Cristo viste una simple túnica blanca, que trasmite la idea de que su naturaleza divina no necesita protección en el combate contra el mal.

Esto nos hace volver sobre la razón del yelmo (en oro), la lanza y el escudo, para respondernos que en conjunto indican que los caballeros, lectores naturales de los documentos citados, deben identificarse con Nuestro Señor, “desde” su realidad de hombres de armas.

La compleja cimera agrupa a la Cruz con su “titulus”, los clavos y la corona de espinas; también el “flagelo” (látigo de 6 puntas) y el cetro de caña que pusieren en las divinas manos los soldados que lo torturaban como signo de afrenta a su confesión de ser Rey.

A manera de burelete, sobre el que apoya el elemento anterior, vemos un hábito talar, propio de monjes, por su color.

 
 (Harleian; MS 2169; Arma Christi)

En esta cuarta versión, se agregan otros símbolos y se cambian algunos.

En la bandera que se presenta cuartelada distinguimos de derecha a izquierda: el rostro de Pilatos, verbalizando; los dados, con los que los soldados romanos se jugaron el manto de Jesucristo; una mano sosteniendo un manojo de pelos, representando una de las torturas que se le infligieron y el rostro de Herodes.

En el escudo: las cinco llagas; tres bolsos, conteniendo cada uno 10 monedas de plata que recibió el traidor; dos varillas, con las que se flageló a Cristo y el rostro de Judas Iscariote.

También encontramos varias adiciones en la cimera: el gallo que cantó en la madrugada del Viernes Santo y que recordó a Pedro su claudicación; la columna del suplicio en el pretorio; la corona de espinas; la lanza de Longinos y una caña sosteniendo la esponja con que se ofreció vinagre al Salvador estando pendiente de la Cruz. Por lo demás la imagen es idéntica a las ya comentadas.

Otra ilustración, en donde se advierten sutiles diferencias: la forma del escudo; la representacióon en sable de la cruz en el blasón; la coloración gules de la túnica sobre el yelmo y la bordura en oro de la banderola y de la vestimenta de la figura.

Arma Christi; según J. Augustud Knapp
(para ilustrar "The Secret Teaching of All Ages" de Manly P. Hall)

El género heráldico

Estas Arma Christi son un buen ejemplo de lo que en Heráldica se llaman “armas atribuidas”; las que sus cultores asignaban a santos y personajes bíblicos; históricos; legendarios y hasta de la Antigüedad Clásica, tomando como referencia sus atributos reales o imaginarios. Este género surgió aproximadamente en la segunda mitad del siglo XII, con la divulgación de la saga del Rey Arturo.

Blasón del Rey Arturo (Harleian, MS2169)

Una representación moderna, con los colores tradicionales

En realidad, las "armas atribuidas" eran verdaderos ejercicios heráldicos, con los que se ilustraban tapices; armoriales; frisos y recintos; pero su difusión hizo confundir a los profanos y comentadores poco instruidos, que los creyeron verídicos.

En ciertos casos, los blasones atribuidos o al menos algunos de sus elementos, fueron incorporados a sus escudos de armas por aquellos que decían descender de los personajes del caso.

Nota:

1 .- Puede consultarse el material relacionado desde:

2.- Puede accederse a los aportes referidos al Agnus Dei en:



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