Una mujer vestida del sol …
Por Miguel Carrillo
Bascary
Son muchísimas las apariciones que se le atribuyen a
lo largo de más de dos milenios, pero la Iglesia tiene por acreditadas una treintena. Esto no quita veracidad a otras, pero las características
de las primeras las hacen particularmente válidas. En algunos casos los
reconocimientos los ha realizado el obispo de una iglesia local.
No es mi objetivo tratar este tema que, por supuesto
me excede, solo me propongo analizar aquellas cuyo registro permite identificar
los colores de la vestimenta con que se presentó Nuestra Señora, lo que sí
es propio de este Blog. No pretendo tampoco realizar un análisis exhaustivo,
pero entiendo que el trabajo nos aportará un panorama de mucho interés.
Como guía tomaré el contenido de la obra de Roy
Abraham Varguese “Enviada de Dios” (Edit. Sudamericana. Bs. Aires. 2000). En
cada caso transcribiré las citas de las descripciones con que los videntes se
refieren al punto. No se incluirán las referenciadas con algún elemento
físico, como la archiconocida Virgen de Guadalupe. En cada caso busqué las representaciones más usuales de cada una.
En un anterior entrada me refería a "El celeste y la Inmaculada Concepción", les dejo el link donde podrán acceder a una nota que considero de enorme interés: http://banderasargentinas.blogspot.com/2018/12/el-celeste-y-la-inmaculada-concepcion.html
Seguidamente, analizaremos las apariciones que tienen formal reconocimiento papal:
Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa (París, 1830) Ob. cit. p.114
“Su vestido era blanco como el alba (…) cuello alto y mangas simples. Un velo blanco cubría su cabeza y caía a ambos lados de sus pies. Debajo del velo, su pelo, peinado en roscas, estaba atado con una redecilla de encaje, de alrededor de tres centímetros de altura o de dos dedos de ancho, sin pliegues y que descansaba suavemente sobre su cabeza”.
“La ropa de la Santísima Virgen era de un blanco plateado intensamente brillante (…) Estaba hecha de luz y de gloria, radiante y esplendorosa. No puede haber una expresión o comparación adecuada sobre esta Tierra. Llevaba un delantal amarillo, más brillante que una multitud de soles juntos. La corona de rosas que tenía en la cabeza era tan hermosa, tan brillante que desafiaba la imaginación. Las rosas de diferentes colores (…) unidas entre sí”.
Nuestra Señora de Lourdes (Francia, 1858) Ob. cit. p.123
“Está vestida de blanco, con un moño azul atado a la
cintura, que fluye hacia abajo con el vestido. Lleva en la cabeza un velo que también
es blanco; este velo solo permite ver muy poco de su cabello y luego cae hacia
atrás, por debajo de su cintura. Sus pies están desnudos excepto lo que cubren
los últimos pliegues de su vestido, y salvo en el lugar en que hay una rosa
amarilla que brilla sobre cada uno de ellos”.
Nuestra Señora de Pontmain (Francia, 1871) Ob. cit. p.126
“Estaba vestida con una túnica azul bordada con estrellas
de oro. Sobre su cabeza llevaba un velo negro y una corona de oro y en sus
pies, zapatos azules con cintas de oro”.
Nuestra Señora de Fátima (Portugal, 1917) Ob. cit. p. 131
“… toda vestida de blanco, más luminosa que el Sol, que desprendía rayos de luz más claros e intensos que un vaso de cristal lleno de agua”.
Nuestra Señora del Corazón de Oro (Beauring, Bélgica, 1932) Ob. cit. p. 135
“Llevaba una túnica blanca que fluía e irradiaba una
especie de luz azul”.
Nuestra Señora de los Pobres (Banneux, Bélgica, 1933) Ob. cit. p.137
“… llevaba una larga túnica blanca con un lazo de un azul inolvidable y un velo blanco y transparente que cubría su cabeza y sus hombros. Se podía ver su pie derecho coronado de una rosa amarilla entre los dedos”.
Estas otras advocaciones gozan de reconocimiento del obispo ordinario del lugar:
Nuestra Señora de Knock (Irlanda, 1879) Ob. cit. p. 100
“… llevaba un manto largo de color blanco, que caía en
grandes pliegues sueltos alrededor de sus hombros y estaba abrochado al cuello;
tenía una corona en la cabeza y parecía ser un poco más amarilla que el vestido
o la túnica que usaba Nuestra Bendita Señora”.
Nuestra Señora de todas las Naciones (Ámsterdam, 1945 -1984), también llamada Ntra. Sra.
de los Pueblos. Ob. cit. 172
“Estaba vestida de blanco y llevaba un pañuelo”
Nuestra Señora de la Revelación (Abadía de Tre Fontane, Roma, Italia, 1947)
“… vestida con una túnica blanca y ceñida en la
cintura con un cinto rosado. Los cabellos eran negros y ligeramente recogidos
por una cinta verde esmeralda que llegaba, al igual que la túnica, hasta los
pies descalzos, en su mano derecha sostenía un libro de pasta color ceniza”.
Nuestra Señora de la Oración (L'Ile Bouchard, Francia, 1947)
“Llevaba un vestido blanco brillante con bordes
dorados, una faja azul, y tenía consigo un rosario blanco. Su velo era blanco
de un matiz diferente y le llegaba casi hasta los pies” .
Nuestra Señora de Cuapa (Nicaragua, 1980) Ob. cit. p. 148
“El vestido era largo y blanco con un lazo celeste
alrededor de la cintura y tenía mangas largas. Cubriéndola había un velo, de
color crema pálido, con un bordado de oro en el borde”.
Nuestra Señora de Soufanieh (Damasco, Siria, 1982 – 1990)
“Tenía un velo blanco que cubría su pelo. El velo era
parte del vestido. Sobre su hombro derecho había una capa de color azul cielo
que le envolvía la espalda y se cruzaba sobre su lado izquierdo. El vestido
blanco le cubría los pies y sólo se podían ver sus manos. El vestido y la capa
parecían estar hechos de luz blanca y azul”.
Nuestra Señora del Rosario (San Nicolás, Argentina, 1983)
“Tenía un vestido azul y cargaba al niño Jesús en sus brazos con un rosario largo”.
María, Rosa Mística (Montichiari, Italia, 1987)
“… vestida de
blanco, con una capa blanca que tenía reflejos de luz plateada. Un manto blanco
sujetado bajo la garganta, como por un gancho. Este manto le llegaba hasta los
pies, dejando entrever sobre la frente cabellos color castaño claro. Tenía
ribete bordado en oro”.
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