El primer "poncho oficial"
Esta es la cuarta nota de la serie “De ponchos e identidades”, la nómina y los accesos a las previas se encuentran al final.
Primeras palabras
Prestigia a este Blog
difundir el estudio que el Dr. Félix Montilla Zavalía[1] dedicó al poncho tucumano. Hago
constar mi personal agradecimiento para este prolífico colega, quien asombra
por su versación en diversas temáticas, pero más destaca por su generosidad
intelectual, como lo pueden testimoniar los miles de personas que siguen sus
redes sociales.
A esto sumo otras
referencias sobre el poncho oficial de Tucumán, que constan en la segunda
parte de este trabajo y en todas las notas realizadas al pie.
Texto del Dr. Montilla Zavalía:
El poncho tucumano "de ley"
“El
poncho que identifica a la provincia de Tucumán,
y que los tucumanos festejan todos los 15 de julio, es una magnífica obra
textil creada en los años '70 procurando que fuera una prenda identitaria,
similar a la creada por los salteños, y que unificara la vestimenta en los desfiles
gauchescos. Se impuso por ley provincial
Nº7.400.
Pero, en realidad, el poncho tucumano o “del Tucumán” - pues era similar desde La
Rioja, pasando por Catamarca e incluyendo a Salta y a nuestra tierra, es decir
el "poncho criollo del Norte"-, carece de diseño uniforme y sus colores
característicos son de la gama del colorado/naranja que se obtenía del uso de
una planta llamada socondo[2],
con tonalidades beige/marrón, producto del uso de la cáscara de la nuez
silvestre. En los recónditos lugares del cerro todavía se pueden ver aquellos
viejos ponchos tucumanos. Las ilustraciones de los pintores costumbristas los
muestran. Ver las obras del eximio artista local Alfredo Gramajo Gutiérrez (1893-1961), realizadas en las primeras
décadas del siglo XX.
Museo Nacional de Bellas Artes[3]
En otros casos, las pinturas post independentistas nos muestran ponchos gruesos, sin flecos y adornados con guardas florales o con listones horizontales en verde, azul, marrón, beige o blanco.
El "poncho nuevo"
Las fiestas de los bicentenarios que los argentinos festejaron,
con mucha modestia, pero con profundo patriotismo –de 1812, 1816 y 1820- nos hicieron
sentir un inusitado sentimiento de tucumanidad.
Sí, una mezcla de orgullo por el rol de nuestros ancestros en la gesta
independentista y de pasión por la cultura local, una suerte de sano
nacionalismo vernáculo.
Una de esas manifestaciones puede advertirse en el
valor que se le ha dado al poncho tucumano. Intrigado por sus colores y
diseños, emprendí hace algunos años una pesquisa para rastrear su historia, y
gran fue mi sorpresa al no poder
retrotraerme a más allá de los años `60 del siglo XX. Es decir, que solo
pude corroborar que nuestro poncho apenas tiene cinco décadas.
Hacia 1960 Guillermo
Leopoldo Cúneo Quiroga, dueño de una gran tienda de artículos regionales
cercana a la “Casa Histórica[5]”
y apasionado por las artesanías tucumanas, sugirió en base a sus conocimientos
de las manufacturas textiles de la zona de los Valles Calchaquíes, que el
poncho que se usaba en estas tierras era de color “tirando a vicuña” y que tenía guardas bordó.
Su sugerencia fue receptada por el gobierno tucumano
que, mediante Resolución de la
Secretaría de Turismo Nº2.988/1 de 1975[6],
oficializó el diseño propuesto por el investigador. El 15 de julio de ese año,
en la “5ta. Feria Artesanal de Tucumán”, el poncho fue presentado y bendecido
por el padre Alfredo Posadas. Lo tenía puesto en esa ocasión Don Victoriano
Caro[7],
quien fue presidente durante muchos años de la Agrupación Tradicionalista “Gregorio
Aráoz de La Madrid[8]”.
Paralelamente el citado hizo tejer a su costa numerosas unidades que sabía
regalar como particular testimonio.
Para contribuir a divulgar su diseño, la Caja Popular
de Ahorros emitió un billete de lotería
en agosto de ese año, con la figura de un gaucho que lucía la prenda recientemente
institucionalizada. El tiempo fue pasando y el poncho concebido diseñado por Cúneo
Quiroga quedó en el olvido, mientras que el denominado poncho salteño, rojo con franjas negras, fue cobrando importancia
al punto de ser adoptado por los tucumanos como propio.
Esa situación determinó que, en julio de 2004, la Federación Gaucha de Tucumán[9]
propusiera a la Legislatura local la creación de un poncho, retomando el diseño
de Cúneo Quiroga. El indudable respaldo institucional que implicó el protagonismo
de la entidad fue fundamental para persuadir a los legisladores de la
factibilidad de instituir oficialmente el “Poncho
Tucumano”.
Esto se concretó mediante la sanción de la Ley Nº7.400 que estableció que la
prenda debía ser:
- De forma rectangular con una abertura longitudinal
en el centro y con flecos en su alrededor.
- Su color será castaño, con una franja gruesa y dos
finas bordó a sus costados, al igual que el cuello y la fina franja alrededor
de la prenda.
Además, ordenó
al Poder Ejecutivo que lo divulgara “en
el orden internacional y nacional”.
Según las investigaciones de Cúneo Quiroga,
reproducidas por la Federación Gaucha de Tucumán, la explicación de los tonos
del poncho obedece a que el color predominante de la lana que se tenía para
confeccionarlo era de vicuña, guanaco y llamas, lo que le da el tono castaño. En cuanto al bordó, se
inspiraría en la cerámica indígena y
en ser el color principal de la tejeduría colonial.
El Poncho Tucumano según los
testimonios de los siglos XIX y XX
El rojo como color preponderante
El botánico alemán Jorge Hieronymus, al describir la flora provincial tucumana en 1875[10],
remarcaba que en las sierras del Oeste existían especies de umbelíferas, tales
como la bowlesia actangula, galium
hirtutum y richardianum, “yerbas que llaman los nativos del cerro
tucumano “soconder” y que se puede usar […] en la tintorería”. Agregaba que, “los habitantes de la sierra las usan principalmente para teñir la lana
empleada en la fabricación de ponchos”.
Inocencio Liberani (1849-1921) en 1881, afirmaba que la tintorería en
Tucumán, era una “industria algo
desarrollada, especialmente entre la gente del campo, pero de una manera muy
embrionaria”, y luego detallaba los elementos animales y vegetales que se
aplicaban para tales fines. Afirmaba[11]
que:
“[…] el socondo es una planta del género gullium, que crece muy abundante en la serranía, y de la cual se hace bastante comercio por sus excelentes calidades como planta tintórea, pues con ella puede teñirse sin mordiente y de un modo muy firme, especialmente los tejidos de lana. Por decocción se saca de ella una tinta, desde el rosado hasta el rojo oscuro. El socondo es una de las plantas tintóreas más empleadas en el país para teñir ponchos, frazadas, etc.”
La visita del geólogo Penk
El geólogo Walter
Penk 1888-1923), regresando en 1915 de un viaje por los Valles Calchaquíes
y dirigiéndose por el Valle de Tafí hacia Tucumán, describe su arribo diciendo sobre este último:
“[…] rebosando de verde esmeralda está frente a nosotros. Imponentes conos detritos, revestidos por prados se separan en los muy erosionados faldeos con pastizales y quebradas boscosas. Aisladas cabañas se halan esparcidas allá. En el fondo del valle hileras de coposos sauces deslindan los prados y potreros. Casas blancas se vislumbran entre ellos […] Atrayentes casas de campos con galerías y hamacas, las casas veraniegas de los tucumanos. Las gentes todas con ponchos colorados, nos miran asombrados”.
El poncho tafinisto
Finalmente, la geógrafa tucumana, Estela Barbieri de Santamarina, haciendo un relevamiento de Tafí
del Valle en la década de 1940, describía la vida campesina y manifestaba que
allí “existe un determinado tipo de
poncho “tafinisto”, particular en tamaño y colorido (azul y rojo oscuro)”.
Ponchos del Tucumán antiguo
El poncho, como prenda de abrigo, poco a poco tiende a
desaparecer por el auge de las fibras sintéticas. Sin embargo, todavía pueden
encontrarse cerro adentro, algunos ejemplares de ponchos centenarios fabricados artesanalmente en telares.
La gente los suele utilizar como mantas y denominan “frezada” a los ponchos más pesados de
trama compacta y casi apelmazada, cuya característica principal es que impiden
el paso del agua de lluvia y les permite a los criollos taparse, en el
supuesto de tener que pernoctar al aire libre, en el cerro o en el llano. En
algunos casos los ponchos no tenían flecos y eran adornados por guardas
bordadas con sencillos diseños de flores.
Casi todas las personas criollas, de edad mayor,
coinciden en la gruesa y compacta trama, en las amplias medidas y, por, sobre
todo, en el color rojo como color
principal, con listones horizontales en verde, azul, marrón, beige, blanco
o negro. Durante el siglo XIX la fabricación de ponchos y frazadas fue una importante industria en Tucumán, y era
fuente de ingreso de las mujeres del campo.
Lógicamente esos mismos colores y diseños fueron comunes en todo el Noroeste argentino, el
viejo Tucumán del período indiano, pues comparten la geografía cultural y la
flora que permitía teñir las lanas.
Renacer de las tejedoras
Los avances tecnológicos y la modernidad acabaron con
la industria textil artesanal, sin embargo, todavía perviven
algunas tejedoras que mantienen los centenarios
procedimientos de confección de ponchos y frazadas, especialmente en
Amaicha y en el Valle de Tafí”.
Félix Montilla Zavalía
Notas sobre el poncho tucumano
Por Miguel Carrillo Bascary
1) Su vigencia actual
Desde que se aprobó la ley
que oficializó al poncho tucumano su uso
se ha divulgado en forma extraordinaria, de manera que la aspiración inicial
de que pudiera distinguir a la provincia es hoy toda una realidad. El proceso permitió fortalecer la identidad
local, la tucumanidad, hasta el punto en que su origen es inmediatamente
reconocido, cuando sus portadores se presentan revestidos con él en los múltiples
escenarios costumbristas y culturales del país.
Paralelamente la
producción y la comercialización del textil es fuente de recursos para centenares de tucumanos, con lo que
constituye un recuerdo válido para los miles de turistas que visitan la Provincia
y gustan llevarlo hasta sus lugares de procedencia. Cabe señalar que en el
2016, año del bicentenario de la Independencia, las existencias de ponchos
tucumanos se agotó por la gran demanda del turismo[12].
El gobierno de la Provincia viene cumpliendo con la comisión que le asigna la
Ley en procura de popularizar a este poncho como imagen de la misma. En tal
sentido se acuñó la siguiente infografía
que sintetiza sus principales elementos:
Como observación se consigna que en los ejemplares realizados de manera industrial el color base tiende al canela, debido a los pigmentos que se utilizan.
2) Quién inspiró el poncho tucumano
Con toda justicia puede
señalarse con este carácter a Guillermo
Leopoldo Cúneo Quiroga como quien concibió la oportunidad de identificar a Tucumán
con un diseño determinado de poncho. Su hija, Lía Cúneo Quiroga[13],
poeta, investigadora y escritora, hace saber que[14]:
“El Poncho Tucumano resurgió de una
investigación que hizo mi padre, Guillermo Leopoldo Cúneo, en los Valles
Calchaquíes. El primer poncho tucumano lo encargó él a tejedoras de los Valles
Calchaquíes entre fines de la década del ‘60 y principios de la década del ‘70.
Se presentó el proyecto por aquellas épocas. Fue puesto a la venta, por primera
vez, en Regionales "El Coyuyo[15]" [ya desaparecida], de su propiedad, frente a la Casa
Histórica. Todo dato que presenta la Federación Gaucha es el resultado de la
ardua investigación que realizó mi padre, fallecido en el año 1984.
Anteriormente ya había ingresado como proyecto a la Legislatura de Tucumán. Su
investigación, y la foto de mi padre mostrando el primer poncho tucumano fue
publicado, en aquellas épocas, en el
diario “La Gaceta” [Tucumán].
Como bien lo recuerda su hija, Cúneo Quiroga comerciaba artículos regionales por lo que recorría el interior profundo del Noroeste en búsqueda de mercaderías, tarea que inevitablemente lo puso en contacto con teleras que seguían trabajando con técnicas ancestrales. Así, pudo adentrarse en las tradiciones vernáculas que iluminaron la vida de su abuelo materno, Adán Quiroga (1863-1904). Este fue un abogado, arqueólogo, periodista, estudioso del folcklore norteño y del pasado indígena de la región. Se lo considera uno de los iniciadores de la investigación antropológica y arqueológica en la Argentina. En su obra más divulgada. “La cruz en América[16]”, estudió la difusión de este símbolo en diversas culturas anteriores a la llegada de los españoles y su posterior evolución.
Se ilustra con un suri (ñandú), cultura
Santa María (1000 d.C. a 1480 d.C.)
Pero la publicación que más interesa a la temática de esta nota es “Folklore calchaquí[17]”, donde Quiroga describe con lujo de detalles sus vivencias como observador de los vestigios culturales relacionados con las tejedurías autóctonas del Noroeste a fines del siglo XIX, herederas de los usos y costumbres ancestrales. En su obra nos descubre[18] que el tejido en telar tenía ribetes de un acto religioso, que se trasuntaba en el uso de los materiales, diseños y colores. Por esto es muy recomendable su lectura a quienes se apasionen por los ponchos, en la nota pertinente se consigna el link que permitirá acceder a la publicación en forma íntegra.
De entre sus líneas se extrae
el siguiente párrafo:
“La última de las prendas de vestir de la
enumeración que dejo hecha, y la más
importante de todas, es el poncho, universalmente usado por los campesinos
y paisanos en general de estas provincias del Norte. […] El poncho es generalmente grueso, de
distintos colores, en rayas generalmente punzó, amarillas, cáscaras y negra; su
tejido no es fino como el de las mantas y chales; pues el poncho, a más de
servir para cubrir el cuerpo cuando se lo lleva puesto, es usado como colcha en
la cama para taparse. El ‘puhuyo’ o puyo,
como se le llama vulgarmente, no es sino un poncho más largo, más confortable,
grueso, ordinario y peludo”.
4) El poncho del general Roca
Como se sabe, Julio Argentino Roca[20],
quien fue dos veces presidente de la
Nación[21],
el general más joven de la Nación (grado al que llegó en el campo de batalla) y
factótum del desarrollo del país a fines del siglo XIX, hasta el punto que el
actual primer mandatario, Javier Milei, lo presenta como paradigma del
gobernante progresista a seguir, nació en 1843, en la estancia familiar de ”El
Vizcacheral” (departamento Leales) y cursó su escuela primaria en Tucumán. Esto
supuso que llegó a conocer visceralmente sus costumbres rurales. Luego continuó
con sus estudios en el Colegio nacional de Concepción del Uruguay (Entre Rios)
En el ”Museo
Roca e Instituto de Investigaciones Históricas[22]”,
barrio de La Recoleta, ciudad de Bs. Aires, establecido en 1964, se
atesoran dos ponchos a los que se atribuye haber pertenecido al expresidente.
Verán que éste[23],
es notoriamente coincidente con el poncho oficial de Tucumán, lo que constituye
un argumento más que otorga legitimidad
de origen al diseño consagrado como
emblema local. Su ficha museológica consigna que está:
“[…] tejido de
algodón mercerizado beige y morado, todo decoración [sic], dos guardas longitudinales y guía central
de moscas bordadas, escote terminación, trencilla y dos moños aplicados, borde
con trencilla”.
Podrá cuestionarse la subjetiva apreciación de la
ficha museológica, que sindica como “moradas” a las guardas que lo ornamentan,
pero la visión de la pieza lo asimila netamente a la gama
del rojo del hoy poncho provincial.
Como dato complementario, les presento el otro poncho que se referencia con Roca[24].
Posee rasgos notoriamente diferentes al anterior, se trata de un pocho pesado y
de menor calidad. El Museo lo describe así: “Poncho de lana color rojo, decoración de tres guardas rayadas
longitudinales, escote y borde con trencilla rayada colores diversos”.
5) Texto comentado de la Ley Nº7.400[25]
Tema: Poncho oficial de la provincia de Tucumán.
Sancionada por la
Legislatura de Tucumán, el 15 de julio de 2004.
Advertencia: la normativa
se expresa en cursiva, los comentarios en azul.
“Artículo 1º.-
Institúyese como "Poncho Tucumano" a la prenda cuyas características
se detallan:
- De forma rectangular con una abertura longitudinal
en el centro y con flecos en su alrededor.
Comentario: deja libertad en cuanto a las dimensiones
- Su color será castaño, con una
franja gruesa y dos finas de color bordó a sus costados, al igual que el cuello
y la fina franja alrededor de la prenda.
Comentarios:
El
concepto de “castaño” no es objetivo, por lo que corresponderá interpretar que
corresponde a una amplia gama de todos de lo que comúnmente se considera como color
“marrón”; parecida circunstancia se da en cuanto al término “bordó”, comúnmente
llamado “borra vino”, “sangre de toro” u otras expresiones similares.
Como la
ley no expresa ninguna dimensión esto implica dar amplia libertad a quienes lo
fabrican. Lo propio vale respecto del ancho de las franjas. Se advierte que no
cabe suprimir la franja que circunda la prenda.
Artículo
2º.- Sera instituida como "Día del Poncho
Tucumano", la fecha en la que el Poder Ejecutivo promulgue la presente
ley.
Comentario: La promulgación de una ley la realizó el Poder Ejecutivo (gobernador)
en forma expresa mediante decreto del 2
de agosto de 2004 (véase imagen al final de este apartado), fecha en que debería ser reconocida como
“día del poncho tucumano”. Por el contrario, se conmemora cuando la Legislatura sancionó la Ley, el 15 de julio,
lo que implica una evidente violación
a lo ordenado.
Artículo
3º. - La Honorable Legislatura exhibirá como poncho
modelo al "Poncho Tucumano" donado por la Federación Gaucha de Tucumán.
Comentario: La entidad agrupa a más de 40 instituciones.
Artículo
4º.- El Poder Ejecutivo deberá realizar, en el orden
internacional y nacional, la divulgación de lo establecido en la presente ley.
Comentario: La disposición es imperativa y deja un
amplio campo de acción al Gobierno de Tucumán.
Artículo
5º.-El Poder Ejecutivo procederá a reglamentar la
presente ley dentro de los sesenta (60) días a partir de su promulgación.
Comentario: Verificada la compulsa en la base de
datos normativos de la provincia, hasta el momento de (enero de 2024) el Poder
Ejecutivo no ha cumplido lo ordenado por la ley, lo que resulta significativo
ya que la norma registra VEINTE AÑOS de vigencia.
Artículo
6º- [De
forma]”
6) Evaluación para el lector (Prueba para obtener un “felicitado”)
Consigna: detecta porqué razón el ejemplar que se muestra NO ES UN LEGÍTIMO PONCHO TUCUMANO (respuesta al final de esta nota)
Fuentes de la nota firmada por el Dr.
Montilla Zavalía:
- BARBIERI DE
SANTAMARINA, Estela. Notas a la Antropogeografía
del Valle de Tafí. Universidad Nacional de Tucumán. San Miguel de Tucumán. 1945.
- HIERONYMUS, Jorge. Observaciones sobre la vegetación de la
Provincia de Tucumán. Universidad Nacional de Tucumán. San Miguel de Tucumán. 1875: https://bibdigital.rjb.csic.es/viewer/1756674/?offset=#page=1&viewer=picture&o=bookmarks&n=0&q=
- LIBERANDI,
Inocencio, quien tuvo a su cargo el capítulo VII “Productos naturales”, en la
obra conjunta que elaboró con otros eruditos, bajo dirección de Paul GROUSSAC: Memoria Histórica y Descriptiva de la
Provincia de Tucumán. M. Biedma. Bs. Aires. 1882: https://www.cervantesvirtual.com/obra/memoria-historica-y-descriptiva-de-la-prov-de-tucuman--por-pablo-groussac-et-al/
- MONTILLA DE
ZAVALIA, Félix. Entrevistas a: Jacinto Moreno (La Ovejería, Tafí del Valle,
2017); Aurelio Tolaba (El Churqui, Tafí del Valle, 2015); Ercilia Cruz (La
Ovejería, Tafí del Valle, 2016) y otros.
- MONTILLA DE
ZAVALIA, Félix. En Junta de Estudios
Históricos de Tucumán (Facebook),
17 de julio 2020: https://www.facebook.com/profile/100066377986219/search/?q=poncho%20tucumano y en el Facebook del autor: https://www.facebook.com/felixalberto.montillazavalia?__cft__[0]=AZUTIFpCfXmjnGW0HPImnor8nX6A8QgWFb6z0KL4ATPTcYjpaStKXwrYb-2f56TZ-VCWS4cU-6ibnsLzTM39xydiRecUeaFKOZxgJR13dQHtbEv0tom2wjv-z2iZu8QG0L7B-3nTAHyQLyLiWs3jLpp_KLlGHzWJ5vq1YC8BoYoudQ&__tn__=-UC%2CP-R
- PENK, Walter. Puna de Atacama: bergfahrten und jagden in
der cordillere von Südamerika (Puna
de Atacama: viajes de montaña y cacerías en la Cordillera de Sudamérica) Academia
de Ciencias. Leipzig. 1920: https://digital.slub-dresden.de/data/kitodo/sudrdepud_303857056/sudrdepud_303857056_tif/jpegs/sudrdepud_303857056.pdf
Respuesta a la prueba: ¡Felicitaciones! No
es un legítimo poncho tucumano ya que le falta el borde rojo, tal como lo requiere el
Artículo 1º, parte final, de la Ley Nº7.400. ¡OJO!
Acceso a las notas de la Serie "De Ponchos e identidades" publicadas en otros segmentos de este Blog:
“Ponchos provinciales”:
https://banderasargentinas.blogspot.com/2023/12/de-ponchos-e-identidades-nota-1.html
“Salta, el primer poncho/ bandera”: https://banderasargentinas.blogspot.com/2024/01/de-ponchos-e-identidades-nota-2.html
“El poncho santafesino, nuevo
símbolo provincial”
https://banderasargentinas.blogspot.com/2024/01/de-ponchos-e-identidades-nota-3.html
Notas y referencias
[1] Abogado y escribano. Es miembro de número de la Junta de Estudios
Históricos de Tucumán y del Instituto Argentino de Historia Militar. Relator
del Ministerio Fiscal ante la Corte Suprema de Justicia de la provincia de
Tucumán. Investigador. Publicista.
[2] Bowlesia actangula, galium
hirtutum, y rebulnium richardianu, también se lo
llama “raíz de teñir” o “raíz barranquera”.
[4] Lámina obtenida de Picturesque
illustrations of Buenos Ayres and Monte Video. R. Ackerman, editor. Londres,
1820, p. 87/90: https://books.googleusercontent.com/books/content?req=AKW5Qad_CfxCpIXmmBRGiUz9zHpxd3F_Msfqe5eWxY9AaGcLhxfhTkvZPdjCsY-hJ91UgXfyIEtW4wuuK1LF17vRfUQchzcCoO_SCLlE5V2pcZ14ffSgL3agmCpUVTqjNAPRNxcHcdn-dFvJMuBZ9RQ8VHHQNwniOEBujx293Ok49AVqFKSGTj5vpbhVXcExPg0jQg1sWhBMiY4bugPTEgNxqDJAGh8dK3t-LmLNYF2YxSLqGnJ1UWvls2pi2NQFXYmMjk8RgMzDhokCcyHr2KXev_BohE2Ce0PRh3tH1v8zDRZt7hMCqGQ
[5] El autor se refiere a la casa donde se declaró la independencia
argentina, el 9 de julio de 1816. Los tucumanos la llaman así “Casa Histórica”,
mientras que el resto de los argentinos la designa como la “Casa de Tucumán”.
[6] Por entonces se encontraba a su frente el Lic. Miguel Ángel Cosiansi.
[7] Este reconocido ciudadano fue distinguido como primer “Gaucho Ilustre
de Tucumán” (Decreto Nº1.454 SG/ 1996). La prenda se exhibía regularmente en el
Museo Folclórico de Tucumán, al que Caro la solicitaba cuando consideraba
oportuno lucirla en algún evento donde representaba a la Provincia, finalmente,
como un reconocimiento a su labor, le fue regalada. Don Victoriano falleció el
8 de abril de 2007.
[8] Institución fundada en el año 1943.
[9] Fue fundada el 25 de noviembre de 1955, por lo que ese día se conmemora
en la Provincia el “Día del Gaucho Tucumano”.
[10] https://bibdigital.rjb.csic.es/viewer/1756674/?offset=#page=1&viewer=picture&o=bookmarks&n=0&q=
[11] LIBERANI, Inocencio, en Memoria
Histórica y Descriptiva de la Provincia de Tucumán. GROUSSAC, Paul (coordinador).
M. Biedma. Buenos Aires. 1882, p. 367: https://www.cervantesvirtual.com/obra/memoria-historica-y-descriptiva-de-la-prov-de-tucuman--por-pablo-groussac-et-al/
[12] https://www.lagaceta.com.ar/nota/690347/sociedad/sentimiento-nacionalista-provoco-se-agotara-poncho-tucumano.html
[13] Autora de Mujeres destacadas de
Tucumán (2016) y de Vida, obra y alma
del Dr. Adán Quiroga (2014), entre otras producciones.
[14] Referencia divulgada en la fanpage
del Ministerio de Educación de la provincia de Tucumán el día 15 de julio de
2021: https://www.facebook.com/educaciontuc/photos/a.10152376856031534/10157640287426534/?type=3
[15] No por casualidad, se denomina coyuyo
a la cigarra gigante (quesada gigas),
insecto hemíptero de la familia cicadidae,
su capullo permite elaborar lo que se conoce como “seda del monte”, mediante
una técnica que estuvo bien extendida en el Noroeste argentino hasta mediados
del siglo XX. Con la misma era usual bordar decoraciones a los tejidos en
telar.
[16] Quiroga, Adán. La cruz en América.
Castañeda. Bs. As. 1977. Puede descargarse libremente desde: https://ia801607.us.archive.org/13/items/lacruzenamerica00quiriala/lacruzenamerica00quiriala.pdf
[17] Quiroga, Adán. Folklore Calchaquí.
Fundación de Historia Natural “Félix de Azara”. Bs. Aires. 2017, puede
descargarse libremente desde: https://fundacionazara.org.ar/img/libros/Folklore-Calchaqui.pdf
[18] Quiroga, A. Ob. cit. pp. 303 a 315.
[19] Como resido en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe, me ha
resultado imposible ya que las ediciones de este medio de aquellas fechas no se
encuentran disponibles on-line.
Eventualmente no pierdo la esperanza de que algún amigo pueda conseguirme su
texto para adjuntarlo al presente estudio.
Lo agradeceré mucho.
[20] Es profusa y hasta contradictoria las biografías sobre Roca. Me permito
sugerir una de síntesis, la escrita por Rodolfo SALA. El general del desierto. La Historia de Julio Argentino Roca,
protagonista de la Generación del 80. Edición del autor. Bs. Aires. 2013. Accesible
en forma íntegra desde el portal: https://www.academia.edu/34022438/EL_GENERAL_del_desierto_La_Historia_de_Julio_Argentino_Roca_protagonista_de_la_generaci%C3%B3n_del_80
[21] Primer mandato, 1880-1886. Segundo, 1898-1904.
[22] https://museoroca.cultura.gob.ar/info/museo/; https://www.catamarcaciudad.gob.ar/museo-adan-quiroga/ y https://www.instagram.com/museorocainstituto/?hl=es-la
[26] El autor de este Blog cumple con agradecer los aportes de la Señora
Juana Sánchez Barot le hiciera llegar para componer esta nota.
[27] La primera y el último representaron a la Agrupación Gaucha “Gral.
Manuel Belgrano”; el segundo a la Agrupación Gaucha “Sagrada Familia”, de la
localidad de Alderetes.
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