martes, 17 de diciembre de 2019

Presentación de una bandera municipal

Apuntes para un modelo de ceremonia y otras consideraciones


La Bandera nacional argentina; a su derecha la de la provincia de
Tierra del Fuego y a su izquierda la del municipio de Tolhuin
  
Por: Miguel Carrillo Bascary

Observación previa: Respondiendo de diversas consultas presento un esquema típico del acto y aporto algunas consideraciones al respecto a título netamente referencial. Las características particulares y las perspectivas históricas propia de la localidad demandan que se trabajen intensamente para dar todo el lucimiento posible a la ceremonia para que sea una vivencia social que fortalezca la identidad y el sentido de pertenencia.

Significado del acto de presentación

La definición formal del símbolo de una comunidad implica una secuencia, donde la primera etapa es su definición, que se concretará en la selección de un diseño, generalmente surgido de un concurso.

La segunda es la oficialización, que consiste en el dictado de la norma que consagre el símbolo, lo que habitualmente ocurrirá con una ordenanza.

La tercera es la presentación del símbolo a la comunidad, que debe rodearse de las formalidades propias de la trascendencia del acto y que tiene como función facilitar el buen resultado del siguiente paso del proceso; asimismo, corresponderá enriquecer la ceremonia en todo lo que sea posible para que la experiencia arraigue fuertemente con caracteres positivos en el ánimo de la población, de tal modo que perdure en la memoria colectiva.

La cuarta etapa es la aceptación esperable por parte de la población, cuya primera manifestación es la concurrencia al acto y que se continuará con el uso de la nueva enseña.

Finalmente se abre una quinta etapa, que llamamos “del enriquecimiento del símbolo”, que es consecutiva a la anterior y que se prolongará en el tiempo indefinidamente. En su desarrollo se arbitrarán acciones multifacéticas destinadas a arraigar el símbolo en la consideración popular vinculándolo con experiencias significativas de la comunidad; logros conjuntos; éxitos deportivos; eventos institucionales (por ejemplo: centenarios; aniversarios) y similares. Para esto se procurará un empleo reiterado del emblema; su presencia en los actos oficiales; festivales; desfiles; el izamiento en plazas y edificios; su presencia en los salones; escenarios; salas de directorio; etc.

Esto implica que más allá del acto formal de la presentación de la bandera se genere una serie de eventos que anticipe el hecho y que preparen positivamente el ánimo de la población para que se favorezca la aceptación del símbolo mediante eventos previos, concomitantes o posteriores; con la prevención que su debut debe ser una ceremonia dedicada exclusivamente al emblema, de modo que se jerarquice su protagonismo.

Referencias fácticas

Ámbito

Corresponde seleccionar un espacio abierto y caracterizado de la localidad en donde debería procurarse que existan tres mástiles; es lo ideal. Uno que se dedicará a la Bandera Nacional; el otro a la provincial y el tercero a la enseña que se presenta. De no ser posible, en el mástil de la bandera provincial local se enarbole, debajo de esta la comunal. Si no existir recursos que permitan lo anteriormente descripto, podría izarse la Bandera Argentina y, por debajo de ella, la provincial y la local. Debe tenerse presente que en algunas provincias la normativa vigente prohíbe colocar cualquier otra bandera en el mismo mástil donde flamea la Nacional.

El sitio más evidente, pero no excluyente por toda lógica, resultaría ser la plaza central de la localidad.

Responsabilidad organizativa

Según el principio de división de competencias entre los órganos políticos de una localidad, si en la población existe un departamento ejecutivo (intendente) y uno deliberativo (concejo municipal o deliberante); lo natural es que el protagonismo corresponda al primero, quien deberá dar participación activa al segundo, en la forma que mejor se convenga.

También conviene integrar a otras instituciones significativas del lugar (iglesia; escuelas; clubes; entidades empresarias; gremiales; policía; bomberos; etc.) para que se sumen a la planificación del programa de la celebración.

Participantes:

Autoridades locales: intendente; gabinete; otros funcionarios del departamento ejecutivo; concejales; exfuncionarios de este rango; otros.

Autoridades provinciales: que residan en la localidad; senador departamental, en su caso; policía provincial; bomberos; exfuncionarios.

Autoridades nacionales que residan en la localidad; Fuerzas Armadas y de Seguridad; exfuncionarios de esta área.

Invitados especiales directamente relacionados con el surgimiento de la bandera: autor del diseño ganador; autores de los diseños finalistas; otros participantes; miembros del jurado; familiares directos de los mencionados; funcionarios que hubieran intervenido en el proceso; historiador/es cronistas locales; otros.

Invitados especiales: gobernador provincial; legisladores provinciales; ciudadanos distinguidos residentes o no en la localidad; descendientes de los fundadores del pueblo; excombatientes de Malvinas; otros.

Invitados especiales de otras comunidades: particularmente las autoridades de municipalidades y comunas vecinas; representantes de colonias cercanas o comunidades originarias.

Fuerzas vivas locales: ministros de la Iglesia Católica y de otras confesiones reconocidas; medios de prensa; instituciones civiles; centro de comerciantes; titulares de empresas o comercios de mayor significación; sindicatos; clubes; cooperativas; cuerpo de bomberos voluntarios; etc.

Comunidades educativas: autoridades de las escuelas de la localidad; delegaciones con bandera; alumnado; miembros de las respectivas cooperadoras.
En lo factible se procurará la presencia de un trompa para acompañar el izamiento y anticipar el ingreso de las banderas de ceremonia.

Otras referencias

Día y horario: lo ideal es que sea por la mañana, antes del mediodía; siendo indistinto la hora que se fije. A este efecto se considerará la temperatura ambiente en la localidad y las circunstancias adecuadas para favorecer la más amplia concurrencia de la población. También se tendrá en cuenta la posibilidad de cobertura de los medios locales de comunicación.

Registro del acto. Como la ceremonia está naturalmente destinada a ser recordada, es imprescindible que se contrate a profesionales avezados; que cuenten con buen equipo técnico. La experiencia señala que en este rubro hay muchas improvisaciones. Entre las deficiencias apuntadas se cuentan: excesivas tomas a las autoridades políticas del oficialismo; omisión de participantes y exhibición desprolija de la bandera que se presenta. Deberá tenerse bien presente que las tomas serán incorporadas a Internet, de esta forma llegarán prácticamente a todo el mundo y, además, que permanecerán en el tiempo; de manera que cualquier cosa que se aparte de lo correcto tendrá una resonancia negativa para el evento; para la comunidad y para los responsables de la organización.

Secuencia

Nota: es muy importante elaborar un detallado guión de la ceremonia, para que alcance todo el realce que merece. Esto una tarea delicada que comprometerá a todo el equipo involucrado como manera de prever la mayor cantidad de contingencias posibles. Nada debería quedar librado a la improvisación.

1.- Antes del acto

Se recomienda muy especialmente, que los abanderados y escoltas ensayen debidamente las evoluciones que se espera de ellos. También se trabajará en a nivel de su actitud y lenguaje corporal. Otra recomendación es que deben disponerse en un triángulo equilátero, sin que los escoltas se encimen con el abanderado para así dar el realce debido a la bandera.

Recordar que el tahalí cae sobre la derecha del abanderado y que las bandas de los escoltas se usan pendientes del hombro derecho; cruzan pecho y espalda y terminan junto al lado izquierdo de la cadera.

La Bandera oficial de la Nación, la provincial y la de la localidad deben estar preparadas, endrizadas a sus respectivos mástiles. Si no los hay en número suficiente, se preferirá que la Nacional ocupe el mástil más jerarquizado y que la provincial y la local se icen juntas (si esto se admite en la provincia). De haber un solo mástil se endrizan al mismo en orden consecutivo (nacional, provincial y local). Respetar escrupulosamente el orden protocolar.

Con suficiente anticipación al inicio, habrá que chequear el correcto funcionamiento de las drizas y/o del equipo de elevación de los paños.

Es obvio que el lugar y su entorno debe ser cuidadosamente presentado, en todos sus aspectos (limpieza; césped bien cortado; inexistencia de pasacalles inadecuados; etc.)

El buen funcionamiento del equipo de audio es fundamental para el lucimiento del evento. En lo factible prever la disponibilidad de un grupo electrógeno como reserva ante cualquier corte del servicio eléctrico.

No olvidar la disponibilidad de equipo médico para emergencias; ni sanitarios. De ser posible conviene que existan previsiones para la hidratación de los participantes.

2.- Desarrollo

Ubicadas ya las banderas de las delegaciones invitadas y las autoridades presentes, el/la locutor/a anuncia el motivo del acto; lo que permite situar al público en la perspectiva histórica de la oportunidad y, además, realizará somera explicación de la dinámica.

Se nombran las principales autoridades presentes.

Toque de clarín que concite la atención de los protagonistas.

Ingreso de las banderas de ceremonias del municipio (nacional, provincial y la nueva enseña local, portadas por los abanderados designados para la ocasión; ejemplos: excombatientes de Malvinas o ciudadanos distinguidos) que pasarán a ocupar los lugares de privilegio que se les asigne.

Importante: todas las astas deben ser iguales, según lo fija el Decreto Nº 1650/ 2010, según normas IRAM.

Si la ordenanza de la bandera local prevé una corbata y tahalí particular, se usarán los mismos; en defecto de la primera es pertinente emplear un lazo con los colores predominantes en el paño o bien podrá usarse una corbata con los colores nacionales (idéntica a las que se venden para acompañar la Bandera nacional). Si no hubiera tahalí oficializado es factible emplear uno con los colores nacionales. El uso emblemas con estos colores se justifica en el sentido de argentinidad que engloba a todas las comunidades.

Es facultativo que el locutor anuncia los nombres de los abanderados y escoltas; al menos de las banderas principales.

Luego se canta el Himno nacional seguido del provincial, si o hubiera.

Lectura de las salutaciones y adhesiones que pudieran corresponder, en forma abreviada y no literal.

Se da lectura de la parte sustancial de la ordenanza que oficializa la nueva bandera local.

Seguidamente se mencionan a las autoridades que realizarán el/los izamientos:

La Bandera Nacional corresponderá al Intendente municipal; la provincial a la más alta autoridad provincial presente; la local podría asignarse al presidente del concejo, o bien, a un excombatiente o personalidad local.

Si se está presente el gobernador le corresponderá izar la Enseña nacional. Cada uno puede ser acompañado por otros funcionarios, las posibilidades son muy amplias y las variantes infinitas; lo que debe quedar claro es que la jerarquía de las banderas se corresponderá con las autoridades que las izarán. Una sugerencia factible es, que entre las personas que acompañen a los funcionarios, se incluya algunos niños ya que ellos serán los herederos del símbolo en el futuro próximo.

Toque de clarín, que convoque la atención de los presentes.

Durante el izamiento todas las banderas de ceremonias se colocan en sus respectivas cujas. No se inclinan.

Los izamientos pueden concretarse en simultáneo (cuidando que la Nacional sea la primera en llegar al tope, seguida de la provincial y por último la local) o consecutiva, respetando el orden de precedencia. En este último caso se entonará “Aurora”, acompañando el izado de la Enseña nacional.

El locutor anuncia que la bendición de la nueva bandera, en su versión de ceremonias. Se nombra al sacerdote que lo hará y se explica sucintamente qué significa este sacramental. Al respecto se sugiere consultar al religioso. Como referencia puede verse: https://banderasargentinas.blogspot.com/2019/12/la-bendicion-de-banderas.html
Se bendice de la nueva enseña. Es factible que el sacerdote introduzca una oración alusiva.

Palabras alusivas a cargo de la autoridad que presida el acto.

Presentación en concreto de la nueva bandera. Puede realizarse extendiendo el paño de la enseña de ceremonias o, en forma más pertinente, colocando un atril que contenga una reproducción grande para que puedan visualizarse adecuadamente sus atributos y facilitar su captación en las coberturas de los medios de prensa y en las redes sociales.

Lectura de la fundamentación de su diseño y explicación del significado de los colores. Si esto fuera muy extenso se sintetizará.

Puede ser oportuno que algunos niños repartan entre los presentes un volante que contenga la nueva bandera y la explicación de su simbolismo, será un recuerdo duradero del acto y de la gestión local interviniente. Es este sentido las variantes posibles son múltiples. Opción, repartir banderitas a los niños presentes.

Mención del autor del diseño ganador.

Distinción al autor del diseño ganador.

Es pertinente que si tiene padres; esposa /o e hijos esté acompañado por ellos, como forma de resaltar: a) el rol de la familia como ámbito en el que el autor concibió el diseño; y b) que la bandera tendrá continuidad de uso en las nuevas generaciones. Eventualmente se le puede otorgar un reconocimiento votivo.

Mención de los jurados que hubieran intervenido, eventualmente podría discernírseles un presente recordatorio.

También será el momento de nombrar y, opcionalmente, entregar algún certificado a los diseñadores finalistas. En su caso se los aludirá en el orden obtenido en el dictamen del jurado.

Si se dispusiera de cierto número de banderas locales podrían entregarse a las principales entidades de la localidad, pero personalmente veo preferible que esto ocurra en diversas fechas posteriores, como forma de contribuir al enriquecimiento del símbolo (tal como se expresó al inicio) y de multiplicar el protagonismo de las autoridades ante la comunidad.

Se anuncia el retiro de banderas y se concreta según el orden de precedencia: primero la Nacional, seguida por la provincial, la local y las banderas de las delegaciones presentes.

Luego, podrán retirarse las autoridades

Como culminación, será factible la presentación de algún programa artístico, pero ya por fuera de la ceremonia oficial.

3.- Ubicación posterior

Corresponde que a la brevedad posible se coloque la nueva bandera acompañando a la Nacional y a la provincial en el despacho del Intendente; en el salón principal de la sede de gobierno; en el recinto de sesiones del Concejo (a tal fin convendrá realizar una ceremonia de introducción en la primera sesión posterior a la presentación del símbolo) y en su presidencia.

Para terminar

Tan importante como la ceremonia de presentación de la nueva bandera es la atención que debe merecer de las autoridades con el transcurso del tiempo.

Corresponde a la autoridad municipal /comunal hacerla presente en los actos oficiales; entregar ejemplares a las instituciones más representativas de la localidad; mantenerla en sus oficinas y despachos; velar por su correcto empleo ceremonial; difundir su significado, particularmente en las escuelas; en fin en todas posible ocasión.

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