lunes, 24 de mayo de 2021

Una temprana definición

La divisa revolucionaria y el ciudadano Belgrano

Manuel Belgrano, con la divisa blanca de los revolucionarios de 1810

Por Miguel Carrillo Bascary 

En las tumultuosas y tensas jornadas de la “Semana de Mayo”, hubo pluralidad de divisas que expresaban diversas filiaciones y tendencias. 

La moderna crítica historiográfica ha desmentido la leyenda de French y Beruti repartiendo escarapelas en la Plaza de Mayo. Antes bien, se rescata para el conocimiento general que en aquellos tiempos se vieron: cintas blancas; otras rojas, algunas con el perfil del monarca Fernando VII estampado en tinta; y escarapelas encarnadas, al estilo de las usadas por los militares. Cuentan las crónicas que algunas mujeres patriotas utilizaron rebozos celestes ribeteados con cintas blancas; y que otros caballeros usaron unas ramitas de olivos en los sombreros. 

No faltaron también los que asociaron el blanco, que predominaba entre los que auspiciaban la remoción del virrey, con el rojo de los españolistas, como símbolo de unidad en aquellos inciertos tiempos. 

Tomas Guido, uno de los participantes de los cónclaves revolucionarios, cuenta que en los días previos al 25 de Mayo Belgrano vestía el uniforme (1), segundo jefe de los “Patricios”; en cuyo caso es factible que luciera sobre su pechera una divisa blanca. 

Belgrano en uniforme, con la divisa revolucionaria

Pero si eventualmente se presentó en traje de calle bien pudiera ser que llevara la divisa en la solapa, como lo muestra la imagen que abre esta publicación.

(1) Aunque en rigor, la oficialidad de los cuerpos milicianos de entonces mandaba a confeccionar sus uniformes con amplia libertad de diseños.

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