Noche y sangre, una herencia ancestral
Por Miguel Carrillo Bascary
En este Blog ya se referenció a la etnia comechingona a partir del análisis de la bandera que en el año 2016 adoptó la comunidad del Valle de Paravachasca (provincia de Córdoba). Para un mejor marco de referencia se remite a esa publicación en donde, además, se mostraban otros vexilos comunales, y se explicaba por qué se designa a sus miembros con el apelativo de comechigones y no con el habitual de comechingones, sin embargo, utilizaremos este último por encontrarse ampliamente difundido. Ref.: http://banderasargentinas.blogspot.com/2016/12/bandera-de-la-comunidad-comechigonadel.html
Hoy nos corresponde referenciar la bandera del pueblo comechingón en su
conjunto, que elaboró el señor Silvio
Alfredo Fernández[1],
a quién también se aludió en la nota apuntada. Él hace saber que elaboró su
diseño a pedido de “miembros de
comunidades Comechingón y representantes de asociaciones culturales
relacionadas al rescate de esta cultura, entre los que se encontraba el señor
Eduardo Heredia”.
Este último, donó las valiosas piezas de su colección
personal que constituyó el núcleo principal que permitió formar el Museo Arqueológico Municipal (MAM) de la ciudad de Alta Gracia, provincia
de Córdoba, en el epicentro de la zona ancestral.
El repositorio se inauguró en el año 2017 y desde
entonces se constituyó en un punto de
referencia fundamental para difundir esa cultura y un centro de alto interés
turístico[2].
El Censo Nacional de Población de 2010 reveló que casi
35.000 personas que se auto reconocieron comechingones, poco más de 17.000
residen en la provincia de Córdoba.
Descripción
El paño de la bandera del pueblo originario comechingón se parte en vertical en dos mitades iguales. El segmento inmediato al asta es negro y rojo el del vuelo, colores que llevaban originalmente los guerreros para presentarse al combate. El sector negro representa al cielo nocturno, que carga la Cruz del Sur, lo que señala la ubicación geográfica del habitat original de la etnia. Su proporción es la de 1:2.
Valoración
de la enseña desde la Vexilología
Resulta sumamente positiva
a partir de las siguientes referencias:
- Los colores elegidos son debidamente contrastantes, de alto impacto visual y se corresponden a los antecedentes de la cultura comechingona, sobre lo que se abundó en la nota previamente publicada en este Blog
- Se utilizó un rojo ferroso, afín a las litografías que obran en los aleros y cuevas que ocupó originalmente este pueblo.
- Los mismos tienen validez en tanto que predominan en las enseñas de otras comunidades de ese pueblo.
- La representación de la constelación de la Cruz del Sur es también muy apropiada aplicada sobre el segmento que refleja la noche, intensamente oscuro, como lo fue el que cubría la zona ocupada originalmente por la etnia.
- En definitiva, la simpleza del conjunto hace que el vexilo permanezca fácilmente en la memoria del observador, contrastando vivamente con la complejidad que suele implicar la carga de numerosos y complejos elementos culturales de otros diseños lo que complica su caracterización.
Directo antecedente
El vexilo se basó en la propuesta que en septiembre de 2018 realizó el mismo Silvio Fernández[3],
la que evolucionó hasta presentar el aspecto actual.
Desde la Vexilología la última versión luce mucho más adecuada, pues se jerarquiza la
correspondencia entre el negro nocturnal y el blanco de las estrellas, al par
que el diseño de cinco puntas elegido para los astros se identifica con su
representación universal. Esto no ocurre con las de 7 puntas que se habían recogido
primariamente. La sencillez de la forma actual es un factor que favorece la reproducción del vexilo.
Adenda
La enseña del Pueblo originario Comechingón fue aceptada en el “Registro Internacional de Armas Gentilicias” (RIAG[4]), sección banderas, que tiene su sede en España.
Notas y referencias:
[1] También es el autor de la bandera Brocheriana. Ref.: http://banderasargentinas.blogspot.com/2022/08/la-bandera-brocheriana.html
[4] Ref.: https://www.riag.com.es
No hay comentarios:
Publicar un comentario