domingo, 10 de mayo de 2020

Ceremonial, una lección de pragmatismo

La ceremonia del 8 de mayo en Luján

Aspecto general de la ceremonia

Por Miguel Carrillo Bascary

Como el título lo indica la ceremonia desarrollada en la basílica de Luján en la fiesta de la Virgen María de esta advocación alcanzó singular relieve y nos permitió apreciar cómo la práctica de la disciplina debe tener la elasticidad necesaria para acompañar circunstancias particulares, como la que atraviesan el mundo en esta pandemia.

No por nada la Iglesia Católica tiene mil setecientos años de experiencia en ceremonias multitudinarias y no digo dos mil ya que recién tuvo libertad de exteriorizar su culto cuando el emperador Constantino le dio la libertad necesaria mediante el “Edicto de Milán”, en el año 313.

Así lo manifestó el ceremonial del Vaticano en ocasión de aquel histórico día del 28 de marzo del presente año, en que el Papa Francisco resumió en su persona la pequeñez del género humano cuando impartió la bendición Urbi et Orbi con motivo de la pandemia: https://www.youtube.com/watch?v=IsPazPj5hW0. El tema dio lugar a un comentario que volcamos en: http://banderasargentinas.blogspot.com/2020/04/la-foto-del-ano.html

 Francisco ante la soledad de la plaza de San Pedro

El Papa Francisco bendice a la ciudad de Roma y al mundo

Para apreciar en su justa medida las ricas facetas del acontecimiento desarrollado en Luján será preciso hacer algunas observaciones previas y luego lo descompondremos en sus diversas facetas.

A los ceremonialistas y organizadores de eventos nos corresponde tener presente la experiencia y capitalizarla en nuestros futuros compromisos profesionales.

El hecho convocante

Se trató de la fiesta de Ntra. Señora de Luján desarrollada el 8 de mayo del año 2020, en la que la Iglesia celebró esta manifestación de la Madre del Salvador y nuestra.

La advocación tiene una larga tradición a partir de 1630, en que comenzó a venerarse una humilde imagen de la Virgen María en la campaña ribereña al río Luján, hoy provincia de Bs. Aires, plena llanura pampeana de Argentina. Su designación original fue la de “Nuestra Señora de la Pura y Limpia del Río de Luján”, que el uso popular abrevió como hoy se la conoce.

El negro Manuel, custodio de la imagen en sus primeros tiempos, 
en el rancho que sirvió de ermita

En el lugar de la providencial manifestación mariana se construyó una sencilla ermita. Lentamente comenzó a difundirse el carácter milagroso de la Virgen del lugar. Con los años se construyó un oratorio; luego una capilla y más tarde evolucionó hasta constituir el magnífico santuario que se dio por terminado en 1935, aunque otros segmentos se completaron en fecha cercana a nosotros.

Primer plano de la histórica imagen

Se trata de una pequeña imagen de la Inmaculada Concepción (38 centímetros de alto) construida en terracota que originalmente estuvo pintada, aunque los años hayan hecho desaparecer los colores. María se nos presenta de pie, orante, recubierta de un manto. La acción del tiempo hizo que comenzara a deshacerse, por lo que se la recubrió parcialmente con plata. Para resaltar su volumen se le agregó una importante aura; el 8 de mayo de 1887 recibió la corona pontificia que ratificó su culto público.

La imagen vestida y desvestida

Nuestra Señora de Luján despertó una temprana adhesión de los fieles y sus prodigios suscitaron la admiración general, llegando incluso a despertar la fe en numerosos agnósticos. El desarrollo de los acontecimientos puede rastrearse en diversas publicaciones de Internet a las que remitimos calurosamente.

Como síntesis puedo decirles que la historia de la Virgen Lujanense tiene facetas asombrosas. En este sentido es referencia fundamental la obra del padre Jorge Salvaire1, rector del santuario desde fines del siglo XIX a quien se debe la iniciativa de construir el templo que hoy vemos.

La veneración consiguiente a los numerosos milagros que se le atribuyen hizo que se transformara en patrona espiritual de la República Argentina, pero también lo es del Uruguay y del Paraguay, lo que indica su popularidad. También es patrona de las rutas argentinas, lo que se motiva en que Luján fue posta obligada en el camino real que vinculaba la ciudad de Bs. Aires con el interior del país. Diversas instituciones también le reconocen patronazgo.

Cada año son millones los fieles que concurren a rendirle amoroso tributo de amor a su Madre celestial.

Los interesados en conocer más podrán ampliar sobre la historia del Santuario en: http://lujanargentina.com/turismoenlujan/basilica-de-lujan/#1461613728590-beebbbf3-9361

El templo

Aspecto general del templo

Es uno de los principales de la América del Sur, sus torres simétricas se elevan hasta los 100 metros de altura. Sobre la Arquitectura del templo puede verse: http://lujanargentina.com/turismoenlujan/basilica-de-lujan/#arquitectura

El entorno está constituido por la plaza “Belgrano” y una amplia avenida otorga perspectiva a la estructura.

En su cripta, llamada “Templo de América”, que se consagró en 1980. Allí se emplazan altarcillos con las imágenes de decenas de advocaciones veneradas en otras provincias de Argentina y de todo el mundo, acompañadas por las banderas de las naciones a las que representan.

¿Por qué el 8 de mayo?

Fue en 1886 cuando el santo Papa León XIII instituyó a Ntra. Sra. de Luján con el patrocinio de Argentina, Uruguay y Paraguay, señalando su fiesta el cuarto domingo después de Pascua. Más tarde la fiesta se fijó el 8 de mayo.

La “cuarentena”

La pandemia que padecemos cambió radicalmente el multitudinario ambiente de las celebraciones patronales.

La inmensa nave de la basílica se vio desolada, concitando la participación de los sacerdotes afectados al servicio; las presencias del titular del arzobispo de Mercedes Luján, monseñor Jorge Scheinig (SDB) y del presidente del Episcopado argentino, monseñor Oscar Ojeda, obispo de San Isidro; cuando lo habitual es que se den cita varios mitrados llegados desde todos los puntos del país y hasta del exterior, a los que suele sumarse el nuncio apostólico, embajador de la Santa Sede ante nuestro país. Un pequeño número de colaboradores laicos prestó su imprescindible concurso.

Las tres inmensas naves del templo, que otrora recibían miles de peregrinos se observaron prácticamente vacías, en acatamiento a la disposición gubernamental que solicitó a la Iglesia suspender la concurrencia de fieles a sus templos.

La ceremonia

Tuvo las características litúrgicas habituales con la particularidad de que en su transcurso se intercaló el cambio del manto de la imagen (vestición). El ropaje se cambia cada año en oportunidad de la fiesta. El que se retira se fracciona en unos 70.000 pedacitos que se entregan a los peregrinos adosados a una estampa de la Virgen.

En el sentir de los fieles este sencillo procedimiento despertó profunda emoción que fue acompañada por las palabras de monseñor Scheinig, quien hizo constar que en ese manto se resumía al pueblo de todas las provincias del país representado por las banderas que enmarcaban a la imagen sagrada; y también a los diversos grupos que componen nuestra sociedad. Fue así que mencionó: a los enfermos y aislados; a los sin trabajo y al personal sanitario; a los niños y ancianos; a los servidores públicos y autoridades; a los creyentes y a los alejados; a los pueblos originarios y a los trabajadores; a los uniformados y a los marginados; etc.; etc. Puede verse su texto completo dede: http://www.aica.org/documentos-s-TW9ucy4gSm9yZ2UgRWR1YXJkbyBTY2hlaW5pZw==-8171

El arzobispo Scheining, junto a la histórica imagen

Los concelebrantes estaban recubiertos con despojadas casullas y estolas celestes, el color tradicional con que se ha manifestado mayormente la Virgen María en sus apariciones. Esta coloración es una excepción2 concedida por el Papa a las iglesias de España; Filipinas y a las naciones de cultura hispánica, llamado “privilegio español”, en virtud del sostenido apoyo que evidenciaron a lo largo de los siglos en pro de la declaración como dogma de la Inmaculada Concepción de María que se proclamó en 1854.

La trasmisión de la ceremonia

La Eucaristía (misa) se difundió a través de diversos medios electrónicos. Es representativo de su convocatoria que la trasmisión por el canal de streaming Santuario de Lujan Media que a menos de 24 horas del acontecimiento acredita sumó 48.000 seguidores, muchos de los cuales generaban incesantes mensajes al chat que corría vertiginosamente (https://www.youtube.com/watch?v=Q5YWp1mGABA con 190.000 visualizaciones); otras fuentes incrementan el número de contactos; lo que redondea un total de 300.000 accesos; hasta el momento de ser computados para esta entrada, seguramente se verá incrementado en diferido.

La Agencia AICA expresó al respecto:

La transmisión de la misa se llevó a cabo por YouTube, Facebook, por Canal Santa María, Radio Junín y Radio Santa María, y fue posible gracias al trabajo conjunto de la Pastoral de Comunicación del santuario y basílica de Nuestra Señora de Luján; la Oficina de Prensa de la Conferencia Episcopal Argentina; el equipo de Comunicación del Arzobispado de Mercedes-Luján; anal Santa María y la señal TeleRed3.

Análisis para ceremonialistas

Obviamente que el espacio principal de la ceremonia, el centro del presbierio4 fue ocupado por el gran Altar Mayor de la basílica, sobre el que se celebró la Eucaristía.

El gran retablo gótico que la da marco, apenas si fue mostrado en el curso de la trasmisión; con esto se señaló muy atinadamente que el centro de atención debía ser el altar y no su complemento, por muy artístico que sea.

La sede destinada a los prelados se colocó frente a la mesa del atar, presidiendo la asamblea. El resto de los concelebrantes se dispuso por detrás y hacia los costados guardando aproximadamente la distancia social aconsejada en la emergencia.

Ntra. Sra. de Luján flanqueada por las banderas

A la derecha del altar, segundo espacio en jerarquía, se ubicó el ambón desde donde se practican las lecturas bíblicas; así está regulado en las prescripciones litúrgicas.

A la izquierda se instaló un dispositivo particular destinado a singularizar tan especial ceremonia; por lo que me detendré particularmente en esto.

El centro fue ocupado por la imagen histórica de la Virgen, colocada sobre una peana; la flanqueaban dos cirios.

En un segundo plano, cediendo la preminencia a la figura, se colocaron las banderas de ceremonia de Argentina (a la derecha) y del Estado del Vaticano (a la izquierda); más atrás se dispusieron las de provincias y la de Ciudad Autónoma de Bs. Aires, en arcos superpuestos direccionados hacia la imagen.

En todos los casos se emplearon astas con moharras y pies acordes a las pautas definidas por el Decreto Nº1650/ 10; acordes a las Normas IRAM.

Cada una de las banderas se mostraron armadas con expansores invisibles a la vista, de manera que los paños pudieran ser mejor apreciados. Un detalle muy apropiado, sencillo y conocido que, sin embargo, suele ser olvidado por algunos organizadores de eventos.

Cabe observar tres desajustes que pasaron desapercibidos entre el conjunto pero que no debería escapar al ojo de los profesionales:

- La bandera de San Juan era anacrónica; se empleó aquella que fue reemplazada por la que está vigente desde diciembre de 20185.

- La corbata de la enseña de Jujuy, la “Bandera Nacional de la Libertad Civil”, era de color azul oscuro y blanco en tres franjas, como todavía puede verse en esa provincia pese a que en el año 1986 se dispuso que este elemento fuera idéntica al de la Bandera Nacional con el agregado de las leyendas bordadas que “provincializan” el emblema6

- La bandera de Tucumán tampoco llevaba la corbata que le asigna la reglamentación vigente; la usada carecía de los bordados que la caracterizan: en el primer brazo debió constar el perfil de la “Casa Histórica de la Independencia” y en el otro la imagen de la Virgen de la Merced.

La colocación de las banderas no era acorde al protocolo propio de la disciplina, pero esta faceta califica la ocasión como una de las circunstancias que el pragmatismo resulto sumamente valioso.

Para apreciarlo hay que tener presente que más allá de la importancia de la ceremonia para la que se construyó este dispositivo no se trató de un Te Deum en donde las formalidades de protocolo le otorgan un carácter oficial.

En el caso el elemento central de la fiesta era la Eucaristía, la presencia de la imagen y de las banderas fue solo un complemento enriquecedor.

Como se dijo, Monseñor Scheinig fue suficientemente explícito, en su intervención; hizo presente que las banderas simbolizaban a todos los pueblos de las provincias congregados en torno a su Patrona.

Fue así un natural agrupamiento informal, como el que podría ocurrir en una fiesta familiar donde los hijos se acercan a su madre sin guardar protocolo alguno. Ignoro si esta disposición fue específicamente pensada o surgió en forma espontánea, pero sin dudas que su imagen descontracturada fue acorde a la ocasión y al entorno solemne que no vulneró para nada la significación del evento.

Es factible que si las banderas se hubieran usado sin expansores pudieran haberse dispuesto en la forma puntillos habitual, pero en este caso se hubieran visto con sus paños replegados sobre las astas, sin permitir que se apreciara la variedad cromática del conjunto.

Esta disposición, que escandalizarían a los protocolistas de alta escuela hasta hace algunos años, es donde se observa la evolución del Ceremonial, permitiendo que su práctica pueda ajustarse a los tiempos actuales, tanto en espíritu como en forma.

El pragmatismo evidenciado expresa con plena vitalidad que la disciplina ceremonial tiene una dinámica propia que le permite acompañar los cambios culturales.

Fue todo un acierto expresar la presencia de los pueblos que componen la Nación argentina por medio de sus banderas, un ejemplo que cabría seguir en la preparación de los ambientes en donde se desarrollen eventos de similar importancia.

Otro logro remarcable es el respeto manifestado a la representación de los estados provinciales, en tanto que las banderas cumplían con sus respectivas características legales, salvo la excepción de San Juan, como se dijo antes.

Al respecto sería de buena práctica que el gobierno de esa provincia tuviera la deferencia de remitir a la Rectoría del Santuario un ejemplar de la bandera sanjuanina acorde a la regulación vigente, con la mayor premura. Un gesto de sensibilidad similar cabría a las autoridades de Jujuy y Tucumán, para que sus banderas disponibles en Lujan cuenten con las corbatas que les corresponde.

La histórica imagen y la “Bandera Nacional de la Libertad Civil”,
mostrada como emblema de la provincia de Jujuy

Concluyendo

En suma, que más allá de la espiritualidad que comprometieron los más de 300.000 partícipes en tan particular Eucaristía, fue una ceremonia única y lucida; acorde a las prácticas litúrgicas; ambientada con sencillez; poco aparato; señalado acierto y sumo buen gusto.

Notas

1.- SALVAIRE, J. “Historia de Nuestra Señora de Lujan: su origen. su santuario. su villa. sus milagros y su culto”. Imprenta de P. E. Coni. Bs. Aires, 1885. Volumen 1: https://books.google.com.ar/books?id=o-K7AAAAIAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false. Volumen 2: https://books.google.com.ar/books?id=DuS7AAAAIAAJ&printsec=frontcover#v=onepage&q&f=false

2.-Punto 347 de la actual “Instrucción General del Misal Romano”.

3.-Trabajaron en la comunicación el rector in-solidum de la basílica, presbítero Lucas García; el responsable de Prensa del Episcopado, presbítero Máximo Jurcinovic; el referente de Comunicación de la CEA, licenciado Gonzalo Moreira; el responsable de comunicación del Arzobispado de Mercedes-Luján, Rodrigo Mónaco, y la referente del equipo de Comunicación del Santuario, Candela Segura”. Fuente: http://www.aica.org/44305-la-virgen-de-lujan-recibio-en-su-dia-0-peregrinos.html?fbclid=IwAR17S6TnSJNS3nrX9C70oKRX9VszC8CcUHqVnsdqiZpnWk60nnQLAz_3LbA

4.- El presbiterio es el sector del templo en donde se encuentra instalado el altar, toma este nombre de la presencia de los celebrantes, todos ellos ordenados presbíteros, acompañados de los acólitos imprescindibles.

6.- Ley Nº 4816; artículo 8º: http://boletinoficial.jujuy.gob.ar/?p=56230

Adenda: página del santuario: https://www.santuariodelujan.com.ar


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