Moneda por el Bicentenario de la Independencia Argentina
Reverso Anverso
Por Miguel Carrillo Bascary
El 9 de julio del año 2016 Argentina celebró el bicentenario de la
declaración de su independencia. Para conmemorarlo el Gobierno nacional apeló a
un medio clásico para estas ocasiones de profundo impacto en la historia de un
país; emitió una moneda que se puso en circulación pocos días más tarde con un
valor de 2 pesos (Cambio a la fecha: u$s 1 = $15). Su baja denominación
justificó una emisión de 200.000 unidades. Se caracteriza por su condición bimetálica
en cobre y níquel, con anillo dorado. Esta composición permite que el usuario la
relacione visualmente con la moneda conmemorativa emitida para el bicentenario
del primer gobierno patrio, emitida en el año 2010; estableciendo una evidente
correspondencia pues ambas fechas son las principales para la historia
nacional.
Reverso Anverso
En el anverso la moneda incorpora una síntesis del Escudo argentino, cuyos
colores se indican según la clásica catalogación heráldica de Pietrasanta (en
rayas; puntos y claros). Destaca como atributo central un gorro de la Libertad (al que se
nomina erróneamente como “frigio”) colocado sobre una pica, sostenida por dos
manos diestras; sobre un campo cuyo cuartel superior se representa en azul y el
inferior en blanco. En el nivel superior del anillo se lee “REPÚBLICA
ARGENTINA”, y en la base “1816 INDEPENDENCIA 2016” .
La entidad emisora, el Banco Central, informó su simbolismo con las
siguientes palabras: “el gorro frigio, como símbolo de la libertad,
sostenido por la pica, representación de la defensa de la patria. Completan la
alegoría las manos entrelazadas, expresión de la unión y la hermandad de los
pueblos de las Provincias Unidas del Río de la Plata. En el campo
superior, en lenguaje heráldico, los colores patrios mediante un lineado
horizontal el celeste; y el blanco, con el campo inferior liso”.
La belleza destaca en la simplicidad, que en este caso hallamos
plenamente lograda.
En el reverso destaca netamente el valor monetario, que ocupa la derecha
de un campo partido en vertical; el sector opuesto presenta el contorno de un sol
estilizado, del que se observan cinco rayos flamígeros. Sobre este último
detalle, el banco emisor indica que se inspira en la charretera del uniforme
del general José de San Martín, considerado como el “padre de la Patria ”, libertador de
Chile y del Perú; quién, además, fue un principalísimo promotor de la
independencia nacional.
El general José de San Martín (óleo de Gil de Castro)
Charreteras que San Martín regaló al general Zapiola (Museo Hist. de Luján)
En la corona puede leerse el lema histórico que adoptaron los primeros
gobiernos patrios “EN UNIÓN Y LIBERTAD”, que también figuró en las primeras
monedas patrias, acuñadas en 1813. En la porción inferior consta el año del
Bicentenario, “2016” ;
separado de la leyenda anterior por ocho puntos en relieve.
A nuestro entender, el diseño del reverso de la nueva moneda contrasta negativamente con la
cara principal. Al trazo del Sol le falta carácter y si no fuera por la
información de la entidad emisora, nada permitiría caracterizarlo. Por nuestra
parte hubiéramos preferido que se colocara el Sol típico de nuestra primera
moneda, el que corona al Escudo nacional y ondea en el centro de la Bandera argentina. Pero,
claro está que es nuestro humilde opinión.
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