La ceremonia del 8 de mayo en Luján
Por Miguel
Carrillo Bascary
Como el título lo indica la ceremonia
desarrollada en la basílica de Luján en la fiesta de la Virgen María de
esta advocación alcanzó singular relieve y nos permitió apreciar cómo la
práctica de la disciplina debe tener la elasticidad necesaria para acompañar
circunstancias particulares, como la que atraviesan el mundo en esta pandemia.
No por nada la Iglesia Católica
tiene mil setecientos años de experiencia en ceremonias multitudinarias y
no digo dos mil ya que recién tuvo libertad de exteriorizar su culto cuando el
emperador Constantino le dio la libertad necesaria mediante el “Edicto de
Milán”, en el año 313.
Así lo manifestó el ceremonial
del Vaticano en ocasión de aquel histórico día del 28 de marzo del presente
año, en que el Papa Francisco resumió en su persona la pequeñez del género
humano cuando impartió la bendición Urbi et Orbi con motivo de la
pandemia: https://www.youtube.com/watch?v=IsPazPj5hW0. El tema dio lugar a un comentario
que volcamos en: http://banderasargentinas.blogspot.com/2020/04/la-foto-del-ano.html
Francisco ante la soledad de la plaza de San Pedro
El Papa Francisco bendice a la ciudad de Roma y al mundo
Para apreciar en su justa medida las
ricas facetas del acontecimiento desarrollado en Luján será preciso
hacer algunas observaciones previas y luego lo descompondremos en sus diversas
facetas.
A los ceremonialistas y
organizadores de eventos nos corresponde tener presente la experiencia y capitalizarla
en nuestros futuros compromisos profesionales.
El hecho convocante
Se trató de la fiesta de Ntra.
Señora de Luján desarrollada el 8 de mayo del año 2020, en la que la
Iglesia celebró esta manifestación de la Madre del Salvador y nuestra.
La advocación tiene una larga
tradición a partir de 1630, en que comenzó a venerarse una humilde
imagen de la Virgen María en la campaña ribereña al río Luján, hoy provincia de
Bs. Aires, plena llanura pampeana de Argentina. Su designación original fue la
de “Nuestra Señora de la Pura y Limpia del Río de Luján”, que el uso
popular abrevió como hoy se la conoce.
El negro Manuel, custodio de la imagen en sus
primeros tiempos,
en el rancho que sirvió de ermita
En el lugar de la providencial
manifestación mariana se construyó una sencilla ermita. Lentamente comenzó a
difundirse el carácter milagroso de la Virgen del lugar. Con los años se
construyó un oratorio; luego una capilla y más tarde evolucionó hasta
constituir el magnífico santuario que se dio por terminado en 1935,
aunque otros segmentos se completaron en fecha cercana a nosotros.
Primer
plano de la histórica imagen
Se trata de una pequeña imagen de
la Inmaculada Concepción (38 centímetros de alto) construida en terracota
que originalmente estuvo pintada, aunque los años hayan hecho desaparecer los
colores. María se nos presenta de pie, orante, recubierta de un manto. La
acción del tiempo hizo que comenzara a deshacerse, por lo que se la recubrió
parcialmente con plata. Para resaltar su volumen se le agregó una importante
aura; el 8 de mayo de 1887 recibió la corona pontificia que ratificó su culto
público.
Nuestra Señora de Luján despertó una
temprana adhesión de los fieles y sus prodigios suscitaron la admiración
general, llegando incluso a despertar la fe en numerosos agnósticos. El
desarrollo de los acontecimientos puede rastrearse en diversas publicaciones de
Internet a las que remitimos calurosamente.
Como síntesis puedo decirles que la historia de la
Virgen Lujanense tiene facetas asombrosas. En este sentido es referencia
fundamental la obra del padre Jorge Salvaire1, rector del santuario desde fines del
siglo XIX a quien se debe la iniciativa de construir el templo que hoy vemos.
La veneración consiguiente a los
numerosos milagros que se le atribuyen hizo que se transformara en patrona
espiritual de la República Argentina, pero también lo es del Uruguay y
del Paraguay, lo que indica su popularidad. También es patrona de las rutas
argentinas, lo que se motiva en que Luján fue posta obligada en el camino real
que vinculaba la ciudad de Bs. Aires con el interior del país. Diversas
instituciones también le reconocen patronazgo.
Cada año son millones los fieles
que concurren a rendirle amoroso tributo de amor a su Madre celestial.
Los interesados en conocer más
podrán ampliar sobre la historia del Santuario en: http://lujanargentina.com/turismoenlujan/basilica-de-lujan/#1461613728590-beebbbf3-9361
El templo
Aspecto
general del templo
Es uno de los principales de la
América del Sur, sus torres simétricas se elevan hasta los 100 metros de
altura. Sobre la Arquitectura del templo puede verse: http://lujanargentina.com/turismoenlujan/basilica-de-lujan/#arquitectura
El entorno está constituido
por la plaza “Belgrano” y una amplia avenida otorga perspectiva a la estructura.
En su cripta, llamada “Templo
de América”, que se consagró en 1980. Allí se emplazan altarcillos con las
imágenes de decenas de advocaciones veneradas en otras provincias de Argentina
y de todo el mundo, acompañadas por las banderas de las naciones a las que
representan.
¿Por qué el 8 de mayo?
Fue en 1886 cuando el santo Papa
León XIII instituyó a Ntra. Sra. de Luján con el patrocinio de Argentina,
Uruguay y Paraguay, señalando su fiesta el cuarto domingo después de Pascua.
Más tarde la fiesta se fijó el 8 de mayo.
La “cuarentena”
La pandemia que padecemos cambió
radicalmente el multitudinario ambiente de las celebraciones patronales.
La inmensa nave de la basílica se
vio desolada, concitando la participación de los sacerdotes afectados al
servicio; las presencias del titular del arzobispo de Mercedes Luján, monseñor Jorge
Scheinig (SDB) y del presidente del Episcopado argentino, monseñor Oscar
Ojeda, obispo de San Isidro; cuando lo habitual es que se den cita varios
mitrados llegados desde todos los puntos del país y hasta del exterior, a los
que suele sumarse el nuncio apostólico, embajador de la Santa Sede ante nuestro
país. Un pequeño número de colaboradores laicos prestó su imprescindible
concurso.
Las tres inmensas naves del
templo, que otrora recibían miles de peregrinos se observaron prácticamente
vacías, en acatamiento a la disposición gubernamental que solicitó a la Iglesia
suspender la concurrencia de fieles a sus templos.
La ceremonia
Tuvo las características litúrgicas
habituales con la particularidad de que en su transcurso se intercaló el
cambio del manto de la imagen (vestición). El ropaje se cambia cada año en
oportunidad de la fiesta. El que se retira se fracciona en unos 70.000
pedacitos que se entregan a los peregrinos adosados a una estampa de la Virgen.
En el sentir de los fieles este
sencillo procedimiento despertó profunda emoción que fue acompañada por las
palabras de monseñor Scheinig, quien hizo constar que en ese manto se resumía al
pueblo de todas las provincias del país representado por las banderas
que enmarcaban a la imagen sagrada; y también a los diversos grupos que
componen nuestra sociedad. Fue así que mencionó: a los enfermos y aislados; a
los sin trabajo y al personal sanitario; a los niños y ancianos; a los
servidores públicos y autoridades; a los creyentes y a los alejados; a los
pueblos originarios y a los trabajadores; a los uniformados y a los marginados;
etc.; etc. Puede verse su texto completo dede: http://www.aica.org/documentos-s-TW9ucy4gSm9yZ2UgRWR1YXJkbyBTY2hlaW5pZw==-8171
El
arzobispo Scheining, junto a la histórica imagen
Los concelebrantes estaban
recubiertos con despojadas casullas y estolas celestes, el color
tradicional con que se ha manifestado mayormente la Virgen María en sus
apariciones. Esta coloración es una excepción2 concedida por el Papa a las iglesias
de España; Filipinas y a las naciones de cultura hispánica, llamado “privilegio
español”, en virtud del sostenido apoyo que evidenciaron a lo largo de los
siglos en pro de la declaración como dogma de la Inmaculada Concepción de
María que se proclamó en 1854.
La trasmisión de la ceremonia
La Eucaristía (misa) se difundió a
través de diversos medios electrónicos. Es representativo de su
convocatoria que la trasmisión por el canal de streaming Santuario de Lujan
Media que a menos de 24 horas del acontecimiento acredita sumó 48.000
seguidores, muchos de los cuales generaban incesantes mensajes al chat que
corría vertiginosamente (https://www.youtube.com/watch?v=Q5YWp1mGABA con 190.000
visualizaciones);
otras fuentes incrementan el número de contactos; lo que redondea un total de 300.000
accesos; hasta el momento de ser computados para esta entrada, seguramente
se verá incrementado en diferido.
La Agencia AICA expresó al
respecto:
“La
transmisión de la misa se llevó a cabo por YouTube, Facebook, por Canal Santa
María, Radio Junín y Radio Santa María, y fue posible gracias al trabajo
conjunto de la Pastoral de Comunicación del santuario y basílica de Nuestra
Señora de Luján; la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina; el
equipo de Comunicación del Arzobispado de Mercedes-Luján; anal Santa María y la
señal TeleRed3.
Análisis para ceremonialistas
Obviamente que el espacio
principal de la ceremonia, el centro del presbierio4 fue ocupado por el gran Altar Mayor
de la basílica, sobre el que se celebró la Eucaristía.
El gran retablo gótico que la
da marco, apenas si fue mostrado en el curso de la trasmisión; con esto se
señaló muy atinadamente que el centro de atención debía ser el altar y no su
complemento, por muy artístico que sea.
La sede destinada a los prelados
se colocó frente a la mesa del atar, presidiendo la asamblea. El resto de los
concelebrantes se dispuso por detrás y hacia los costados guardando
aproximadamente la distancia social aconsejada en la emergencia.
Ntra.
Sra. de Luján flanqueada por las banderas
A la derecha del altar,
segundo espacio en jerarquía, se ubicó el ambón desde donde se practican las
lecturas bíblicas; así está regulado en las prescripciones litúrgicas.
A la izquierda se instaló un dispositivo particular
destinado a singularizar tan especial ceremonia; por lo que me detendré
particularmente en esto.
El centro fue ocupado por la imagen
histórica de la Virgen, colocada sobre una peana; la flanqueaban dos cirios.
En un segundo plano, cediendo la
preminencia a la figura, se colocaron las banderas de ceremonia de Argentina
(a la derecha) y del Estado del Vaticano (a la izquierda); más atrás se
dispusieron las de provincias y la de Ciudad Autónoma de Bs. Aires, en
arcos superpuestos direccionados hacia la imagen.
En todos los casos se emplearon astas con moharras y pies acordes
a las pautas definidas por el Decreto Nº1650/ 10; acordes a las Normas
IRAM.
Cada una de las banderas se
mostraron armadas con expansores invisibles a la vista, de manera que
los paños pudieran ser mejor apreciados. Un detalle muy apropiado, sencillo y
conocido que, sin embargo, suele ser olvidado por algunos organizadores de
eventos.
Cabe observar tres desajustes
que pasaron desapercibidos entre el conjunto pero que no debería escapar al ojo
de los profesionales:
- La bandera de San Juan era
anacrónica; se empleó aquella que fue reemplazada por la que está vigente desde
diciembre de 20185.
- La corbata de la enseña de Jujuy,
la “Bandera Nacional de la Libertad Civil”, era de color azul oscuro y blanco
en tres franjas, como todavía puede verse en esa provincia pese a que en el año
1986 se dispuso que este elemento fuera idéntica al de la Bandera Nacional con
el agregado de las leyendas bordadas que “provincializan” el emblema6
- La bandera de Tucumán tampoco
llevaba la corbata que le asigna la reglamentación vigente; la usada carecía de
los bordados que la caracterizan: en el primer brazo debió constar el perfil de
la “Casa Histórica de la Independencia” y en el otro la imagen de la Virgen de
la Merced.
La colocación de las banderas no era acorde al
protocolo propio de la disciplina, pero esta faceta califica la ocasión como una de las circunstancias
que el pragmatismo resulto sumamente valioso.
Para apreciarlo hay que tener
presente que más allá de la importancia de la ceremonia para la que se
construyó este dispositivo no se trató
de un Te Deum en donde las formalidades de protocolo le
otorgan un carácter oficial.
En el caso el elemento central de
la fiesta era la Eucaristía, la presencia de la imagen y de las banderas
fue solo un complemento enriquecedor.
Como se dijo, Monseñor Scheinig fue
suficientemente explícito, en su intervención; hizo presente que las
banderas simbolizaban a todos los pueblos de las provincias congregados en
torno a su Patrona.
Fue así un natural agrupamiento
informal, como el que podría ocurrir en una fiesta familiar donde los hijos
se acercan a su madre sin guardar protocolo alguno. Ignoro si esta disposición
fue específicamente pensada o surgió en forma espontánea, pero sin dudas que su
imagen descontracturada fue acorde a la ocasión y al entorno solemne que no
vulneró para nada la significación del evento.
Es factible que si las banderas se
hubieran usado sin expansores pudieran haberse dispuesto en la forma puntillos
habitual, pero en este caso se hubieran visto con sus paños replegados sobre
las astas, sin permitir que se apreciara la variedad cromática del
conjunto.
Esta disposición, que escandalizarían
a los protocolistas de alta escuela hasta hace algunos años, es donde se
observa la evolución del Ceremonial, permitiendo que su práctica pueda
ajustarse a los tiempos actuales, tanto en espíritu como en forma.
El pragmatismo evidenciado expresa
con plena vitalidad que la disciplina ceremonial tiene una dinámica
propia que le permite acompañar los cambios culturales.
Fue todo un acierto expresar
la presencia de los pueblos que componen la Nación argentina por medio de sus
banderas, un ejemplo que cabría seguir en la preparación de los ambientes en
donde se desarrollen eventos de similar importancia.
Otro logro remarcable es el respeto
manifestado a la representación de los estados provinciales, en tanto que
las banderas cumplían con sus respectivas características legales, salvo la
excepción de San Juan, como se dijo antes.
Al respecto sería de buena práctica
que el gobierno de esa provincia tuviera la deferencia de remitir a la
Rectoría del Santuario un ejemplar de la bandera sanjuanina acorde a la
regulación vigente, con la mayor premura. Un gesto de sensibilidad similar cabría
a las autoridades de Jujuy y Tucumán, para que sus banderas disponibles
en Lujan cuenten con las corbatas que les corresponde.
La
histórica imagen y la “Bandera Nacional de la Libertad Civil”,
mostrada como emblema de la provincia de Jujuy
Concluyendo
En suma, que más allá de la
espiritualidad que comprometieron los más de 300.000 partícipes en tan
particular Eucaristía, fue una ceremonia única y lucida; acorde a las prácticas
litúrgicas; ambientada con sencillez; poco aparato; señalado acierto y sumo
buen gusto.
Notas
1.- SALVAIRE, J. “Historia de Nuestra
Señora de Lujan: su origen. su santuario. su villa. sus milagros y su culto”.
Imprenta de P. E. Coni. Bs. Aires, 1885. Volumen
1: https://books.google.com.ar/books?id=o-K7AAAAIAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false.
Volumen 2: https://books.google.com.ar/books?id=DuS7AAAAIAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false
2.-Punto 347 de la actual “Instrucción General del Misal Romano”.
3.-Trabajaron en la
comunicación el rector in-solidum de la basílica, presbítero Lucas García;
el responsable de Prensa del Episcopado, presbítero Máximo Jurcinovic; el
referente de Comunicación de la CEA, licenciado Gonzalo Moreira; el responsable
de comunicación del Arzobispado de Mercedes-Luján, Rodrigo Mónaco, y la
referente del equipo de Comunicación del Santuario, Candela Segura”. Fuente: http://www.aica.org/44305-la-virgen-de-lujan-recibio-en-su-dia-0-peregrinos.html?fbclid=IwAR17S6TnSJNS3nrX9C70oKRX9VszC8CcUHqVnsdqiZpnWk60nnQLAz_3LbA
4.- El presbiterio es el sector del templo en donde se encuentra instalado el altar, toma este nombre de la presencia de los celebrantes, todos ellos ordenados presbíteros, acompañados de los acólitos imprescindibles.
5.- Ley Nº 1880 F: https://www.digestosanjuan.gob.ar/Leyes/5884/LP-1880-F-2018.PDF la Ley Nº 1967 F:
que puede descargarse desde https://contenido.sanjuan.gob.ar/index.php?option=com_k2&view=item&id=7749:boletin-oficial-de-01-11-2019&Itemid=148
6.- Ley Nº 4816;
artículo 8º: http://boletinoficial.jujuy.gob.ar/?p=56230
Adenda: página del santuario: https://www.santuariodelujan.com.ar
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