Una piedra y una percha en un acto oficial
Por Miguel Carrillo Bascary
En las intervenciones didácticas donde me toca participar suelo advertir que se debe extremar los cuidados cuando se concreta una presentación pública, ya que cualquier pequeño error que se visualice se magnificará en forma indefectible en la percepción general a través de videos y fotografías captados por las redes sociales y los medios de comunicación masivos.
Esto afecta negativamente la imagen institucional de la entidad organizadora y nos habla de falta de profesionalismo en los equipos de ceremonial.
Un caso en concreto
La reciente celebración del “día de la lealtad” llevó
al Presidente de la Nación y al Gobernador de Bs. Aires a la isla Martín
García, donde descubrieron un busto del general Perón.
La noticia política, que tuvo cobertura nacional, incluyó un ingrediente especial que no escapó
a la percepción de muchos.
Por distintos medios varios lectores del Blog me
hicieron llegar sus observaciones sobre dos
negativas circunstancias en la ambientación de la ceremonia.
El protagonismo de una piedra
La primera de ellas es que, para asegurar que la
bandera de ceremonia quedara bien firme en su lugar, se suplementó el pie colocándole
una gran piedra o trozo de
mampostería. Una desprolijidad que
asombra en un acto de este nivel.
En esta toma ampliada se ve mejor de qué hablamos:
El protagonismo de una percha
El siguiente “detalle negativo” consiste en que, por detrás de la bandera se visualiza de manera harto evidente la percha que se había colocado para intentar presentarla debidamente. El objetivo no se concretó, obviamente.
Los
expansores
La ocasión se presta para detenernos en estos curiosos
adminículos que no pueden faltar en número suficiente en todo departamento de
ceremonial
Para quienes no conozcan las sutilezas del Ceremonial, les hago saber que cuando se presentan banderas de posición, con el fin de que luzcan con mayor presencia y que pueda observarse el atributo central (en el caso de aquellas como Argentina), se les coloca un dispositivo expansor oculto a la vista, por detrás del paño, y sujeto al asta, lo que le da cuerpo y luce mucho mejor.
Aspecto de una bandera carente de
expansor y con el adminículo
Los expansores constan de dos varillas flexibles, que
por un extremo se unen sobre una abrazadera que se sujeta al asta; mientras que
en la otra punta llevan una pequeña pinza con resorte que sujeta el reverso del
paño.
Cuando se carece de este accesorio suele reemplazarse
por una simple percha de las que se
usan para la ropa. Lamentablemente esta improvisación puede deparar sorpresas,
como la que ocurrió en el acto oficial cumplido en la isla de Martín García.
Concluyendo
A
los lectores que advirtieron ambos gafes, mis felicitaciones.
Corramos
un manto de piadoso silencio sobre lo que evidencian estas fotografías.
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