Los colores de Rosario Central en sus banderas
Primitivo escudo de Central y sus banderas en el predio de Arroyo Seco
Por Miguel Carrillo Bascary
Uno de los
principales clubes de futbol que participan de la historia de la muy futbolera ciudad
de Rosario (Argentina) es Rosario Central[1].
No pretendo
rescribir su historia, hay numerosas fuentes al alcance de los interesados. Desde la temática de
este Blog me limitaré a referirme a Rosario
Central a través de sus banderas, tal como lo enuncia el título.
Todo
centralista sabe que el club de sus amores tuvo origen en la práctica de lo que
entonces se llamaba foot-ball por
parte de los ferrocarrileros británicas. También que nació en la víspera de la
Navidad de 1889, con el nombre de "Central Argentine Railway Club" por
ser sus integrantes empleados del Ferrocarril de este nombre. Se afirma que Thomas
Mutton fue quien sugirió la denominación, que fueron 70 los socios originales y
que su acta fundacional se redactó en inglés.
Lejos se estaba entonces de pensar en una bandera que lo identificara, la principal preocupación era contar con una pelota, por supuesto, y la segunda disponer de las siempre ansiadas camisetas, un objeto de culto en todas las épocas. ¿La cancha?, cualquier descampado de los muchos que había sobraba. ¿Los arcos? Nunca fueron problema, bastaba con un árbol, algún poste y la sempiterna pila de ropa que los jugadores no usaban en el partido, como todavía ocurre cuando varios amigos se juntan.
Los primeros colores
Contaban
los memoriosos y así lo trasmitieron a sus descendientes, que la primera casaca del Club fue roja y
blanca, al parecer a por mitades o a cuadros, una disposición muy
británica. Aunque hay algunos que sostienen que pudo tener otro diseño sobre el
que no hay constancias documentadas.
Por supuesto que se especula sobre el porqué la elección de estos colores. Al respecto hay varios pareceres
Primera hipótesis.
La bandera inglesa. Sí, en la de Inglaterra, que no en la del
Reino Unido (Union Flag) que es
aquella en la que por lo general se piensa. Desde la Edad Media los británicos
manifestaron especial predilección por San Jorge a quien se identificaba con una
túnica blanca con una cruz roja cosida. Si bien el símbolo era popular desde el
s. VI, fue en el XVII cuando estos colores se emplearon como emblema nacional.
Con toda
lógica se considera que como la mayoría de los trabajadores de los
ferrocarriles eran ingleses la primera camiseta centralista se explicaría en
los colores de la bandera con la cruz de San Jorge. Sin embargo, no todos los
que trabajaban de en los trenes no eran propiamente ingleses, de hecho, el primer
presidente del Club, Colin Bain Calder,
era nacido en Dingwall, Escocia. Por tanto, la fundamentación explicada queda
cuestionada.
Segunda hipótesis
La señalización ferroviaria
Desde que
el ferrocarril comenzó a extender sus nervaduras de acero, fue necesario
articular un sistema de señales para ordenar la circulación. Para esto se
utilizaron diversos sistemas, pero el que contó con las primeras preferencias
fue el de semáforos. Obvio que inmediatamente
pensamos en las señales lumínicas que regulan el tránsito automotor, pero los
semáforos ferroviarios, fueron muy diferentes. Curiosamente los que hoy vemos
en las calles y avenidas devienen de aquellos, ya que, en origen, además de las
correspondientes luces se desplegaba una tablilla con la inscripción “GO” o “STOP” destinada a los choferes.
Se dice
que en 1841 se implementaron los primeros semáforos en el ferrocarril de
Londres a Croydon, pero los franceses reclaman la paternidad del sistema desde varias
décadas antes.
Los semáforos ferroviarios consisten en una
torre (mástil) que soporta un brazo mecánico que según su posición expresa el
mensaje pertinente a los maquinistas que conducen las locomotoras. Cuando el
brazo está elevado indica “vía libre”, avanzar, pero cuando se presenta
horizontal (en perpendicular al soporte) es la señal para la detención.
Confiando en su visibilidad se emplean desde antiguo el rojo combinado con blanco, también se pintaban/pintan de estos colores las barreras y otros dispositivos canalizadores del paso de peatones en instalaciones ferroviarias, de donde provendría la afinidad con aquella primitiva camiseta centralista, si es que aceptamos la referencia.
Barrera, canalizadores y semáforo
Tercera hipótesis
Se ha aventura también que el origen pudo estar en el muy "Central Uruguay Railway Cricket Club", fundado en 1891, que tomó el nombre de "Club Atlético Peñarol en 1914. Central mantiene semejanzas históricas con la entidad uruguaya ya que ambos fueron fundados por ferroviarios, claro que en este caso los colores son el negro y el amarillo. En cuanto a su disposición.
Los primeros colores de transición
Fue en
1903 cuando se fusionarnos el F.C. Buenos Aires y el Central Argentino, se abrió
la matricula a personas que no fueran empleados del ferrocarril, en la oportunidad
se pasó de 70 a 130 socios. En la asamblea que lo habilitó expresamente también
se acordó modificar el nombre de la institución,
con lo que surgió el Club Atlético Rosario Central y que, como demostración
de afinidad con todo lo argentino, dispuso emplear los colores azul y blanco en la casaca.
¿Por qué no el celeste al que se
identifica con la bandera nacional? Por dos razones: 1ª). En aquellos años las
banderas solían ser desde un azul saturado hasta un celeste claro, no había
mayor problema ni razones para distinguir. 2ª) El teñido de azul es mucho más
resistente a los lavados que el celeste, con lo que resulta todo explicado si
nos referimos a una camiseta deportiva.
La chaqueta blaqui-azul reaparecerá fugazmente, a manera de homenaje a los orígenes del Club cuando se cumplió el centenario de este nombre, oportunidad en que obtuvo brillantemente el campeonato de Prima “B” en su versión 2013.
Hacia el azul y amarillo
La combinación
habría comenzado a usarse desde 1904 cuando la casaca pasó a ser azul con “vivos”
(cuello y puños) amarillos. Este es el más lejano antecedente de aquellos colores
que identificaría a la entidad por más de un siglo, de donde también se
trasladaron al escudo. También en esta ocasión se elaboró una camiseta conmemorativa
del centenario en que se fundó el Club, 1989.
Los definitivos: azul y amarillo
También es
objeto de discusión cuando se adoptó la
camiseta bastonada en estos colores. Algunos sostienen que en 1911 y otros que
ocurrió un año más tarde.
Pero ¿por qué se hizo esto? Últimamente se ha especulado que la elección del azul y amarillo habría sido planteada por Green, renombrado ex delantero del Club que en 1909 llegó a presidir la entidad, ya que su ciudad natal, Digwall, los ostenta en su blasón. Su campo es azul, con un Sol de 12 rayos, rectos y flamígeros, al que se suman cinco estrellas en oro. Sobre estos elementos, la Heráldica admite que el diseño del escudo de armas puede adoptar diversas modalidades, se presenta acto seguido una de las que puede encontrarse en la Red. Por correspondencia, la bandera de Dingwall sería la siguiente:
Pese a lo consignado, nada ha podido certificar el vínculo entre aquella ciudad de Escocia y el Club Rosario Central, pero se cumple con dejarlo explicado.
Otras referencias
Cuando en
las últimas décadas el esponsoreo
llegó a las camisetas deportivas la variedad que desde entonces vistieron los
equipos fue verdaderamente pasmosa y cada año deslumbran los hincha que pugnan
por llegar a adquirirlas. Lógicamente los
colores tradicionales son los preferidos, pero aún ellos experimentan
variantes a partir de incorporar diversas texturas cromáticas o reflejos de
colores contrastantes que aumenta la variedad.
Una mención aparte son las llamadas “camisetas alternativas” que originalmente usaron los clubes para distinguirse de aquellos rivales donde los colores eran iguales o parecidos. En este caso la costumbre indicaba que el local abandonaba su forma tradicional como una gentileza hacia el visitante que mostraba sus colores identificativos. En la actualidad los contratos publicitarios estipular hasta una tercera camiseta oficial, sin perjuicio de que para ciertos partidos pueda implementarse otra, también existen las “de entrenamiento”.
Las banderas en el deporte
Sería imposible certificar desde cuando el uso de los colores deportivos pasó a las banderas de sus hinchadas. La identificación de los aficionados con sus equipos se manifiesta naturalmente por el uso de prendas con sus colores. En sus inicios fueron bufandas, corbatas, medias y gorras. Más tarde surgió la costumbre de vestir sus camisetas, como si fueran también del equipo, de donde vino la referencia de los fanáticos como el 12º jugador, “la Doce”.
En las Islas Británicas se acostumbró desde antiguo emplear banderines que expresaran las identidades deportivas. En ocasiones los espectadores les adicionaban pequeños mástiles para hacerlos ondear en apoyo de su equipo.
También fue una moda
muy difundida usar estos vexilos como elementos decorativos. Antes de los
partidos era muy habitual y en ocasiones especiales continúa siéndolo, que los equipos
los intercambiaran con sus rivales como amistosa ofrendas y recuerdo preciado,
los que luego se mostraban en las paredes y vitrinas de sus clubs houses. La usanza se extendió a
todo el mundo.
Esta mimetización cromática nunca fue formal
sino absolutamente espontánea, se improvisaban banderas con los elementos que
tenían a mano y acorde a sus habilidades con la costura, ya fuera propia como
contando con la colaboración de sus mujeres. Por ende, las banderas futboleras suelen ser a grandes o pequeños cuadros, pero
principalmente en barras que es la disposición más sencilla y que mejor se
presta para elaborar estos vexilos. Los colores se combinan libremente. Claro
está que el merchandaising acuña sus
propuestas, lo que también es lógico en una sociedad de consumo.
Por supuesto
que los queridos “trapos”, como se
denominan en Argentina, se elaboran en diversos tamaños los que llegan a dimensiones monumentales, cuya
superficie y peso demandan el concurso de docenas de fanáticos. En ocasiones
incorporan leyendas de todo tipo, desde el nombre y el escudo de la entidad,
pasando por los nombres de los principales jugadores, técnicos, apodos,
designaciones de las diversas facciones y hasta insultos destinados a los
rivales más clásicos.
En una repudiable conducta no es extraño que ciertos elementos de los aficionados se trencen con sus rivales a efectos de despojarlos de sus banderas, las que después se muestran como trofeos en los siguientes partidos.
También es
usual que los jugadores hagan su ingreso a los campos de juego potando entre
todos los colores institucionales.
En
diversas circunstancias la normativa prohíbe el uso de grandes piezas de
banderas por razones de seguridad y control, en otras se limita su longitud o
su superficie.
Como vemos las banderas y el deporte son facetas inescindibles de una misma y apasionante realidad.
Adenda: Logros auriazules
Finalmente creo que es válido recordar los principales. El azul y amarillo de Central obtuvo sus primeros éxitos, tempranamente, comenzando por la Copa Competencia diario "La Nación" en 1913. Le siguieron la Copa Carlos Ibarguren (1915), Copa de Honor Municipalidad de la ciudad de Bs. Aires (1916), la Copa Competencia del Jockey Club (1916), la Copa Competencia Asociación Amateurs (1920) y, ya en la época del profesionalismo, los torneos nacionales de la A.F.A. de 1971 y 1973, más los Nacionales de 1973 y 1980, el Campeonato de Primera División (1986/87) y la Copa Argentina (2018). A nivel internacional Central conquistó en 1995 la Copa CONMEBOL (Confederación Sudamericana de Fútbol). En segunda división (Primera “B”) obtuvo los torneos de 1942, 1951, 1985 y 2012-2013. En cuanto a la liga local suman decenas los certámenes en los que inscribió su nombre.
Fuentes:
https://hmong.es/wiki/Rosario_CentralHistoria
https://www.youtube.com/watch?v=Jj34QkSyfDY
https://www.youtube.com/watch?v=YPJcvXjSJmE
https://twitter.com/central_fotos/status/1138892259238301696
[i] Me referí al otro cuadro de la ciudad, Newell's Old Boys en http://banderasargentinas.blogspot.com/2017/12/los-colores-de-newells-old-boys-en.html
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