jueves, 3 de diciembre de 2020

Rarezas en Vexilología

Las banderas sumadas

Banderola cuartelada con emblemas de la casa de Saboya y Blonays, siglo XIV

Por Miguel Carrillo Bascary

Una muy curiosa variedad vexilológica son las banderas sumadas donde dos y a veces más banderas forman conjunto único. Esta pluralidad rompe con la constante generalizada por lo que son un poderoso llamado a la atención del observador y remiten a complejas circunstancias históricas que no siempre es fácil desentrañar.

Analizaremos varios casos paradigmáticos, sin pretensión de agotar la temática, por supuesto

Algunas nos son muy familiares, hasta el punto que cuando una persona no versada las observa no llega a percibirlo. Es el caso la que identificó al reino de Castilla y León; con la que se culminó la Reconquista y se transformó en la insignia de esa primera superpotencia mundial.

Otro caso muy conocido es la Unión Jack del Reino Unido, que registra una evolución varias veces centenaria e implica la paulatina superposición de las referidas a Inglaterra; Gales, Escocia e Irlanda, como se grafica en la siguiente imagen:

Algunas señalan la conjunción de dinastías, particularmente aquellas surgidas en Europa como expresión de los complejos blasones medievales, donde cada partición evidenciaba a un dominio. Un buen ejemplo es la de Felipe I de España:

Modernamente, entre las banderas con origen heráldico también podría inscribirse la del estado de Maryland, compuestas por las armas de su fundador, Cecil Calvert II, barón de Baltimore, que suma las barras recibidas de su padre a la cruz de los Crossland, su familia materna.

 

Hay banderas sumadas que expresan uniones personales, donde dos coronas recaen sobre una misma persona y que, eventualmente, se prolongan en una dinastía. es el caso de Suecia - Noruega, formada en 1814 cuando el Parlamento de esta última aceptó como monarca a Carlos XIII de Suecia. Esto se mantuvo hasta que en 1905 Noruega declaró su independencia. 

Suecia - Noruega


Suecia mercante (18 44- 1905)             Noruega mercante (1844 – 1905)

Se incluye en la nómina al Estandarte Real británico (Royal Standard) que simboliza la potestad de la monarquía sobre Inglaterra y Gales (los tres leones); Escocia (el león rampante) e Irlanda del Norte (al arpa):

 

Posiblemente donde la sumatoria de banderas es más evidente es el caso del Imperio Austro – Húngaro (1867 – 1919), surgido de la coronación como rey de Hungría de Francisco I, emperador de Austria (esposo de la mítica Sisí). Su pabellón conjuga los colores de ambas nacionalidades, cargando los escudos coronados de las dos monarquías.

Otras expresan coincidencias ideológicas. Lo evidencia la que como parte de Argentina utilizó la provincia de Entre Ríos a mediados del siglo XIX. En su primera mitad lleva la bandera argentina (aunque con azul en vez del tradicional celeste, mutación que se explica por la cromófobia hacia este último por parte del hombre fuerte de la época, Juan M. Rosas) y, en la mitad del vuelo, se compone dos franjas rojas y una blanca con lo que se identificaban los seguidores del mismo, con referencia al federalismo. La enseña se usó con distintas cargas; algunas netamente políticas o bien, sin emblema alguno.

           

En la convulsionada Guatemala entre 1851 y 1858 se empleó esta enseña partida.

Un ejemplo muy particular fue el de Sudáfrica que entre 1928 y 1994, que empleó un pabellón que remitía al de los Países Bajos y en su centro llevaba los del Reino Unido; el estado Libre de Orange y del Transvaal.

Las que parecen, pero no lo son

Son varias también las enseñas que llevan en el cantón las de naciones con las que guardan diferentes tipos de vínculos. Algunas como testimonio de su pasado de colonial o protectorado. Caso de Australia, Nueva Zelanda y Fidji

O bien, manifiestan lazos de amistad, como es el caso de la enseña del estado de Hawái.

  

Algunos otros vexilos que pueden confundirse con las banderas sumadas son las insignias de las fuerzas armadas; de presidentes; primeros ministros o de otras autoridades y similares; pero no integran la calificación ya que en estos casos se aplica el lábaro sobre un paño que no es propiamente emblema de una nación.

Pabellones navales de Argelia y de Bahamas


Estandartes presidenciales de Uganda y Zimbabwe






 

 

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