Por Miguel Carrillo Bascary
Hace ya diez años los actos con que se conmemoraron el “Día de la Bandera Nacional” (de Argentina) marcaron
la presentación pública de la enseña que
identifica a Rosario. La ocasión de conmemorarse el 5 de agosto su reconocimiento como ciudad es válida para recordar e informar sobre aquél acontecer; sus antecedentes y derivaciones.
Su presentación
Eran las 8 horas del 20 de junio del año 2010, el disco solar se
anunciaba tras el perfil de las islas, disimulando el frío mañanero, cuando las autoridades locales; representantes de diversas instituciones y
una buena cantidad de público se aprestaban a realizar el tradicional izamiento
de la Bandera
nacional en el Mástil Mayor del Monumento.
Entre los presentes, con campera de cuero de aviador,
pantalones de camuflaje; bufanda blanca al cuello y boina verde obscuro,
destacaba un excombatiente de Malvinas, Miguel
Ángel Gelman (1), que portaba con legítimo orgullo la nueva bandera municipal. Horas más tarde desfilaba gallardo,
abriendo el pasaje de las entidades civiles; ante la curiosidad del numeroso
público y de las autoridades que estaban en el Palco Presidencial. En esta
solemne circunstancia Rosario puso en evidencia sus profundas raíces identitarias
y su inclaudicable demanda de ver reconocida su plena autonomía institucional.
He destacado en una entrada anterior que en el Ceremonial argentino no corresponde llevar una bandera de ceremonia con el asta extendida hacia adelante, sin embargo, la presentación oficial de la enseña de Rosario justificó sobradamente que se hiciera así, en forma excepcional, por cuanto se debía mostrarla al público en su integridad, para que pudiera conocerla y apreciarla debidamente. (Ref.: http://banderasargentinas.blogspot.com/2019/11/se-inclinan-las-banderas-si-o-no.html)
Razones que la definen
Cuando una comunidad adquiere mayor conciencia de su
identidad surge en el inconsciente social la necesidad de representarse en
algún símbolo que lo demuestre. Esto
justifica la adopción de una bandera local. Nuestra ciudad cultivó una
fuerte personalidad desde que comenzó su acelerado desarrollo a mediados del
siglo XIX. Esta conciencia se demostró en numerosas circunstancias; lo prueba
el creciente protagonismo de Rosario,
que se manifiesta a todo nivel. Rosario se muestra tal cual es; con toda la
riqueza de su realidad, con sus potencias y con la convicción de que deben erradicarse
las desigualdades que existen en la sociedad. El rosarino se siente rosarino y
reclama que se le reconozca como tal; la nueva divisa es una de las formas
posibles.
La genealogía
de la bandera municipal de Rosario, no deja de ser tan curiosa como
desconocida, razón que justifica que la tratemos. Las ciudades libres de la Antigüedad enarbolaron
banderas como símbolo de autonomía; la costumbre se acentuó con el surgimiento
de la burguesía. Con la generalización del absolutismo real y el debilitamiento
de los burgos medievales se redujo el empleo de las banderas municipales; pero
no desapareció jamás. Las ciudades con mayor tradición preservaron su uso (3).
Quizás
como reacción al fenómeno de la globalización, el empleo de estas enseñas se
expandió en las últimas décadas como expresión de la valorización del municipio, verdadera cuna política del
Estado y primer estamento de participación cívica. Esto ocurrió también en nuestro país, donde casi no existían antecedentes de este tipo.
Las banderas municipales hoy expresan una conciencia de identidad asumida por las autoridades y por la comunidad. Su uso marca que es creciente el número de ciudades y comunas que han adoptado banderas. Para determinar su diseño, generalmente se apela a concursos (4), salvo que se cuenten con banderas de raíces históricas, temperamento que la Vexilología (5) aconseja enfáticamente si ello es posible; es el caso que tratamos.
Las banderas municipales hoy expresan una conciencia de identidad asumida por las autoridades y por la comunidad. Su uso marca que es creciente el número de ciudades y comunas que han adoptado banderas. Para determinar su diseño, generalmente se apela a concursos (4), salvo que se cuenten con banderas de raíces históricas, temperamento que la Vexilología (5) aconseja enfáticamente si ello es posible; es el caso que tratamos.
El acontecer rosarino está signado por su condición de
ser “cuna de la Bandera nacional”. En
sus barrancas fue el primer izamiento, que ordenó el entonces coronel Manuel
Belgrano, el 27 de febrero de 1812. Aquel día los habitantes del Pago de los
Arroyos fueron privilegiados partícipes de tan glorioso hecho. Por esto, pareciera que Rosario no necesitaba una
bandera que la identificara, pero es indudablemente que aquella que
representa a nuestra Nación no admite que sea apropiada por ciudad alguna. De
aquí surgió la necesidad de contar con
una bandera específicamente rosarina; sin que esto implique dar la espalda a tan
formidable precedente.
La primera bandera
La primera bandera
El estudio nos demanda retrotraernos a 1862, cuando
Eduoro Carrasco proyectó y logró la aprobación del escudo de la ciudad (6), inspirándose en el primer izamiento
de la Bandera nacional.
En el blasón puede verse una muralla, que recuerda a la
batería “Libertad” emplazada en Rosario, de la que emerge con decisión el brazo
colosal de Belgrano sosteniendo la Enseña nacional, exponiéndola a los rayos
del Sol que nace tras las islas; el río Paraná surcado por dos navíos sesga el campo
del escudo. A los pies de la fortificación lucen instrumentos de labranza y
algunas mieses, simbolizando al trabajo agrario y a la rica comarca circundante.
Un ancla y las mentadas embarcaciones, destacan la existencia de un puerto.
Cuando se confeccionó el primer modelo del escudo el artista (7) adicionó en la
franja blanca de la enseña la fecha “27 de febrero de 1812” . Esta inclusión no
estaba prevista en la ordenanza de creación, pero persistió muchos años, sin
que mediara ninguna crítica. Puede decirse que esta fue la primera bandera que identificó a Rosario, aunque, por supuesto,
siempre lució como elemento central del blasón y no hay antecedente de que se
haya llevado al paño.
Primer escudo de Rosario, diseñado por Eudoro Carrasco
Eudoro Carrasco
Bandera contenida en el primer escudo de Rosario (1862)
La actual versión del escudo rosarino fue oficializada en 1964 (Ordenanza
Nº1737); se debe a los trazos de Julio
Vanzo, que se basó en el boceto realizado poco tiempo antes (8) por el
arquitecto Ángel Guido (factotum del Monumento a la Bandera ). Su
fundamentación histórica fue aportada por el recordado Julio Marc, director del Museo Histórico Provincial. Más
recientemente el Decreto Nº 15.810 de 1998 emanado del Concejo Municipal ordenó
su uso obligatorio en el frente de las dependencias y documentos del municipio,
lo que implicó un reconocimiento pleno de la representatividad del blasón.
Modelo patrón del Escudo de Rosario elaborado por Julio Vanzo
La segunda bandera rosarina
Hacia fines del siglo XIX la ciudad experimentó un explosivo desarrollo. Las corrientes migratorias de los más disímiles orígenes llegaron a ella buscando labrarse un mejor futuro. Surgió una dirigencia de recia personalidad, con ambiciosos objetivos entre los que se hallaba obtener para Rosario la ansiada autonomía municipal, herramienta institucional para un mejor desarrollo.
Hacia fines del siglo XIX la ciudad experimentó un explosivo desarrollo. Las corrientes migratorias de los más disímiles orígenes llegaron a ella buscando labrarse un mejor futuro. Surgió una dirigencia de recia personalidad, con ambiciosos objetivos entre los que se hallaba obtener para Rosario la ansiada autonomía municipal, herramienta institucional para un mejor desarrollo.
En estas circunstancias apareció la segunda de las banderas locales; el primero de enero de 1890 asumió la Intendencia de Rosario
Agustín Mazza y dispuso emplear una
bandera argentina con el escudo de la ciudad sustituyendo al Sol. La opinión
pública no estaba preparada para valorar el símbolo, ya que por entonces no se
concebía que las ciudades, ni siquiera las provincias, tuvieran banderas
identificatorias (9). El 6 de agosto de ese año finalizó abruptamente el
gobierno de Mazza y con él desapareció esta bandera, que fue rápidamente olvidada.
Durante noventa y siete años no
volvió a pensarse en otro pabellón para Rosario.
Bandera de Rosario usada en 1890
(ilustración de Francisco Gregoric)
Intendente Agustín Mazza
Antecedentes recientes
Fue en 1987, en el curso de la campaña para alcanzar a la intendencia municipal, el candidato justicialista, ingeniero Alberto Joaquín, anunció que si llegaba al gobierno convocaría a concurso para diseñar una bandera que identificara a Rosario. Fracasó en su empeño y la idea volvió a perderse. En el año 2000 la concejala Gladys Comba, de igual partido, promovió un proyecto de ordenanza, que de sancionarse hubiera derivado en otro certamen con similar propósito. La autora tuvo la deferencia de consultar al autor de esta crónica y a sus resultas admitió la sugerencia de quela Bandera nacional debía
incorporarse en el cantón, plasmando así que Rosario fue sitio del primer izamiento
del principal símbolo de nuestra nacionalidad. La iniciativa no obtuvo
despacho.
Fue en 1987, en el curso de la campaña para alcanzar a la intendencia municipal, el candidato justicialista, ingeniero Alberto Joaquín, anunció que si llegaba al gobierno convocaría a concurso para diseñar una bandera que identificara a Rosario. Fracasó en su empeño y la idea volvió a perderse. En el año 2000 la concejala Gladys Comba, de igual partido, promovió un proyecto de ordenanza, que de sancionarse hubiera derivado en otro certamen con similar propósito. La autora tuvo la deferencia de consultar al autor de esta crónica y a sus resultas admitió la sugerencia de que
Las
intendencias del Dr. Hermes Binner y del Ing. Miguel Lifchitz (ambos del
Partido Socialista) adoptaron símbolos
de sus respectivas gestiones (10) que no constituyeron banderas, aunque en
ocasiones se los haya impreso en un paño blanco. La finalidad de estos emblemas
es publicitar la obra de gobierno y sirve como acompañamiento institucional de
algunas actividades oficiales; pero, reiteramos, no tienen naturaleza de “banderas”.
Logo con forma de bandera usado en la gestión Binner
Logo con forma de bandera usado en la gestión Liftchitz
La tercera bandera rosarina
Mientras tanto, en 1994, se desarrolló en Rosario el “III Congreso dela
Lengua Española ”, magno encuentro de la Cultura que posicionó a la
ciudad en toda Iberoamérica. Según cuentan los protagonistas de aquellas
jornadas al prepararse la presentación oficial de la actividad se advirtió que
el estrado estaría decorado con la enseña argentina, la española, las de otras
nacionalidades participantes y la bandera de la provincia de Santa Fe. De tal
manera Rosario, ciudad sobre la que
recaía el protagonismo de la organización estaría ausente en el principal
escenario protocolar del evento por no contar bandera. En la emergencia se resolvió
preparar una que llevara el escudo municipal en su centro y la leyenda
“Municipalidad de Rosario” formando un arco cóncavo bajo el blasón; todo
aplicado sobre un paño planco. Así se hizo; ello permitió la justa presencia
rosarina en el decorado oficial. Esta fue la tercera bandera que identificó a la ciudad.
Mientras tanto, en 1994, se desarrolló en Rosario el “III Congreso de
Bandera empleada entre 1994 a 2010
Intendente Hermes Binner
Al
finalizar el Congreso la enseña se colocó en el salón “Carrasco”, principal
ámbito ceremonial del Palacio Municipal, acompañando a las banderas oficiales
de la Nación y
de la Provincia. Se explicitó así, en mudo pero formal
testimonio, la identidad de la ciudad y el rol institucional del municipio.
Sin embargo, no existía ninguna norma que oficializara al símbolo, aunque su
trascendencia lo justificaba, plenamente. La situación se mantendría por más de
una década.
La actual bandera de Rosario
La actual bandera de Rosario
En el año
2007 tuve la oportunidad de presentar un ensayo en el curso de las “Jornadas de
Historia de Rosario” (11) que se convocaron en homenaje al cincuentenario de la inauguración del Monumento a la Bandera. En el trabajo relacioné los antecedentes habidos y planteaba la
posibilidad de que la
Municipalidad local se manifestara en una bandera. La buena
acogida recibida en tan selecto foro me animó a presentarla a consideración del
Intendente Municipal en forma de un anteproyecto de decreto que tramitó como
expediente Nº12.231-C-2009. La propuesta sirvió como catalizador en el
ánimo del ingeniero Miguel Liftchitz, quién acertadamente juzgó que sería mejor
oficializar la bandera por medio de una ordenanza
y me solicitó preparar un anteproyecto de mensaje que promoviera la sanción de esa
norma; por lo que me avoqué a ello.
El criterio
fue de no innovar en lo fundamental y, al mismo, tiempo adecuar el emblema a
los cánones vexilológicos, con vistas a mejorar el producto. En principio, la Vexilología
desaconseja elaborar banderas que contengan escudos ya que son difíciles de
reproducir. Sin embargo, el temperamento fijado, entiendo que en el caso de Rosario
fue el correcto, considerando: que la enseña simboliza a una entidad política, la Municipalidad de
Rosario que se identificaba desde hacía más de un siglo con el blasón que venía
empleando; ya que éste posee una profunda
raíz histórica, pues expresa la condición de ser Rosario “cuna de la Bandera nacional”; que,
además, describe con meridiana claridad las características de la ciudad y de
su emplazamiento geográfico. Otro factor positivo fue el uso público y pacífico del lábaro desde el año 1994.
Por otra parte, el color blanco, es resultado de la confluencia de todo el espectro
cromático, lo que remite a la condición de Rosario como “crisol de razas” que caracteriza a la formación de su perfil
sociológico. Para más, interpretando que el blanco se forma con todo el
espectro lumínico, expresa la coincidencia de todos los matices sociales que
singularizan a Rosario como “ciudad de
inclusión”. Paralelamente aconsejé
eliminar la leyenda “Municipalidad de
Rosario” contenida en el ejemplar surgido en 1994, por entender que
establecía una redundancia patente con
la existencia del escudo oficial.
Se consideró también oportuno cambiar la corbata (12) por otra, en todo similar a la que se usa con la Bandera nacional; un gesto
que reafirma a Rosario como lugar de su creación y de haberse utilizado aquí
por primera vez en forma oficial la escarapela nacional. Tales razones dieron
forma definitiva a la propuesta. Con claro propósito didáctico se adicionó un anexo técnico vexilológico cuyo tenor
comentaré más adelante.
Circunstancias
de agenda demoraron el tratamiento del
proyecto hasta el mes de abril del año 2010. Tramitó bajo expediente Nº174.511- I -2009 iniciado por la Intendencia local. Cuando la Comisión de
Gobierno del Concejo Municipal se aprestaba a tratar la iniciativa; tuve el impensado honor de ser invitado a exponer
sobre el proyecto ante los concejales; sus asesores; miembros de la prensa
y representantes de varias organizaciones no gubernamentales que se estaban
presentes. La importancia de la ocasión determinó solicitar el explícito
respaldo de la “Junta de Historia de Rosario” (13).
En la fecha prevista,
acompañados por el presidente de tal entidad, el Lic. Jack Benoliel, unánimemente conocido como hombre de la Cultura
de la ciudad, expusimos sobre los
fundamentos del proyecto y tuvimos oportunidad de responder a diversos
interrogantes que nos fueron propuestos. Luego de algunas semanas de estudio la
iniciativa del Ejecutivo obtuvo despacho
favorable, sin disidencia alguna; circunstancia que se revalidó en
oportunidad del tratamiento en el Plenario del Cuerpo.
Fue así que el mensaje
del Departamento Ejecutivo se transformó en la Ordenanza N º8523, que estableció formalmente la bandera de la ciudad. La unanimidad
conseguida, superando las lógicas diferencias partidarias, es prenda de unión
que realza el carácter simbólico de la nueva bandera y que la legitima
extraordinariamente ante la opinión general.
Bandera oficial de Rosario
(imagen elaborada por Sebastián Schvartzman)
La norma es muy sencilla. Su articulado dispone,
enfáticamente, “oficializar la bandera de
la Municipalidad
de Rosario”; explícita alusión a la continuidad histórica del uso, tal como
fue relatado. Seguidamente establece la composición de su diseño y se modifican
las características de su corbata. Además, ordena que el ejemplar empleado desde 1994 se preserve en un lugar honroso, el Monumento
Nacional a la Bandera ,
como valiosa pieza de la memoria ciudadana.
Para alcanzar mejor sus objetivos la Ordenanza lleva un anexo técnico vexilológico donde se
precisan los elementos que componen la nueva enseña; estableciendo las formalidades
que adoptará cuando se emplee como “bandera
de ceremonia” o “de flameo”; se
consagra expresamente la precedencia
de que gozan las banderas nacional y provincial sobre la del Municipio y se
dispone a futuro sobre el destino de los ejemplares que vayan cumpliendo su
vida útil. Particularmente se prevé que la enseña se instale en los principales
despachos gubernamentales y en los recintos ceremoniales de la Municipalidad , evidenciando
el simbolismo institucional que
posee.
Con esta bandera la ciudad Rosario tiene un símbolo que expresa su identidad; al mismo tiempo
es una proclama perenne de los derechos que le asisten de alcanzar la autonomía
institucional.
En el año 2011, desde el cargo de director general del
Monumento Nacional a la Bandera que por entonces desempeñaba interesé al
ingeniero Lifschitz sobre la pertinencia de dictar una norma que regulara en
detalle el ceremonial de esta bandera en
conjunto con la que representa a la Nación Argentina. Obtenido su anuencia,
la iniciativa tramitó como mensaje de la Intendencia Nº 151-I-2011, que al
ser tratado derivó en la sanción de la Ordenanza
Nº 8.806.
Intendente Miguel Lifschitz
La Intendencia Municipal dispuso en consecuencia una campaña de difusión del emblema que no reconoce interrupciones. La misma consistió en la entrega de esta bandera a las instituciones locales; escuelas; clubes; empresas; ongs y otras entidades. Al mismo tiempo se dispuso instalarla en los despachos; oficinas y frentes de las reparticiones municipales. Asimismo, se ordenó que luzca en el "Patio Cívico" del Monumento Nacional a la Bandera y en su "Galería de Honor", como signo expreso de que el mismo fue construido por iniciativa de los rosarinos y de que este memorial está bajo la custodia y administración de la Municipalidad de Rosario.
Referencias normativas
- Ordenanza
Nº1737 – Escudo municipal
- Ordenanza
Nº 8523 – Oficialización de la bandera de Rosario
- Ordenanza Nº 8896 – Bandera,
ceremonial https://www.rosario.gob.ar/normativa/verArchivo?tipo=pdf&id=79447
Notas
1.- Gelman; había sido guardiamarina de la Armada Argentina en
tiempos de la Guerra
de Malvinas y actuó como radarista en la Escuadrilla Aeronaval
Antisubmarina. Cumplió 12 misiones de guerra y mereció la medalla al “herido en
combate”.
2.-
Significativamente el 3 de junio se recuerda el nacimiento de Belgrano, ocurrido
en 1770.
3.- Entre ellas pueden citarse a: Londres; París; Milán;
Hamburgo; Berlín; Barcelona o Ámsterdam.
4.- Estos concursos pueden ser abiertos a toda la comunidad o
limitados a un grupo, por lo general escolares. Aprobado
el resultado la bandera se oficializa por medio de una ordenanza.
5.- Es la disciplina que estudia las
banderas por cuanto, “vexilo” es el nombre la pieza de tela que constituía una
insignia militar en la antigua Roma.
6.- Se aprobó por ordenanza municipal fechada el 4 de mayo de
1862.
7.- Se ignora la identidad del artista; aunque hay quienes
piensan que fue el propio Carrasco.
8.-
La interpretación del escudo local efectuada por Guido hoy puede observarse esculpida
en la Cripta
del Monumento a la Bandera
9.-
La llamada Generación del 80 identificaba las antiguas banderas provinciales
autonómicas como símbolos de la Anarquía. Durante sus gobiernos se extinguieron
estas enseñas, para resurgir a mediados de la década de 1980.
10.-
La Administración Binner se identificó con una barra de cuatro segmentos que
contenían; la cara de un niño; un pez nadando; una hoja de árbol y un sol. La
Administración Lifschitz adoptó la polivalente sigla “MR” (Municipalidad de Rosario/ Marca Registrada) inscripta en un círculo
naranja con bordes negros.
11.-
El foro fue convocados en conjunto por la Municipalidad de
Rosario y la “Junta de Historia” de la ciudad.
12.-
En la versión de 1994 la corbata era enteramente blanca.
13.-
Cabe señalar que la Junta es una entidad no gubernamental, constituida en 1962,
que asesora a la Municipalidad en materia histórica. Como tal participa
regularmente de los debates de la Comisión especial de Nomenclatura urbana y
erección de Monumentos, del Concejo Municipal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario