Cuando los detalles cuentan … y mucho
Serie: Ceremonial práctico
Por Miguel Carrillo Bascary
Desde una red oficial se distribuyó hace poco la foto que encabeza este comentario. Corresponde a una actividad del Presidente de la Nación, concretada en la Quinta de Olivos, es decir que el mandatario “jugaba de local”.
En principio pareciera no se advierte nada en particular, el funcionario es el lógico foco de atención de la cámara, hay también un par de granaderos en posición de saludo y dos banderas argentinas de sitio, de las cuatro que habitualmente suelen verse en este ámbito.
Sin embargo, hay detalles que señalan a los gritos que “algo” no está bien, ya que acercando la toma a los pies soportes de ambas enseñas queda en claro cual es el problema.
Al parecer, como la ceremonia se realizaba al aire libre debió existir temor que alguna ráfaga derribara las astas, como en otras ocasiones ocurrió (Ver: http://banderasargentinas.blogspot.com/2021/07/sorpresa-en-una-ceremonia-oficial-de-la.html)
Esto habría motivado que “alguien” intentó conjurar el peligro adicionando a la base de las banderas elementos extraños de cierto peso para dar mayor sustento al conjunto.
En la emergencia se echó mano de dos discos de los usados en las barras para ejercicios de fuerza y, además, de sendas bases de sombrillas de las que suelen emplearse en los bares a la calle. Con ellos aprisionaron las bases de los pies contra el suelo.
Es imposible pasar por alto estos elementos, además de toscos e improvisados son totalmente inapropiados para el lugar y la ocasión.
Partamos desde la buena fe y aplaudamos el celo comprometido para evitar la caída de las astas-banderas. Pero, convengamos que la forma no fue la mejor.
Pareciera que en un ámbito tan formal como la Residencia Presidencial debería existir algún complemento especialmente habilitado para conjugar la acción de Eolo, ya que la normativa vigente expresamente autoriza a prescindir de los pies-soportes, me refiero al Decreto Nº1.650/ 2010. Véase el epílogo de esta nota.
Ante su evidente falta de la adecuada previsión, en la ocasión bien se habría podido insertar las astas directamente en la boquilla de los soportes blancos. El siempre improvisado conjunto habría ganado en dignidad.
Lo que trasciende de la fotografía que, repito, consta en una publicación oficial cuya fuente disimulo para no comprometerla, desnuda una incoherencia en Ceremonial improcedente a tan elevado nivel ¿No les parece?
A sus efectos trascribo lo dispuesto por la Norma IRAM-DEF D 7675, contenida en el mencionado Decreto:
3.4 Pie soporte. Consiste en una base redonda de madera dura, con un
tubo en su centro de acero pulido y cromado, como porta asta. Puede ser de otra
forma pero debe estar inscripto en un círculo de igual diámetro que el indicado
en cada caso. Además puede ser de otro material distinto de la madera pero debe
mantener, como mínimo, la masa indicada en cada caso.
3.4.1 Adultos. Debe tener una base redonda de 300 mm de diámetro, como mínimo, y debe llevar unido a ésta, un porta asta cilíndrico, de 450 mm de altura, como mínimo, por 41 mm de diámetro. La masa de la base de madera debe ser, como mínimo de 1,70 kg.
Lo escrito evidencia, a todas luces, que en todo espacio propio del Ceremonial oficial, de cualquier jurisdicción, debería haber algún tipo de base adecuada para sustentar las astas cuando estas deban instalarse en el exterior. Es más, debería ser un equipo imprescindible.
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