Un eterno problema que puede neutralizarse
Por Miguel Carrillo Bascary
Considero que esta nota será particularmente útil para
ceremonialistas y organizadores de eventos, ya que las conclusiones que
resultan permitirá un mejor lucimiento de este tipo de banderas.
Recapitulando
Uno de los problemas que entraña el uso de astiles
para banderas en los frentes edilicios es que la intensidad de la brisa suele
rebatir sus paños sobre si mismos en forma harto caprichosa, con lo que los
vexilos dejan de lucir en plenitud y se afecta la estética general.
Si, además, estos astiles con banderas son varios, la asimetría que presentan entre ellos siempre
molestará al observador atento. Todos aquellos que gustamos de las banderas
sabemos bien de qué se trata.
Más allá de esta afección visual, cuando se enrola del
paño en el astil tarde o temprano se verá afectada su integridad. Si las lluvias o el rocío se hacen presente,
la humedad queda entre los pliegues, con lo que se favorece la proliferación de
hongos y se fija el smog, por lo que a mediano plazo la vida útil del vexilo se
reduce.
La tecnología ha ensayado desde antiguo diversas formas para mantener los paños
extendidos y disminuir la posibilidad de su enrollado. En algunos casos se
usan barrales o tutores que inevitablemente desnaturalizan el flameo, además estos
accesorios agregan partes al conjunto con lo que aumentan las posibilidades de
desgaste y demandan un celoso mantenimiento. A veces se emplean estos tutores sobre el lado inferior, otras
en el superior y no faltan aquellas donde el accesorio es doble. En ocasiones estos
aditamentos son externos y en otras se deslizan por el interior de vainas que
se disimulan en los paños. Los hay asimétricos, pero también disímiles. Si los
vientos son fuertes y el textil no es de buena calidad los tutores pueden
romper la estructura del paño. En fin, que la
variedad es amplia, cada una con sus pros y sus contras.
En otra nota que publiqué en este Blog referencié la
posibilidad de emplear paños
trapezoidales, una solución interesante pero que no se adapta a todos los
diseños de banderas. (Ref.: http://banderasargentinas.blogspot.com/2022/06/banderas-trapezoidales.html)
Una solución muy sencilla a la que ya me referí en
otra nota de este Blog es la usar
captores o bridas , que atan la arista inferior del lado del vuelo y de
esta forma limitan el flameo (Ref.: http://banderasargentinas.blogspot.com/2021/08/util-complemento-para-las-banderas-de.html)
Novedad
Hoy aporto al debate otro modo de fijación que se presenta particularmente flexible y
estable ante la constante acción de las brisas. Es el ilustrado al abrir esta
nota.
Si se analiza bien veremos que la composición permite
que el paño se muestre íntegramente,
ya que pende de un barral, el que a su vez está endrizado y se completa con una
brida que le da solidez al conjunto.
El largo del astil y su posición con
respecto a la fachada garantiza que la tela no entre en contacto con la
mampostería. Como un detalle, el tope del astil es redondo, lo que evita la
posibilidad de que el textil se enganche con las clásicas aristas del elemento.
Obsérvese la composición
funcional de la disposición comentada, la que señalo con vectores amarillos:
Solo queda
librado al flameo el ángulo superior del vuelo (encerrado en el círculo
verde), cuya reducida extensión no permite que se enrolle ni en el tutor, ni en
el astil.
No olvidemos que, en esencia, las banderas son dispositivos aerodinámicos sujetos a las leyes de este disciplina.
Como una sugerencia,
si se incorporan refuerzos triangulares en ambos extremos del vuelo se
incrementará notablemente la vida útil del textil.