El ejemplar emparchado que originó la cuestión
Por Miguel Carrillo Bascary
Nuestro amigo, el profesor Mario Mendoza, nos escribe desde Río
Gallegos con motivo de una polémica instalada en la opinión pública local de la
que da cuenta con carácter general la nota aparecida en el periódico “La Opinión Austral” https://laopinionaustral.com.ar/polemico-la-bandera-argentina-aparecio-parchada/ a la que podrán acceder los interesados para mejor
conocimiento. Fotografía de Mirta Velásquez.
En síntesis, según se refiera en esa
cobertura, la Municipalidad de esa
ciudad izó una gran bandera nacional con un parche, tal como se observa en
la fotografía del caso. La causa fue una importante rotura del paño ya que
transitoriamente no es factible reemplazar la pieza debido a su alto costo
(aproximadamente unos $6.000) Este proceder habría sido cuestionado desde
distintos sectores.
Desde este blog me permito terciar en la cuestión señalando algunos aspectos que
deberían tenerse en cuenta. Desde ya adelanto que en este desencuentro hay
claroscuros que corresponde destacar, veamos.
Marco normativo actual
En nuestro país no existe una ley general de símbolos patrios que regule
específicamente muchos aspectos sobre el uso y ceremonial de la Bandera, es así
que periódicamente surgen cuestionamientos que obligan a un mayor estudio y posterior
difusión.
Para un caso como el que nos ocupa hay
que tener en cuenta varias fuentes que nos permitirán dilucidar cuál es el
correcto procedimiento a seguir:
En usencia de una norma en concreto que se refiera a
este tipo de situaciones, es fuente del
Derecho que debe aplicarse la costumbre, tanto la nacional como la que rige
en el Ceremonial de banderas en la generalidad de los estados del mundo.
La práctica
tradicional en Argentina indica que las banderas deben presentarse dignas,
o sea limpias y sin que su integridad se vea afectada, dicho e otra forma, sin
desgarros.
En consecuencia, cuando
el paño se haya ensuciado corresponde lavarlo; excepto de que se trata de
una enseña de uso militar, ya que en
este caso la tradición universal considera que deben mantener su estado,
entendiendo que el estado que son timbres
de honor el polvo de las marchas y batallas; los rastros de pólvora (tal
como ocurría hasta mediados del siglo XIX con las armas que empleaban la pólvora
negra) y, eventualmente la sangre de aquellos que habían combatido bajo sus pliegues.
Por igual motivo estas banderas tampoco se emparchaban ni zurcían.
El resto de las banderas de uso oficial y las civiles no solo pueden, reitero,
sino que deben ser lavadas, en
respetando su significado; lo que implicará no hacerlo en conjunto con otras
prendas y colgarlas a secar sin que compartan el espacio con ropa u otros
textiles. Agrego que las de ceremonias deben asearse mediante el procedimiento
de lavado en seco, para preservar su
integridad.
Si el problema fuera una rotura y la pieza no puede ser reemplazada, queda habilitado zurcir o emparchar las banderas
oficiales (excepto las que corresponden a las Fuerzas Armadas y de
Seguridad, como se dijo) y las de uso
civil. Con esto no se afecta la
dignidad del símbolo, para nada.
Siempre será preferible mostrar una Bandera Argentina emparchada que no
hacerlo por falta de los medios necesarios para reemplazarla.
De esta manera queda establecido y
fundamentado que un ejemplar de bandera
nacional de izar puede ser válidamente reparado.
Posición del Instituto Nacional Belgraniano
Esta entidad fue oficializada por
Decreto Nº 1435/ 1992 cumple funciones
de asesoramiento a los poderes públicos; lo que fue ratificado
recientemente por Decreto Nº 2/ 2020, en materias vinculados al general Manuel
Belgrano y a todo lo que se le relacione, entre ello sobre la Bandera nacional.
Con este cometido, la entidad consigna
en su página web http://manuelbelgrano.gov.ar/bandera/ lo que seguidamente se transcribe y que sirve de guía
a la presente entrada.
"Conservación
Toda bandera debe mantenerse en
las debidas condiciones de higiene e integridad física. En cualquier operación
que implique el manejo de cualquier bandera, se extremarán los cuidados para
evitar que se deteriore o que su estado de limpieza se vea afectado.
Exhibir banderas faltas de higiene
o desgarradas es una negligencia lamentable, que será
responsabilidad del funcionario que lo tolere o que evite observarlo al
personal bajo su dependencia.
La tradición indica que las banderas
militares no se lavan, porque los vestigios de combate son
verdaderos timbres de honor. No ocurre así con
las de uso civil por lo que, como señal de respeto, si es
necesario se lavan; planchan y reparan guardando las consideraciones adecuadas
(20). Las de ceremonia requieren limpieza en seco."
El caso de Río Gallegos
La fotografía del diario “La Opinión
Austral” nos muestra un importante parche sobre la franja superior de la
bandera izada en el mástil de las avenidas
San Martín y Kirchner.
Mástiles en la esquina citada de Río Gallegos
En el principal, la Bandera Nacional; en los menores: la de Santa Cruz y la de la ciudad
El desacierto radica en el color del parche que es decididamente azul por lo que contrasta
netamente con el celeste de la enseña. Cabe dejar constancia aquí que los
colores de la Bandera Nacional fueron fijados bajo parámetros técnicos precisos
expresados por Normas IRAM, en el Decreto
Nº 1650/ 2010. En el caso del celeste se optó por el Pantone Celeste: L*: 67,27 a*: -6,88 b*: -32,23 C*: -32,95 H*:
257,96; que admite una tolerancia: DE CMC 2:1 : £ 1,0.
Es así que, dispuesta la necesidad de
colocar un parche al paño- bandera, se debió
emplear una tela cuya tonalidad fuera lo más aproximada posible al resto de la
franja afectada. Evidentemente que no se hizo así, lo que despertó la
extrañeza y hasta la repulsa de algunos sectores de la opinión pública, tal
como da cuenta el periódico sureño.
La bandera izada en Río Gallegos
Son muchos los aportes que nos mandan
nuestros lectores acompañados con fotos y pidiendo consejo o señalando
desaciertos en materia de banderas; lo cierto es que si bien recibimos varias
tomas de banderas emparchadas, nunca vimos una con las características del
presente caso.
Una vista con mayor detalle
El izamiento de los domingos en el centro de Río Gallegos es una tradición local muy arraigada que merecería ser imitada en otras ciudades. Mayor información al respecto puede verse en: https://laopinionaustral.com.ar/el-izamiento-dominical-72-anos-de-historia/
La moraleja
De lo expuesto pueden obtenerse varias
conclusiones que eventualmente podrán capitalizarse en ocasiones similares.
- He destacado que una bandera dañada puede repararse, excepto que corresponda a las Fuerzas Armadas y por extensión a las de Seguridad.
- La reparación debe ser adecuadamente prolija. En el caso de Río Gallegos parece serlo.
- Si fuera necesario un parche, como en la ocasión, su color debe ser lo más aproximado posible al reglamentario.
- Agrego que, ante la eventualidad de no disponerse es factible seguir el procedimiento siguiente: Se toma una pieza de género blanca y se la sumerge en agua con anilina azul; una vez seca si la tonalidad resulta algo más pálida se repite la operación hasta dar con el tono apropiado; tantas veces como sea necesario.
- Luego se coserá el parche para cubrir la zona dañada.
En conclusión
Es loable que diversas expresiones de
la sociedad se hayan preocupado por el estado de la Enseña patria izada en Río
Gallegos; pero cabe rescatar la digna actitud de la Municipalidad local que al
no disponer del dinero para reemplazar la bandera dispuso su reparación. El
problema estuvo en el subido tono del color del apósito.
Para enmendar lo ocurrido bastaría que
se reemplace el parche en cuestión, hasta que oportunamente puedan contarse con
los recursos necesarios para cambiar la pieza.
Pero también podrá superarse la
cuestión, promoviendo una colecta entre la población para cubrir el costo de
una nueva pieza. En este cometido, cabe suponer que los disgustados con el
accionar de la Municipalidad, sin dudas que encabezarán la suscripción popular.
Una cuestión marginal
La Bandera Nacional no admite ningún elemento en su paño,
más que los eventuales remiendos os zurcidos destinados a restablecer la
integridad de la pieza.
Las banderas de izar expresan el duelo oficial colocadas a media asta;
jamás cabe adicionarles listones o moños negros, costumbre que sí tiene curso
en España, de donde se originaría el error de que esto vale para la Enseña
Argentina.
Bandera a media asta por haberse decretado duelo oficial
Lo que está mal: una bandera de izar con un moño negro cosido a su paño
En cambio, cuando se haya decretado
duelo nacional, a las banderas de ceremonia, en nuestro país se les adiciona un
listón negro o una muselina de igual color fijados en la base de la lanza.
Una bandera de ceremonia con crespón
En el día de la fecha se publicó en "La Opinión Austral" la entrevista que se nos realizó en la víspera; puede verse en: https://laopinionaustral.com.ar/ex-director-del-monumento-a-de-rosario-opino-sobre-bandera-parchada-de-rio-gallegos-nunca-vimos-un-caso-como-este/ al igual que en diario Clarín: https://www.clarin.com/sociedad/polemica-foto-bandera-argentina-emparchada-puede-remendada-_0_Zxo8j7M9.html
Cabe señalar que la bandera que aparece en la foto no corresponde a "una escuela", como equívocamente se indica en dichas coberturas, sino que fue la izada en el centro de Río Gallegos, como bien se expresa más arriba. La enseña que la Municipalidad de Rosario cedió a la Escuela Nº10 "H. Yrigoyen", en el año 2015 se conserva como preciado testimonio en la misma y fue ondeada en el Monumento a la Bandera. Cada año, en oportunidad de hacer la promesa los alumnos de 4to. grado se iza en el mástil escolar a tal efecto, lo que los niños valoran en forma muy emotiva.
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