Trofeos
de la Reconquista
Testimonio de su donación a la Virgen del Rosario
Las banderas
conquistadas a los británicos
por los
defensores de Bs. Aires
Por Miguel Carrillo Bascary
A lo largo de los siglos los trofeos
conquistados en batalla han sido consagrados a los dioses como un tributo del
agradecimiento de los vencedores. Por esta razón es inveterada costumbre que se
los preserve en los templos.
Para quienes no tengan muchos conocimientos
sobre la historia de Argentina cabe recordar que en 1806 una expedición
británica ocupó la ciudad de Bs. Aires, cabecera del entonces Virreinato del
Río de la Plata, aprovechando la debilidad de la guarnición y los conflictos
internos de España.
Pese al éxito inicial, la presencia de
los ingleses fue efímera ya que la reacción local, implicó la gesta que se
conoce como “la Reconquista”. En 1807 una expedición mucho más grande y
preparada, ya con carácter oficial, fue rechazada por el pueblo en armas bajo
el comando de Liniers.
En la ciudad de Bs. Aires se preservan
las banderas británicas tomadas en la Reconquista. Pueden verse en el camarín
de Nuestra Señora del Rosario, iglesia de Santo Domingo; otras dos se
encuentran en la localidad de Córdoba, también en el camarín de esta advocación
mariana, en el templo de la orden dominicana.
El Camarín,
las banderas se encuentran en una galería especial, ubicada detrás del altar.
Hoy difundimos el acta por la que esos
trofeos fueron formalmente cedidos a la Virgen, según consta en el “LIBRO
DE ACTAS DE LA ILUSTRE COFRADIA DEL ROSARIO DE MAYORES”, tomo 275, pág. 108, obrante en el archivo del
convento. Este documento es muy poco conocido; tiene un emotivo valor para
todos los argentinos, pero también para los uruguayos, paraguayos y alto
peruanos que lucharon juntos, como parte de la población agrupada dentro de las
fronteras del Virreinato, patria común en aquellos tiempos. Como se expresa, la
donataria es la Cofradía de la
Virgen del Rosario, en su sección “mayores”.
Observaciones:
Para conocimiento de los extranjeros, el capitán Santiago de Liniers era un
francés al servicio del rey de España. Su decidida acción a la que
contribuyeron muchos otros personajes de entonces y el pueblo llano en masa,
incluyendo a los esclavos, fue el factor crucial para rechazar el intento
británico. Posteriormente Liniers fue nombrado virrey, organizó la defensa ante
lo que se preveía sería una nueva invasión foránea y prevaleció sobre los
invasores en 1807. Producida la “Revolución de Mayo” en 1810 Liniers fue fiel a
su juramento de fidelidad al rey y murió fusilado luego de intentar una contra
revolución.
El texto está escrito de corrido en el
documento original, pero para un mejor entendimiento lo presentamos
subdividido.
Santiago de
Liniers
Análisis del texto
Como resulta del primer párrafo el
obispo de Bs. Aires había impuesto restricciones sobre la exhibición del
Santísimo Sacramento, una medida de resistencia pasiva al invasor anglicano. También
era una medida de seguridad destinada a prevenir cualquier agravio promovido
por la soldadesca invasora. Estas circunstancias motivaron a Liniers a formular
su voto.
"Con
motivo de haber sido rendida, esta plaza el día veinte y siete de Junio de mil
ochocientos seis a las Armas de Su Majestad Británica del mando del General Mr.
William Carr Beresford, se experimentó decadencia y cierta frialdad en el Culto
por la prohibición de que se expusiese el Santísimo Sacramento en las funciones
de la Cofradía que tuvo a bien mandar el Ilustrísimo Sr. Obispo de esta
Diócesis.
El
Domingo primero de Julio, no hubo más que una Misa cantada sin manifiesto, y
habiendo concurrido a ella el Capitán de la Real Armada y Caballero del Hábito
de San Juan Sr. D. Santiago de Liniers y Bremont, que ha manifestado siempre su
devoción al Santísimo Rosario, se acongojó al ver que la función de aquel día
no se hiciera con la solemnidad que se acostumbraba.
Entonces
conmovido de su celo, pasó de la Iglesia a la Celda prioral y encontrándose en
ella con el Reverendo Padre Maestro y Prior Fray Gregorio Torres, y el
Mayordomo primero, les aseguró que había hecho voto solemne a Nuestra Señora
del Rosario (ofreciéndole las banderas que tomase a los enemigos) de ir a
Montevideo a tratar con aquél Sr. Gobernador sobre reconquistar esta Ciudad
firmemente persuadido de que lo lograría bajo tan alta protección.”
El párrafo siguiente sintetiza la
campaña que Liniers cumplió exitosamente y que desembocó en la solemne donación
de los trofeos conquistados.
“Después
de muchos trabajos llegó a Montevideo y allanando las dificultades con que se
encontró, vino a la Colina [debió
escribirse: Colonia] del Sacramento, y de allí bajo un temporal a la punta
de San Fernando de Buena Vista [puerto ubicado poco más al Norte de Bs.
Aires] donde hizo desembarco el día cuatro de Agosto; el doce del mismo
rindió a discreción a los enemigos, después de resistir el más furioso ataque;
y reconocido a los favores que le dispensó María Santísima del Rosario en todas
las acciones y en cumplimiento de su promesa, el día veinte y cuatro de dicho
mes de Agosto, obló con una solemnísima función -salva triple de artillería-
concurso de la Real Audiencia, Cabildo secular e Ilustrísimo Obispo, las cuatro
banderas, dos del regimiento número setenta y uno y dos de Marina que tomó a
los Ingleses, confesando deberse toda la felicidad de las armas de nuestro
amado soberano, al singular y visible patrocinio de Nuestra Señora del Rosario
o de las Victorias.”
Recreación de la lucha, al fondo se observan la cúpula y el campanario
de Santo Domingo
En el siguiente
segmento consta la recepción de las piezas y el destino que se les dio
originalmente. Cuando la “Segunda Invasión Inglesa” (1807) una unidad
británica, al mando del comandante Pack ocupó el templo. En estas
circunstancias uno de sus hombres trepó hasta la altura desde donde pendían las
banderas, con la intención de recuperarlas y reivindicar el honor comprometido
por la derrota del año previo. En su esfuerzo este soldado se desplomó y murió
sobre el solado, circunstancia que fue considerada de mal augurio por sus
compañeros. Horas más tarde los británicos se rindieron sin condiciones a las tropas
defensoras.
“El
Reverendo Padre Maestro y Prior pasó al Sr. Liniers, recibo de cuatro banderas,
y al momento nos las entregó para que como Mayordomos las colocásemos: lo que
se ha ejecutado en las cuatro ochavas de la media naranja sobre la cornisa de
la Iglesia. Cuya noticia ponemos aquí para que conste. Buenos Ayres, 25 de
agosto de 1806 [Firman los
Mayordomos*] Francisco Antonio de Letamendi y Miguel de Escuti."
* Laicos que responsables de la Cofradía.
Nota: el documento fue tomado de http://syllabus-errorum.blogspot.com.ar/2014/07/1-de-julio-voto-solemne-de-santiago-de.html
a cuyo titular mucho agradecemos.
Referencias: para los interesados y, especialmente,
para los amantes de los juegos de guerra podemos recomendarles http://juegosdehistoria.blogspot.com.ar/2017/08/charla-en-el-club-del-soldado-de-plomo.html
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