Amigos del hielo, los bosques y el mar
Por Miguel Carrillo Bascary
Las regiones más australes de Chile, surcadas de
canales y fiordos, presentan paisajes de
belleza indescriptible pero durísimas condiciones de vida para sus
habitantes. La Ley Nº19.253, sobre
“Protección, Fomento y Desarrollo de los Indígenas” (1993), en su Artículo 72 los
define en estos términos:
“Son indígenas
de los canales australes los yámanas o yaganes, kawaskhar o alacalufes u otras
etnias que habiten en el extremo sur de Chile y los indígenas provenientes de
ellas”.
La última referencia proyecta la condición de
“indígena” a las personas que desciendan de alguna manera de los primitivos
troncos biológicos que menciona la norma. Varios eran considerados “extinguidos”
aunque en la actualidad quienes se consideran legítimos continuadores de la
herencia cultural de los antiguos pobladores pugnan para que se les reconozca
como tales.
Kawéshqar
A este pueblo se lo denomina con los apelativos de kawáshkar
o qawashquaro, alacaluf o halakwulup. La etnia también tiene presencia en las
ciudades de Punta Arenas y Puerto Natales[1].
El Censo 2017 reflejó que unas 3.500 personas reconocieron su herencia
kawéshkar.
Se identifica con una
bandera que incorpora varios elementos pictóricos hallados en el año 2006
dentro un complejo de cavidades calcáreas (Cueva del Pacífico) ubicado en la
isla Madre de Dios, provincia de Última Esperanza, región de Magallanes, hoy
declarada reserva natural y cultural. Fue confeccionada precisamente este mismo
año por la señora Gabriela Paterito residente en Puerto Edén, localidad ubicada
en una isla al Sur del golfo de Penas, quien se reconocía de origen kawéshkar y
era hablante de esta lengua. La elección de estos petroglifos es ciertamente
arbitraria, por cuanto no fueron los únicos. Si bien el diseño está bastante difundido
en las redes sociales no poseo información sobre la forma en que habría sido
legitimado por la comunidad kawéshkar.
El simbolismo
de la enseña es bastante claro: el mar, los bosques, una figura que
representaría al Sol o al Lucero (planeta Venus)[2]
y una figura antropomorfa punteada.
Petroglifo que sirvió de
referencia[3]:
Evaluación vexilológica: se trata de un diseño simple y expresivo, con una agradable combinación cromática. Es relativamente fácil de reproducir. La correspondencia entre los petroglifos descubiertos y los pictogramas consignados en el paño plantea una diferencia en el color, ya que los primeros son netamente ocres, mientras que los segundos se inscribirían en la gama de los amarillos. De haberse optado por representarlos con la coloración original se hubiera ganado contraste.
Selk’nam
Los descendientes selk’nam, también conocidos como zelknam u onas, reconocen como su
territorio ancestral a la isla Grande de Tierra del Fuego. Durante muchos años
se los consideró extinguidos, pero en un proceso de asunción de identidad algunas
familias descendientes de la etnia han reivindicado su presencia.
La aparición de la bandera, denominada oleymweyen con que se representan dataría no antes de 2016. El rojo remite a las llanuras del Norte de la Isla; el blanco a los bosques nevados del Sur; la flecha a la supervivencia mediante la caza y la resistencia; mientras que la constelación de la Cruz del Sur manifiesta la ubicación geográfica del territorio. Considerando que los selk’nam utilizaron el rojo y el blanco para las pinturas rituales con que recubrían todo su cuerpo, así como las líneas rectas, esto justifica la elección que se plasmó en la forma de este vexilo[4].
En cuanto a la segunda bandera, cuyas referencias aporté oportunamente[5],
puede ser considerada como una pieza histórica, propia de una iniciativa
individual que hoy puede revalorarse en el contexto de la reivindicación de la
étnica. Por lo tanto, nada impediría que ciertos grupos de selk’nam resolvieran
identificarse con ella.
a) Evaluación vexilológica de la Pieza 1.
b) Evaluación vexilológica de la Pieza 2. Su simpleza e historicidad documentada son sus mayores valores. Sin embargo, no puede asignársele carácter representativo de este pueblo ya que esta cualidad no consta en documento alguno. Otra objeción radica en el elevado número de estrellas y su irregular distribución que, estimo, es fruto de la espontaneidad con que su autora confeccionó la bandera.
Yahgan
También, este pueblo es llamado yagán o yámana. Sus
descendientes se agrupan en varias comunidades sitas en isla Navarino y en los alrededores
de Punta Arenas (Chile) y Ushuaia (Argentina), según referencias compulsadas. El
Censo 2017 reportó la existencia de unas 1.600 personas que se reconocen yaganes,
aunque por muchos años la Antropología consideró a este pueblo como extinto.
En algunas publicaciones se referencia como “bandera yahgan” a la que corresponde a la comunidad de este origen radicada en la bahía de Mejillones, antigua Región X, hoy de Aysén (Chile), referencia que obra sobre impresa en el escudo que carga su paño. Obviamente identifica a la comunidad radicada en ese lugar, cercanías de Puerto Williams (isla Navarino), no al pueblo yahgan en su conjunto. En primer plano se observa una cesta, símbolo del hogar y de la unión familiar; se asienta en una “X” formada por dos instrumentos líticos usados para la costura y la pesca, sobre el fondo hay un mar por donde boga una típica canoa y al fondo un paisaje propio de la región, con verdes y nevados montes. Una bordura define al colectivo que identifica el vexilo. Agradeceré toda información respecto al uso de una bandera propia de la etnia en general o de otras comunidades.
Evaluación vexilológica. Para quien tenga conocimientos de las banderas con que se identifican las “primeras naciones” de los estados Unidos y del Canadá, el conjunto se asimila a las de muchas de ellas. Se trata de un diseño sumamente complejo, un great seal (gran sello), de difícil reproducción, cuyos rasgos no llegan a percibirse si la bandera se encuentra izada. Obviamente que no hay nada que reprochar a la decisión de auto identificarse con el emblema.
Otros pueblos de los canales australes
Además de los kawéshkar, selk’nam
y yaganes, a los que ya me referí, también quedan comprendidos en el término
del subtítulo algunas decenas de personas que se reconocen como miembros de las
etnias chono y caucahúes,
quienes habitan enclaves en el archipiélago de Chiloé y en la península de Taitao. Ninguno de ellos cuenta con reconocimiento oficial. Se
agradecerá cualquier referencia al uso de eventuales banderas.
Advertencia. Compuse esta nota en base a fuentes heterogéneas.
Algunas de ellas son evidentemente parciales, también podría deslizarse un
eventual error de información o de interpretación y, seguramente, omisiones
significativas. La premisa fue no “hacer política” ni permear alguna ideología,
por lo que se puso todo el esfuerzo para practicar las comprobaciones
necesarias. Reitero, en Vexilología se estudian las banderas sin formular
juicio respecto de las realidades y valores que expresan.
Agradeceré cualquier información que permita avanzar en el análisis o completar las referencias consignadas, en cuyo caso sería pertinente expresar su origen a fin de considerar incorporarlo a una segunda versión del estudio.
[1] Mayores referencias en: https://www.diarioconcepcion.cl/humanidades/2021/03/07/kawesqar-la-necesidad-de-proyectar-la-revitalizacion-de-una-lengua-en-serio-peligro-de-extincion.html; ACUÑA, Ángel. Memoria del pueblo
kawésqar a través de una historia de vida. Univ. de Magallanes. 2013. https://www.redalyc.org/pdf/506/50629774005.pdf
[2] En lo particular quien esto escribe considera que la figura representa
al Sol ya que si se la compara con otro pictograma circular más pequeño se
plasma una diferencia jerárquica que avalaría el criterio; véase la fotografía
incluida.
[3] Fotografía de Rodolfo Soto: https://revistaenfoque.cl/isla-madre-de-dios-vuelve-a-sorprender-al-mundo-cientifico-y-la-postulan-como-patrimonio-de-la-humanidad-natural/pinturas-kaweskar-imdd.
Mayores referencias en: http://www.diarioturismo.cl/10615/importante-descubrimiento-patagonia-chilena-incentivaria-turismo-arqueologico#ixzz31B4UTPWb
y http://bellidopress.blogspot.com/2011/03/isla-madre-de-dios-primitiva-inhospita.html