miércoles, 2 de febrero de 2022

¿Banderas como manteles o decorados? Jamás

Las banderas se honran no debemos servirnos de ellas 

Observar todo lo que está apoyado sobre la bandera

 En detalle

Por Miguel Carrillo Bascary 

Lamentablemente es un dato extraído de la realidad que se presenten dispositivos de ceremonial en donde la Bandera nacional (a veces acompañadas de otras), se utiliza como mantel o para cubrir el frente de la mesa destinada a las autoridades y/o expositores. Convengamos que evidencia una falta absoluta de profesionalismo. 

Estas prácticas implican una culposa deshonra al pabellón nacional que para muchos puede pasar desapercibida pero que no por esto carece de importancia. 

Bandera nacional argentina durante un acto académico en la Univ. de Salamanca

Hace tiempo que me propuse tratar de difundir sobre el Ceremonial de los símbolos patrios convencido de que el esfuerzo empeñado contribuiría a su adecuada dignificación y a la capacitación de quienes por esas cosas del destino han llegado a trabajar áreas de las ciencias de la comunicación, tanto sea que pertenezcan a instituciones públicas o privadas. 

¿Por qué no está bien? 

La respuesta e muy sencilla, simplemente porque no se debe utilizar a nuestra Bandera nacional como un instrumento más del decorado. Las enseñas nacionales y también las que corresponden a otros entes públicos (organizaciones de estados, provincias, municipios, comunas, etc.) son símbolos de identidad. Simbólicamente expresan la presencia de todo0s aquellos a los que representan. 

Banderas de dos pueblos originarios usadas como decoración

En consecuencia, siempre deberán presentarse izadas en mástiles o colocadas en astas (cuando se trata de banderas de ceremonia o de sitio), con la debida dignidad. 

Cuando a una bandera se la “usa”, en la forma que destacaba en el primer párrafo, es como si los organizadores estuvieran sirviéndose del pueblo argentino (o de cualquier otro estado o comunidad) como si fuera un mantel. Algo verdaderamente fuerte ¿no les parece? 

Cuando este proceder también ocurre con enseñas nacionales de otros países, eventualmente pueden generarse reclamos diplomáticos. 

Las banderas de Perú, Brasil y de Canadá usadas para decorar la mesa

En este caso vemos las de Argentina y del Uruguay

En este otro a la bandera de Argentina y a las de varios pueblos originarios y,
además, sin ningún tipo de orden protocolar

En un escenario con una mesa para las autoridades o expositores, las banderas deben colocarse a su derecha o bien por detrás de los presentes, eventualmente también se podrá apelar a pequeños mástiles colocados sobre la superficie del mueble. El espacio que se configura entre el borde de la mesa y el piso del estrado debe cubrirse con algún tipo de paño, jamás con una o más banderas. También se puede adornar con un bouquet de flores o follaje, eventualmente, con una pancarta que referencie el nombre del foro, congreso o jornada; quizás con el logo de la institución, pero, repito, jamás con una bandera. Lo mismo vale para las tribunas, ambones o atriles, jamás colocarles banderas por delante. 

Menos aún instalar los paños de tal manera que los expositores o autoridades coloquen sus manos sobre ellos o los papeles que llevan, tampoco las clásicas botellitas de agua ni los micrófonos. Nada de esto. 

¿De dónde viene esta mala costumbre? 

Seguramente que muchos no lo tendrán presente, pero todo indica que fue en la Armada Real de España. La costumbre a la que me referiré también se hizo extensiva la marina mercante. Eventualmente puede haber tenido su correlato en las marinas de otros estados europeos, al fin y al cabo, la navegación es un ámbito de profundas tradiciones muchas de las cuales siguen teniendo vigencia en el presente. 

Desde el siglo XVII al menos, los días de pago se colocaba en cubierta una mesa o quizás un simple tablón sostenido por cajas o barriles. Sobre el mismo se extendía una bandera real y allí se disponían las monedas y el libro para registrar los pagos. La ceremonia aludida tiene un profundo significado que se ha ido perdiendo con los tiempos y que trataré de explicar seguidamente. 

Fotografía antigua de un marinero cobrando sus haberes, la bandera tiene la driza a la derecha del observador (no ha sido posible identificar la nación de la embarcación que obviamente no es España, ¿quizás Francia?, lo que indica que la costumbre estaba bastante difundida)

Recordemos que en aquellos tiempos la gente de mar se componía un variopinto conjunto humano en donde no era extraño encontrar presidiarios, hombres desesperados, muchos extranjeros, tripulantes nativos y hasta personal embarcado de viva fuerza. Puede decirse que la marinería no tenía patria ni rey. Claro que los tripulantes de la Armada era una significativa excepción. 

Estas tripulaciones se regían por estrictos códigos de conducta que habilitaban a penas verdaderamente brutales, eran de igual condición las costumbres del mar y la autoridad de los capitanes se ejercía con mano de hierro. 

En este crudo contexto el hecho de recibir la paga literalmente sobre la bandera era un recordatorio de la autoridad del Rey y una referencia directa de que la paga se recibía por gracia de la Corona que en la ocasión estaba representada por el capitán de la nave y los oficiales pagadores. Como vemos, una imagen vivida del poder reflejado en la bandera a la que debían fidelidad y sumisión los embarcados. 

Obviamente que la paga era un verdadero ritual profesional para los hombres de mar, lo que quizás admitía que los paños nacionales quedaran asimilados a ellos.

En concreto, las banderas jamás deben usarse para recubrir mesas o como decorados, sin por eso dejar de tomar nota de una excepción nacida en tiempos pretéritos.

2 comentarios:

  1. Es indispensable profesor una ley que reglamente los usos, costumbres y protocolos de la bandera nacional. Creo necesario tambien un pedido al ejecutivo sobre el tema, promovido por personalidades del Ceremonial y Protocolo y de la Vexilologia para fomentarlo.
    Me acuerdo en una oportunidad que me dirigí a la Embajada Estadounidense con motivo de la venida del presidente a la argentina para averiguar sobre la bandera y me entregaron un libro sobre los usos de su bandera donde se explicaba con detalle cada circunstancia y como presentarla, cosas como estas hacen falta.Excelente como siempre sus aportes, le envío saludos cordiales.

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  2. A pedido del Instituto Nacional Belgraniano, que es una autoridad académica nacional en conjunto con una serie de expertos preparamos un proyecto que se presentó en el Congreso, pero debido a las "urgencias" de la política este aún no fue tratado. Es un proyecto de ley integral, sistémico de aproximadamente 200 páginas, siempre se puede escapar algo pero intentamos que contemplara la mayor cantidad de situaciones. Incluye esquemas y tiene una impronta decididamente didáctica. De hecho podria servir como un manual.

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