Dos casos de Ceremonial práctico
Por Miguel Carrillo Bascary
El izamiento de banderas monumentales demanda una compleja preparación ya que el simple traslado de la pieza demanda el concurso de numerosas personas, por lo que debe ser cuidadosamente preparada y mejor ejecutada.
En la fotografía se observa la enseña del Club Atlético Madrid, la que por haberse posicionado mal en el momento de ser endrizada está siendo izada en forma invertida, para escándalo de sus asociados y solaz de sus adversarios deportivos, ya que esta posición tiene varias lecturas en la praxis ceremonial: expresa un pedido de ayuda ante una crisis o bien demuestra una supina falta de atención o displicencia con el símbolo. Dos causales que hacen poco favor a la imagen institucional de los responsables.
En la fotografía que se muestra en segundo término encontramos un despropósito total. Quizás con un encomiable espíritu de innovación la organización del acto escolar ha querido utilizar una herramienta tecnológica que permite proyectar imágenes sobre el espacio destinado a la ceremonia.
El problema es obvio, no se ha cuidado ni siquiera en forma mínima a los abanderados y escoltas, sobre los que incide dramáticamente el haz de la proyección.
De esta
manera podemos decir que la proyección “se ensucia” por cuanto se quiebra con
la presencia de los citados.
Las banderas que son los elementos fundamentales en los actos escolares por cuanto representa a la Nación y al Estado por ello reclaman el protagonismo central en las ceremonias cívicas patriótica. En el caso que se analiza quedan en un cono de sombras.
Sin embargo, la principal crítica a la imagen no radica en un aspecto relativo al Ceremonial sino en el peligro que la proyección genera sobre la vista de los abanderados y escoltas.
La
intensidad lumínica de la proyección puede generar daños ciertos, por lo que se
debe evitar toda circunstancia como esta.
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