viernes, 12 de junio de 2020

Acto de habilitación de un mástil nuevo

Una ceremonia muy emotiva
Respuesta a una consulta


Por Miguel Carrillo Bascary

Hay ocasiones destinadas a perpetuarse en la memoria de una comunidad educativa que merecen que se ejecuten en una ceremonia con las debidas formalidades.

La presente entrada se articula conforme a una consulta que se me hizo, como me pareció que podría interesar a otras personas , la trascribo 
 ya que la habilitación de un nuevo mástil no es frecuente.

El criterio sentado resulta aplicable a mástiles que se habiliten en parques, plazas y otros espacios.

Para circunstanciar el evento sintetizaré la información proporcionada.


Objetivo: la habilitación formal de un nuevo mástil en un establecimiento escolar; en donde también se descubrirá una placa alusiva y se recibirá una flamante bandera de izar.

Circunstancia temporal: acto con motivo del próximo “día de la Bandera”

Consideraciones

Queda entendido que son tres los elementos que recibe la comunidad; los que, están destinados a cumplir una función conjunta. Esta última condición es la clave del asunto, por tal motivo estimo que correspondería que el acto de corte de cintas, con que se simboliza el momento cumpla su función abarcando a los tres elementos, sin disociarlos.

Al respecto reconocemos en ellos una diferente jerarquía, que es lo que servirá de pauta para ordenar el desarrollo. Obviamente, la Bandera ocupará el primer rango; seguida del mástil y finalmente de la placa, que constituye un accesorio del anterior.

A los fines del protocolo respectivo corresponde habilitarlos en orden inverso; esto es: la placa; el mástil y la Bandera (siempre el invitado de honor es el último en ingresar al recinto de la recepción)

Agrega complejidad al caso consultado, que dos de estos elementos tienen su 
dinámica propia: la Bandera y el mástil, mientras que la placa es esencialmente estática.

El dinamismo de la Bandera corresponde a su función, que es la de ondear en el extremo del mástil; “ayudada” por el mástil.

Se podrá argumentar aquí, que el mástil también es estático, ya que se encuentra clavado en el solado, pero si se considera bien tiene su propio dinamismo ya que cuenta con un complemento natural, el que le da funcionalidad, cuál es la driza. Aclarando, un mástil sin la driza que permitirá el izado/arrío, no es mástil.

La placa votiva se supone enclavada en el pedestal del mástil, se encontrará recubierta por un lienzo, del que penden las cintillas que servirán para descubrirla en el momento oportuno, operación que estará a cargo de las autoridades pertinentes.

Un componente circunstancial, propio de la ceremonia de habilitación del conjunto, son las cintas; que, a su vez, se complementan con los dos tochos entre los que pende. Según es tradicional estas se coloca cerrando el espacio que se va habilitar, aislándolo de los participantes, a manera de una inexistente puerta.

Análisis del desarrollo

Con los participantes posicionados en el patio del establecimiento, el maestro de ceremonia presenta la actividad a la comunidad educativa.

Por corresponder, seguidamente se da entrada a la Bandera nacional de ceremonia que se posiciona a la derecha del mástil. La misma es seguida por la enseña provincial y la del establecimiento, si es que se dispone de ellas. Para llegar a esa posición, los abanderados y escoltas deberán bordear la línea que conforma las cintas y tochos.

Seguidamente, el maestro de ceremonia anuncia que hará su ingreso la nueva Bandera. Atento que en la consulta se me informa que tiene grandes dimensiones, se presentará desplegada, de manera que el lado da la vaina abra la marcha. Irá portada por algunos niños sosteniéndolas por sus lados; se evitará colocar portadores en el borde formado por la vaina del paño.

También ellos bordearán las cintas y luego se endrizará el paño; de tal forma que el lado del vuelo permanezca transitoriamente sostenido por los últimos portadores, quienes deberán ser muy cuidadosos para que no toque el piso.

Culminados estos preparativos, el maestro de ceremonia anunciará que se descubrirá la placa que recuerda la ocasión y brindará la información complementaria. Si está previsto, la autoridad pertinente se referirá al hecho.

Ahora será el momento en se habilitarán los elementos, significado en el mal llamado “corte de cintas” que, conforme a la moderna tendencia implicará que la más alta autoridad presente o invitado especial desarme el moño de las mismas. En este punto, el personal auxiliar debe estar atento para evitar que las cintillas caigan sobre el piso; al mismo tiempo retirarán los tochos pues ya habrán cumplido su función, con lo que se despejará el punto de atención de los espectadores.

Acto seguido procederá el descubrimiento de la placa y, finalmente corresponderá el izamiento de la Bandera recibida, con las formalidades de práctica.

Concluyendo

De esta forma queda cumplida la secuencia jerárquica explicada, correspondiendo el primer momento a la placa y el segundo al mástil y a la Bandera, en conjunto, aunque esta última se jerarquizará en forma superlativa cuando llegue a tope y quede franco su ondear con la brisa.

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