viernes, 24 de julio de 2020

Una cuestión de modas: corbatas y banderas

De moños y corbatas


Por Miguel Carrillo Bascary

En algunos estados es tradición ornamentar el remate de una bandera de ceremonia con un accesorio que por lo general se denomina como “corbata”.

Además de esta faceta estética, el adminículo ha sido usado como soporte para exhibir las condecoraciones adquiridas por una unidad militar o institución.

En la actualidad, sus dimensiones suelen ser modestas y la habitualidad de su uso no despierta mayor atención. Sin embargo, no siempre fue así.

La corbata en una bandera actual

A fines del siglo XIX y comienzos del XX las corbatas tuvieron un tamaño desmesurado, así lo evidencian los ejemplos que les presento.


El primero, que abre esta entrada, consiste en la talla que la escultora argentina “Lola” Mora preparó con vistas a integrar un monumento a la Bandera argentina que se debió levantar en la ciudad de Rosario en recuerdo de su creación, cosa que finalmente no se concretó. La artista fue contratada a tal efecto en 1909; para 1925 la obra no había sido terminada, por lo que se le rescindió el contrato. Sus fragmentos hoy integran el conjunto emplazado en el pasaje Juramento, contiguo al Monumento Nacional a la Bandera Argentina, inaugurado en 1957.

El mármol nos muestra al general Manuel Belgrano sosteniendo una bandera de ceremonia de gran tamaño, hasta el punto que debe ser sostenida plegada para que no arrastre por el piso. El circunstancial abanderado, incluso debe ayudarse con su mano izquierda. Su moño es de unos 60 centímetros de ancho. Su lanza, similar a las que entonces se usaban en el ejército de Francia, revela la influencia de este origen en la composición de la artista. Veamos un detalle de la fotografía:


En el segundo caso, se trata de una bandera usada por un regimiento boliviano durante la "Guerra del Pacífico" (1879 – 1884). Fotografía contenida en un álbum editado en Chile en el año 1909. La peculiaridad radica en que, además de identificar a la unidad, también es un gigantesco “detente”, sacramental religioso en donde la imagen del Sagrado Corazón de Jesús se erige como una barrera al mal de quien lo porta con la debida unción, en este caso la unidad a la que define. Adviértase el tamaño de la corbata con relación a la cabeza del abanderado.


En el siguiente, tenemos un ejemplar característico de la época, perteneciente a una unidad de Prusia. Fue usado en la guerra que opuso a este país con Francia entre 1870/1871.

  
Luego, la bandera francesa que usó la “Legión Extranjera” durante la Primera Guerra Mundial. La corbata, de inusitado ancho, luce la condecoración de la “Legión de Honor” y siete “cruces de guerra”; nada menos. El cuerpo es el más condecorado en la historia de Francia, luego del “Régiment d'infanterie chars de marine” (RICM)


Por su parte, los “Regulares de Melilla”, creado en 1911 es la unidad más distinguida del Ejército de España. Así lo evidencia su bandera, cuajada de cintas de honor. No se trata de una corbata pero lo inusual del caso perita que lo cite en la presente. De hecho, acumula más de cien cintillas honoríficas.


Como vemos, esto de las corbatas en las banderas es una cuestión de modas bajo la óptica de la Vexilología.

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