miércoles, 30 de diciembre de 2015

Una bandera argentina con dos caras

El Sol, la Luna y la Bandera argentina

Serie: propuestas sobre banderas

Por Miguel Carrillo Bascary

La creatividad y el medio

El mundo de Internet se presta magníficamente para difundir diversas propuestas vinculadas con la Vexilología.
Por esa razón es habitual que periódicamente surjan diseños que responden a diversas motivaciones que muchas veces proponen modificaciones a banderas existentes o incursionan en diversas variantes.

Whitney Smith, el creador de la Vexilología se ocupó de hacer conocer uno de los postulados que gobiernan la disciplina, él nos dice poco más o menos, que los vexilólogos deben estudiar la totalidad de los vexilos (banderas, estandartes, pendones, etc.), sin que ello implique un juicio de valor sobre lo que expresan.
Como ejemplo destacaba que un vexilólogo no adscribe a la ideología nazi por estudiar las banderas y estandartes que usó este totalitarismo.

El principio es absolutamente obvio pero por alguna oscura razón hay quienes piensan que estudiar y difundir los estudios sobre las banderas o símbolos de una ideología siniestra, o al menos equívoca, no tiene porqué compartir sus postulados.

Proponemos otro ejemplo, aún más claro: el microbiólogo que estudia un virus letal no promueve la difusión de la enfermedad ni considera positivos los daños que esta genera.

  

Propuestas sobre la bandera argentina

Nuestra Enseña nacional no escapa de la posibilidad de recibir modificaciones. Hoy nos detendremos en una: la postulada por Javier Sotomayor Sassa en https://reindependenciargentina.wordpress.com/simbolismo/
Sotomayor indica allí que su idea sería una suerte de “regalo para la Patria” en vísperas de un eclipse lunar penumbral en Sagitario que ocurrió el 23 de mayo del año 2013, vísperas del 203º aniversario de lo que llama su “historia oficial”, el 25 de mayo de 1810.

En síntesis considera que así como en el anverso de la Bandera argentina figura un sol dorado, en su reverso debiera figurar uno similar, pero de color plata, aludiendo a la Luna, en tanto que el sol en la civilización incaica es figura de Inti, su mayor divinidad astral la divinidad y la Luna, universalmente está representada por la plata (color plateado) es la materialización de la divinidad Mama Quilla, hermana y esposa de Inti.

            
                                       Pieza representativa de Inti            Pieza moderna alusiva a Mama Quilla

Quizás para simplificar su idea Sotomayor nos dice que el sol del reverso debería ir en “gris”, aunque es evidente que este color es un sustituto más económico que el plateado.

Como lo destaca expresamente el citado, de seguirse su propuesta, la bandera argentina pasará a tener anverso y reverso.
  
Sotomayor expresaría una concepción cosmológica dualista, en tanto que “el Sol está asociado con lo masculino (arcángel Miguel; fe; día)” y la Luna con lo femenino (arcángel Gabriel; esperanza; noche)” (sic). Lo que ratifica con los siguientes conceptos: “OMNIS = Sol; Todo lo ilumina; luz y calor. AMNIS = Luna, siempre presente; Luz y Atracción”




Antecedentes fácticos

El citado parte de una realidad: en 1818 las Provincias Unidas (Argentina) definió como atributo o carga principal de su bandera la figura de un sol, el que figura en las primeras monedas patrias (acuñadas en 1813).


Monedas de las Provincias Unidas, acuñadas en Potosí, en 1813

El Congreso General del que emanó la normativa no explicitó ninguna otra razón que explicase por qué se tomaba el Sol; pero el contexto político social de la época y de aquél órgano estatal permitiría decir que ese sol era de naturaleza incaica y que implicaba la libertad americana y la reivindicación de las raíces autóctonas.

Posteriormente el historiador Bartolomé Mitre explicitó esta correspondencia y sus palabras se difundieron mediante el rígido sistema educativo centralizado por más de cien años.

Esta hipótesis simplificadora no es totalmente aceptada por muchos estudiosos, entre los que me incluyo, ya que merece observaciones de peso; sin embargo la explicación mitrista está difundida con enorme amplitud.

         Recientemente, el decreto nacional Nº 1650/ 2010 estableció fehacientemente el diseño y lo hizo en base a normas técnicas IRAM. Esta normativa esclarece también que la Bandera nacional lleva el Sol solo en su anverso.


Sol vectorizado, diseño estipulado por la norma citada

Consideraciones

        La propuesta de Sotomayor no deja de ser interesante desde lo étnico, pero no se refleja en la tradición nacional.

        Es evidente que el postulador quiere manifestar en los hechos una suerte de dualidad mística o astrológica (Sol/ Luna), que tampoco es afín a la interpretación bicentenaria sobre el diseño de la Bandera argentina.


No hay comentarios:

Publicar un comentario