Con singular perfil se desarrolló en
la ciudad de Bs. Aires el “3er. Ateneo
de Conservación Patrimonial”, organizado por el Museo Naval de la Nación y
el Museo de Arte Hispanoamericano “Fernández Blanco”, con el auspicio del
Ministerio de Defensa y de la Armada Argentina. La excusa fue destacar el bicentenario de la incorporación del Sol a la Bandera nacional.
La propuesta reunió a unos 180 especialistas en la materia de diversas disciplinas, ante los que desarrollaron sus
exposiciones los expertos convocados al efecto.
El “Instituto Nacional Belgraniano”, adhirió formalmente a la
realización. En este sentido asistió al evento su presidente, el Lic. Manuel Belgrano
Lastra, su secretaria la Lic. Diana Alvarez y varios miembros de la entidad.
En la oportunidad se abordó
específicamente la temática vexilológica.
En su transcurso se reseñaron avances en las técnicas de conservación y se
expusieron experiencias concretas; también se brindaron referencias sobre
banderas de valor patrimonial.
Las sesiones se desarrollaron en el
magnífico auditorio del Ministerio de
Defensa, el edificio “Libertador”, todo un exponente de arquitectura
patrimonial que lucía impecable, en un todo de acuerdo con el evento.
Las palabras de bienvenida estuvieron
a cargo de la Licenciada Patricia Lissa,
una de las organizadoras, que condujo las actividades con su espontanea
naturalidad, esto contribuyó a la calidez del encuentro.
Salón dedicado al general José de San Martín
La metodología adoptada permitió que
luego de cada exposición los presentas pudieran efectuar aportes y preguntas, lo que enriqueció la perspectiva en gran
medida.
Pablo Pereyra y Laura Solazzi expusieron sobre el proyecto de tratamiento la “Restauración
del pabellón del ARA Garibaldi"
Francisco Gregoric, historió "El Sol de la Bandera Argentina", que acompañó con una notable serie de fotografías. Asimismo, abordó
la caracterización del astro, concluyendo que no hay elementos concretos para
atribuirle un origen “inca”, como se expresa habitualmente en la concepción general.
Vista del auditorio durante la exposición de Gregoric
Una de las imágenes que presentó sobre la evolución del Sol en la normativa de época
Ivana Rigacci, efectuó un esclarecedor informe de la experiencia
desarrollada por el equipo que integra, sobre la “Bandera de Macha” estudio que
tituló “La tinción de soportes de seda para restauración de textiles”. Así, se
puso de relieve el ato grado que alcanza la tecnología en la preservación de
estos materiales.
Miguel Carrillo Bascary, presentó un estudio historiográfico y valorativo
titulado “La Bandera Nacional de la Libertad Civil, creada por Belgrano, su
mensaje actual”, en el que se refirió al proceso histórico de esta pieza, hoy
reconocida como símbolo nacional y la lectura que puede dársele en el contexto
histórico.
José Luis Alonso, se dedicó a señalar diversos “Errores en Vexilología”,
un tema que resultó de interés pues permitió circunstanciar varios deslices que
se trasladan a la historiografía con perjuicio para la verdad histórica.
María Sol Barcalde disertó sobre “Banderas nacionales: el Bicentenario y
los cambios de criterios de conservación”, en lo que quedó expuesta la nueva
concepción en la materia, que hace esperar auspiciosos resultados en cuanto a
la conservación y exhibición de estos elementos como bien patrimonial de toda
la sociedad.
Juan Manuel Peña aludió a las “Banderas del ejército de Juan M. de
Rosas”, un tema que en la historiografía se tiñe de ideología y que fue
desarrollado con estricta disciplina vexilológica.
María Pía Tamborini, expuso sobre las alternativas vinculadas a la
conservación y exhibición de “Las banderas de la Operación Cóndor”, fue
acompañada por el vívido testimonio de uno de los protagonistas de la experiencia,
Fernando José Aguirre.
Finalmente, el equipo formado por Verónica Aldazabal, Mabel Reynoso; Graciela
Custo y Marta Ortíz, se refirió a “Aplicación de técnicas no destructivas
para la caracterización y conservación”, tomando como ejemplo el proyecto
relativo a la bandera del crucero “Gral. Brown”.
Conclusiones
- El éxito alcanzado por la convocatoria fue evidente desde el primer momento, lo que se plasmó en una numerosa y calificada concurrencia que tuvo la inigualable oportunidad de apreciar los estudios e informes presentados.
- Todas las exposiciones fueron acompañadas por proyecciones, lo que incrementó el valor de la experiencia.
- El evento también sirvió para que los expositores y concurrentes pudieran conocerse personalmente e intercambiar experiencias, lo que sin dudas potenciará a futuro el abordaje interdisciplinario de diversos proyectos.
- Esta realización demostró sobradamente el interés por la conservación de elementos patrimoniales, lo que justifica futuras reuniones de este tipo, las que sin dudas se verán coronadas de similar aceptación.
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