Respuesta a una consulta
Por Miguel Carrillo Bascary
Hay ocasiones destinadas a perpetuarse
en la memoria de una comunidad educativa que merecen que se ejecuten en una ceremonia
con las debidas formalidades.
La presente entrada se articula conforme
a una consulta que se me hizo, como me pareció que podría interesar a otras personas , la trascribo
ya que la habilitación de un nuevo mástil no es frecuente.
ya que la habilitación de un nuevo mástil no es frecuente.
El criterio sentado resulta aplicable a
mástiles que se habiliten en parques, plazas y otros espacios.
Para circunstanciar el evento sintetizaré
la información proporcionada.
Objetivo: la habilitación formal de un nuevo mástil en un establecimiento
escolar; en donde también se descubrirá una placa alusiva y se recibirá una flamante
bandera de izar.
Circunstancia
temporal: acto con motivo del próximo “día
de la Bandera”
Consideraciones
Queda entendido que son tres los
elementos que recibe la comunidad; los que, están destinados a cumplir una
función conjunta. Esta última condición es la clave del asunto, por tal motivo
estimo que correspondería que el acto de corte de cintas, con que se simboliza
el momento cumpla su función abarcando a los tres elementos, sin disociarlos.
Al respecto reconocemos en ellos una
diferente jerarquía, que es lo que servirá de pauta para ordenar el desarrollo.
Obviamente, la Bandera ocupará el primer rango; seguida del mástil y finalmente
de la placa, que constituye un accesorio del anterior.
A los fines del protocolo respectivo
corresponde habilitarlos en orden inverso; esto es: la placa; el mástil y la
Bandera (siempre el invitado de honor es el último en ingresar al recinto de la
recepción)
Agrega complejidad al caso consultado,
que dos de estos elementos tienen su
dinámica propia: la Bandera y el mástil, mientras que la placa es esencialmente estática.
dinámica propia: la Bandera y el mástil, mientras que la placa es esencialmente estática.
El dinamismo de la Bandera corresponde a
su función, que es la de ondear en el extremo del mástil; “ayudada” por el
mástil.
Se podrá argumentar aquí, que el mástil
también es estático, ya que se encuentra clavado en el solado, pero si se
considera bien tiene su propio dinamismo ya que cuenta con un complemento
natural, el que le da funcionalidad, cuál es la driza. Aclarando, un mástil sin
la driza que permitirá el izado/arrío, no es mástil.
La placa votiva se supone enclavada en el
pedestal del mástil, se encontrará recubierta por un lienzo, del que penden las
cintillas que servirán para descubrirla en el momento oportuno, operación que
estará a cargo de las autoridades pertinentes.
Un componente circunstancial, propio de
la ceremonia de habilitación del conjunto, son las cintas; que, a su vez, se
complementan con los dos tochos entre los que pende. Según es tradicional estas se coloca cerrando el espacio que se va habilitar, aislándolo de los
participantes, a manera de una inexistente puerta.
Análisis
del desarrollo
Con los participantes posicionados en el
patio del establecimiento, el maestro de ceremonia presenta la actividad a la
comunidad educativa.
Por corresponder, seguidamente se da
entrada a la Bandera nacional de ceremonia que se posiciona a la derecha del
mástil. La misma es seguida por la enseña provincial y la del establecimiento,
si es que se dispone de ellas. Para llegar a esa posición, los abanderados y
escoltas deberán bordear la línea que conforma las cintas y tochos.
Seguidamente, el maestro de ceremonia
anuncia que hará su ingreso la nueva Bandera. Atento que en la consulta se me
informa que tiene grandes dimensiones, se presentará desplegada, de manera que
el lado da la vaina abra la marcha. Irá portada por algunos niños
sosteniéndolas por sus lados; se evitará colocar portadores en el borde formado
por la vaina del paño.
También ellos bordearán las cintas y
luego se endrizará el paño; de tal forma que el lado del vuelo permanezca
transitoriamente sostenido por los últimos portadores, quienes deberán ser muy
cuidadosos para que no toque el piso.
Culminados estos preparativos, el
maestro de ceremonia anunciará que se descubrirá la placa que recuerda la
ocasión y brindará la información complementaria. Si está previsto, la
autoridad pertinente se referirá al hecho.
Ahora será el momento en se habilitarán
los elementos, significado en el mal llamado “corte de cintas” que, conforme a
la moderna tendencia implicará que la más alta autoridad presente o invitado
especial desarme el moño de las mismas. En este punto, el personal auxiliar
debe estar atento para evitar que las cintillas caigan sobre el piso; al mismo
tiempo retirarán los tochos pues ya habrán cumplido su función, con lo que se
despejará el punto de atención de los espectadores.
Acto seguido procederá el descubrimiento
de la placa y, finalmente corresponderá el izamiento de la Bandera recibida,
con las formalidades de práctica.
Concluyendo
De esta forma queda cumplida la
secuencia jerárquica explicada, correspondiendo el primer momento a la placa y
el segundo al mástil y a la Bandera, en conjunto, aunque esta última se
jerarquizará en forma superlativa cuando llegue a tope y quede franco su ondear
con la brisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario