viernes, 29 de mayo de 2020

Nuestra Bandera en el Bs. Aires de 1816 a 1818

Visión de un artista británico

Detalle de la Imagen Nº 5

Por Miguel Carrillo Bascary
Noticia preliminar

A Emeric Essex Vidal (1761 – 1861) le debemos hermosas vistas del Bs. Aires a fines de la primera década de la libertad, que se difundieron como aguatintas coloreadas a mano en  “Picturesque Illustrations of Buenos Ayres and Montevideo” (“Ilustraciones pintorescas de Buenos Aires y Montevideo”), que editó la casa de Rudolf Hackerman en Londes (1820).

En este se reproducen 24 acuarelas. Algunas de sus caracterizaciones sociales contribuyeron a crear el imaginario escolar sobre la vida en el Bs. Aires de 1810. Por ejemplo: el lechero; el mendigo a caballo; los vendedores ambulantes y las negras lavanderas. La publicación compartida por el Getty Reserch Institute puede verse en: https://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=gri.ark:/13960/t8kd3241n&view=1up&seq=17

Portada de la publicación

Essex fue un marino al servicio del Almirantazgo británico que llegó al Río de la Plata como contable en la nave HMS Hyacinth y permaneció entre el 7 de mayo de 1816 y el 28 de septiembre de 1818. Si bien nació y murió en Brentford, cercanías de Londres, algunas referencias lo señalan como escoses, lo que obviamente resulta equivocado.

Emeric Essex Vidal

Está considerado como un precursor de la pintura costumbrista rioplatense, hasta el punto que algunas de sus obras suelen confundirse con las que realizó Prilidiano Pueyrredón (1823 – 1870) en fecha mucho más cercanas a nuestro tiempo.

Su estilo es sumamente figurativo, como era habitual en la época, aunque la técnica de la acuarela no se preste demasiado para plasmar los detalles y obste a su posterior retoque. La calidad es ampliamente aceptable tratándose de un autodidacta; quien evidencia buen manejo del color; de los contrastes y de la perspectiva. Cabe destacar que el artista ha buscado ángulos poco obvios, lo que magnifica su tarea.

Las acuarelas originales tuvieron diversos destinos. Algunas fueron regaladas por el autor. Las acuarelas que se integraron al álbum las compró oportunamente el perito Francisco P. Moreno. El coleccionista Alejo González Garaño los compró a los herederos de Moreno. Al final de su vida, escribió: "Setenta son las acuarelas originales de Vidal, que forman la parte más preciosa de mi colección de registros gráficos pertenecientes a nuestro país; tengo la satisfacción de haberlos reunido y salvado de una inevitable dispersión y destrucción ". Lamentablemente la colección se dispersó luego de su muerte, ocurrida en 1946.


Las banderas y Emeric Essex Vidal

Siete de sus obras despiertan nuestro interés por cuanto reproducen a la bandera de las Provincias Unidas del Río de la Plata que hoy consideramos “argentina”.

Sus paños integran el paisaje con naturalidad y su ubicación se corresponde con aquellos lugares donde otros cronistas señalan que solían izarse.

El conjunto nos presenta banderas con diversas variantes de diseño. Significativamente para colorearlas empleó el celeste.

Otro rasgo en común es que ninguna lleva Sol; recordemos que este atributo se agregó por ley del 25 de febrero de 1818 caracterizando a los ejemplares que lo portan como “bandera de guerra” para uso oficial en fortificaciones; el Ejército y naves de la Armada.

Análisis particular

Imagen 1: “El castillo de Bs. Aires y la playa baja” (The castle of Buenos Ayres and the beach beneath taken from the Mole Head)


Está datada el 6 de septiembre de 1816. Es la primera representación que se conoce nuestra bandera luego de ser declara como tal por el Congreso de Tucumán. Para ejecutar su obra el autor se situó en un antiguo muelle que existía desde la época colonial a la altura de las calles Cangallo y Sarmiento, frente a la antigua Alameda.

Detalle de la bandera

La bandera que ondea sobre el Fuerte tiene una curiosa composición donde la franja blanca es casi el doble de las celestes, con lo que se asimila a la bandera naval española que antes de 1813 solía emplearse en el baluarte. Destaca su enorme superficie, para que pudiera ser vista desde los barcos que se acercaban a la ciudad.

La bandera que se ve, en esquema

Imagen 2: “El Fuerte de Buenos Aires” (Fort of Buenos Aires)


Tratándose de la bandera, se repiten los comentarios realizados. Se visualiza la Catedral y sobre el fondo la iglesia de Santo Domingo, por entonces con una sola torre.

Imagen 3: “Fuerte” (Fort)


Tal es como se titula, en esta otra vista, muy similar a las anteriores, en que la imagen parece más cercana al observador. Aquí la representación de la bandera es muy pequeña lo que dificulta el análisis, pero al parecer las franjas serian todas de igual ancho. También vemos también las lavanderas, afanadas en su trabajo. en una mañana de verano.

Consta de un paño cuya franja superior muestra un ancho equivalente a las otras dos definen el diseño; con lo que es compatible con las banderas de uso naval que se empleaban hacia 1818.

Imágenes 4 y 5: “El Mercado” (The Market) / (Market place in Bs. Ayres)

Las enseñas también son de gran tamaño y lucen sobre la fachada Sur de la Recova que dividía las dos principales plazas de Bs. Aires  que décadas más tarde se unirán formando la Plaza de Mayo. El sitio urbano era el mercado habitual de todo tipo de mercaderías, bajo sus arcadas y en las inmediaciones se ubicaban puesteros; comerciantes y artesanos.

"The Market"
 
"Market place in Bs. Ayres"

Son dos imágenes casi idénticas; entre los detalles que las diferencias vemos a una persona transportando un ave (primera lámina) y en la otra hay un negro con un gran pescado, poco más adelante, una mujer equilibrando en su cabeza una canasta con diversos panes (esta es la que consta en la publicación de Ackermann)

Las banderas son diferentes, aunque su color es el mismo. En la primera, la franja superior parece ser más angosta que las dos inferiores; en la segunda ocurre lo inverso.

En el año 1818 se registra el uso de banderas navales con franjas asimétricas; un aspecto muy poco estudiado en la historiografía de nuestro pabellón. Cumplo en dejarlo señalado.

Lo que llama la atención es que el izamiento de una bandera naval en la Recova no condice con ese lugar, que era netamente comercial. A título de hipótesis sin confirmación posible podría entenderse que el artista se haya dejado llevar por su memoria, acostumbrada a ver pabellones navales.

 Representación de ambos diseños

Imágenes 6 y 7: “Torero en la plaza de Bs. Aires” (The bullfight in the Plaza Buenos Aires)



Estas dos láminas, muy parecidas entre sí nuevamente muestran dos banderas de diseño asimétrico. 

En la primera la franja media es algo más ancha que las laterales. En la segunda, la última es más estrecha.

Addenda:

Certificando la existencia de banderas de los primeros tiempos de nuestra Nación puede citarse a la primera que tiene tres franjas la que fue confeccionada en 1813 para la escuela del Convento Franciscano de Tucumán que aún se conserva allí. Sobre ella ha escrito un excelente y muy recomendable libro el dr. Juan P. Bustos Thames  "La Bandera del Templo de San Francisco" (2018)




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