Las banderas-conos
Por Miguel Carrillo Bascary
A fines del año 2020 vi las primeras, empleadas por el Estado de Israel y sentí una lógica curiosidad, pregunté a varios ceremonialistas y vexilólogos amigos y a todos les sorprendió mi inquietud, al par que me manifestaron su total falta de información al respecto.
Afortunadamente, la publicación de Marc Pasquin en “Vexilología-Vexillology” (Facebook 25 de abril 2021) me orientó en la materia ya que los individualiza con el término de cone-flags, banderas cónicas.
Hoy quería comentarles sobre estos novedosos elementos a disposición de los ceremonialistas, adelantando desde ya que personalmente no me gustan, ni en lo estético ni en lo conceptual; más aún, los considero inaceptables para usos oficiales.
Digamos desde ya que no son técnicamente “banderas”. Marc las llama con acierto “flagloides”, es decir, “parecidos a banderas”. Si castellanizamos el término serían “banderoides”; o con más propiedad “vexiloides”.
Debidamente armadas aparentan ser “banderas de posición” que en lo cotidiano son “de ceremonias” que se exhiben en su pie en las circunstancias que todos los que nos dedicamos a esto conocemos. Los ejemplos recopilados así lo expresan.
Nos dice Marc: “En cuanto a por qué la gente los usaría en lugar de una bandera real, hay 3 razones principales que puedo pensar. Primero, son más fáciles de mantener ya que tienen una superficie rígida. Segundo, una persona puede llevarla fácilmente ya que no tienes que preocuparte de que caigan al suelo. En tercer lugar, ya que, técnicamente, no son una bandera, se puede seguir con los elementos mencionados anteriormente sin preocuparse de romper el código de la bandera local”.
Como bien lo observa Pasquin, al no ser banderas, admiten que sus elementos se agranden o giren para facilitar su exhibición, como lo vemos en los casos referidos a la India y a sus fuerzas armadas. Más aún si se observa al que representa a India se verá que la franja central blanca no guarda el posicionamiento implicado en una bandera.
Eventualmente, también podría ser el de Argentina, pero esto no ocurrió como se observa en la foto que abre esta entrada.
Observaciones:
Sobre el primer ítem que nos señala Marc: la rigidez de su superficie les otorga un aspecto impecable, ya que no presentan los pliegues propios de un textil; sin embargo, no es suficiente para preservarlos de arrugas, particularmente si se manipulan sin cuidado.
Como resulta del segundo y tercer aspecto, como no son técnicamente banderas, su manipulación puede hacerse sin temor de infringir las normas del adecuado respeto que estas últimas demandan, particularmente cuando se tratan de enseñas nacionales.
Su armado demanda mayor cuidado que los que requiere una bandera de posición, pues quien no sea practico puede arrugar la superficie de estos vexiloides.
Pesan menos que las banderas, lo que puede ser potencialmente inconveniente si se utilizan en exteriores; en estos casos quizás fuera prudente, adicionar un peso a la base.
El principal argumento en su favor sería su menor costo si las comparamos con el de las banderas de posición, ya que estas últimas demandan costuras y eventualmente bordados, ausentes en las cone-flags.
Su confección es también mucho más sencilla ya que la superficie podrá imprimirse con los diseños y colores, con mayor economía de tiempo que el que demanda hacerlo con una bandera textil.
Por otra parte, el conjunto asta/moharra implica el mismo costo que el que una cone-flag. Apunto que las fotografías muestran un terminal del asta, muy simple, obviamente más económico que el que llevaría una bandera, lo que no debería ser aceptable para el uso protocolar de un jefe de estado u otra función oficial.
Estos vexiloides están concebidos para ser armados en un sitio determinado, sin mayor posibilidad de traslado, ya que en este caso su superficie es decididamente incómoda de mudar de lugar y. además, su pulcritud puede quedar afectada por imponderables. Desarmados tienen la siguiente forma:
En cuanto a la limpieza no hay mayores diferencias con una bandera, ya que su superficie es de seda artificial, más aún, quizás sea más delicada aún.
Como lo evidencian las imágenes que se acompañan y las
referencias indicadas, el origen de
estos vexiloides parece ser, la India; e Israel el estado que los introdujo en sus prácticas de Ceremonial con amplitud.
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