miércoles, 25 de septiembre de 2024

Luis Alberto Grenni

Hombre de la C-U-L-T-U-R-A

 

Luis A. Grenni

Por Miguel Carrillo Bascary

Ahí fue Luis,

con la mirada en el Chañi.

A sus nieves eternas,

bajo el Sol ancestral.

Paso por la Plaza, la plaza Belgrano.

Miró la Bandera, una vez más.

Dejó atrás el Cabildo y la Catedral.

Pasó por Tumbaya y por Huacalera,

Maimará y Tilcara,

se asomó a Iruya, siguió y siguió.

Se escuchan las coplas y un erke, además.

Rindiéronle honores los arcabuceros[1],

los gauchos y collas,

y sus compañeros.

Lleva en sus alforjas historias y amores,

amistad a porfía, cultura y su fe.

Siguió su sendero por cerros y valles.

Allá en las alturas lo esperan ansiosos,

parientes y amigos, abrazos sin cuento,

y el rostro de Dios.

Podemos caracterizar a Luis Grenni como arquitecto, historiador, ensayista, investigador, divulgador y mucho más pero, por sobre todo esto, puede decirse que fue un hombre de la Cultura, con mayúscula.

Nació en San Salvador de Jujuy, el 1º de octubre de 1942. Obtuvo su título de arquitecto en la Universidad de La Plata. Con los años, su labor profesional lo llevó a presidir la Sociedad de Arquitectos de la Provincia de Bs. Aires, Distrito II.

Por su contribución el concepto de jujeñidad, mereció ser incluido en el “Diccionario Histórico de la Provincia de Jujuy” (1992, tomo V, página 2342).

Sin dudas que este no fue sino uno más de múltiples reconocimientos. Entre ellos el premio “San Salvador de Jujuy”, que le discernió el gobierno municipal en el 2012 a propuesta de sus vecinos y de diversas instituciones. Al año siguiente fue declarado “ciudadano ilustre” de Jujuy por la Ordenanza Nº 6511. En junio de 2024, se lo distinguió en el Salón “Marcos Paz” de la Legislatura jujeña durante la celebración del “Día del Escritor y Día del Libro”. Hubo otros homenajes, claro está.

Se desempeñó por muchos años como presidente del Instituto Belgraniano de Jujuy, institución que relanzó mediante una intensa tarea de divulgación de los aportes de Jujuy al proceso de la independencia argentina. Luego de varios mandatos fue reconocido como presidente emérito.

Por su incesante actividad en la temática se lo designó miembro de número del Instituto Nacional Belgraniano, entidad con autonomía académica, que depende de la Secretaría de Cultura de la Nación. Más tarde, integró su Consejo Directivo, hasta su sentido fallecimiento.

Trabajó incansablemente para que la Nación Argentina otorgara a la “Bandera de la Libertad Civil”, el reconocimiento de símbolo patrio, un objetivo que se consiguió en el año 2015, cuando se aprobó la Ley Nº27.134.

Presidió el “Centro de Estudios e Investigaciones Huacalera”, entidad que desarrolló como un polo de conocimiento regional en lo histórico y en lo folklórico, también en lo que hace a la gastronomía y las leyendas locales. Esto permitió promover un notable emprendimiento editorial a través de los llamados cuadernos y libros del Hostal de Huacalera, que reúnen unos 50 trabajos propios y de otros expertos convocados a partir de su accionar.

Era miembro de otras numerosas instituciones académicas del país y el exterior, entre ellas: la Sociedad de Geografía e Historia de Jujuy, de Salta, de Tupiza y Tarija. Asimismo actuó como miembro correspondiente de la Academia Guemesiana de Salta.

Fue docente universitario e integró la Comisión de Investigaciones Científicas de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata. Durante su desempeño en la Universidad Nacional de Jujuy, se brindó como Secretario de Asuntos Estudiantiles y Bienestar Universitario. Asimismo, integró el Tribunal de Ética del Colegio de Arquitectos de Jujuy.

Se desenvolvió como Director de Turismo, de Deportes y de Cultura y Medio Ambiente en la Municipalidad de San Salvador de Jujuy, a lo largo de diversas gestiones. También ejerció como Director de Cultura de la Provincia de Jujuy. Otro puesto de servicio que cubrió fue el de Secretario de Cultura y Turismo de la Comisión del Paso de Jama, organismo civil que tuvo un definitorio papel en la apertura de esa ruta a Chile. Además, dirigió el Consejo de Planeamiento para el Desarrollo Económico y Social de La Quebrada y la Puna Jujeña, proyecto auspiciado por las Naciones Unidas. No olvidemos tampoco que ejerció como vicepresidente de la Cámara Hotelera de la provincia de Jujuy.

Dictó numerosísimas conferencias y cursos sobre temas de Hotelería, Historia y Turismo, invitado por universidades y centros de altos estudios de: Jujuy, Rosario, Córdoba, Buenos Aires, La Plata, Salta, Bolivia, San Luis, Santiago del Estero, Tucumán, Misiones, Brasil, Bolivia y Chile.

Con su extensa actividad de investigador y comunicador histórico contribuyó en forma señalada a recuperar para la memoria colectiva de Jujuy y de la región en temas fundamentales para la Historia Argentina, entre los que pueden señalarse: el significado de la Bandera Nacional de la Libertad Civil como símbolo patrio histórico, el “Día Grande de Jujuy”, la contribución de las mujeres y los pueblos originarios en la gesta emancipadora, la figura de diversas personalidades jujeñas en el mismo período, como el coronal Manuel Eduardo Arias, por ejemplo. También contribuyó a destacar la actuación de los “Decididos”, el señalamiento de la trascendencia de acciones de armas como la de Puente de Márquez, Humahuaca y muchas otras, la reconquista de Jujuy en 1813, la participación de Tarija y Tupiza en el acontecer regional. Sobresalió en su afán de divulgar el conocimiento general sobre la gesta del General Belgrano y el perfil sociocultural de la provincia de Jujuy en sus diferentes expresiones y el protagonismo de los gauchos jujeños en el sentimiento nacional. Recientemente destacó con su presencia el programa conmemorativo que acompañó a la repatriación de los restos del primer historiador de la provincia de Jujuy, el Dr. Joaquín Carrillo.

Para desarrollar tan vasta temática impulsó y organizó innumerables encuentros, congresos y jornadas, ciclos de conferencias y foros de participación; intervino en circuitos de divulgación en medios escritos, radiales, televisivos y también por medios informáticos. Actuó como asesor histórico en numerosos proyectos oficiales, documentales y presentaciones artísticas.

Entre sus incontables publicaciones pueden citarse: La preservación del paisaje cultural en la Quebrada (1983), uno de los primeros trabajos que planteó la necesidad de reconocer a esta región como Patrimonio de la Humanidad, Historia para una identidad cultural de la provincia de Jujuy (1984), Páginas de Historia (1986), Puna y Quebrada, geografía para el desarrollo (1990), Turismo y política para el desarrollo (1993), La Revolución de Mayo vista desde Jujuy (2005), Huacalera (2006), Jujuy en la gesta por la Independencia (2008), Éxodo Jujeño, 200 años (2012, en colaboración), El origen de la Bandera Nacional (2013), Reportaje a la Arquitectura en Jujuy (2015), Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (2016), Belgrano en Jujuy, la clave de la emancipación (2020), Guerra Gaucha, combate de Puesto de Marques y combate de San Pedrito (2020), por solo citar algunas de sus numerosas contribuciones. Sus trabajos son citados por  historiadores de renombre.

Acredita diversos premios como profesional de la Arquitectura. En este ámbito se cuentan sus obras: Vivienda Popular, Iglesias y capillas coloniales, Política de vivienda, pueblos de servicios (tecnologías apropiadas en el Proyecto Yacoraite), Arquitectura, vivienda y cultura, Tecnologías apropiadas en la vivienda rural, El espacio urbano, la ciudad y el medio, así como Capillas de la Puna de Atacama.

Sus multifacéticos talentos se ponen de relieve cuando se sabe que compuso numerosas canciones, entre las que sobresalen: Zafra, Moza de Huacalera, A Justina y Tarde de Reyes. Se computa, además, su obra de poesías El hombre que me habita (1987), mientras que otras de sus publicaciones están salpicadas de versos de su autoría, que destacan su fina sensibilidad compenetrada por el paisaje cultural jujeño.

El 16 de septiembre, como los inolvidables versos de Gerardo «el Negro» López, a Luis Alberto Grenni “ … silencio le hicieron los erkes…”

[1] Alusión a los arcángeles representados como arcabuceros en las pinturas cuzqueñas que ornamentan la iglesia de Uquía.

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