Bastión de la cultura en tiempos oscuros
Por Miguel
Carrillo Bascary
Quienes siguen la
saga post-apocalíptica de Walking Dead[1]
y gustan de la Vexilología podrán apreciar cabalmente esta nota. Los que tengan
otras preferencias, igualmente valorarán conocer las banderas vinculadas con
este sitio mágico e intemporal receptáculo de cultura como lo es la Abadía del Mont-Saint-Michel.
Sin dudas que su perfil característico
emergiendo del mar en el atardecer, es una imagen
surrealista, testimonio de la perennidad del acontecer humano en la
historia y un himno a la gloria de Dios.
El título, The
Walking Dead: Daryl Dixon[2], nos lleva a una secuela de la exitosa historieta
y serie para TV, que protagonizó el
actor Mark Reedus[3].
Un superviviente de mil horres, de rostro insensible pero dotado de una
emotividad que anida en profundísimos meandros de su mente. En la perspectiva
de la saga, la histórica abadía es de los últimos
reductos de una humanidad al borde de la extinción, sujeta a una violencia
extrema, imprescindible para poder sobrevivir. La existencia de “Le Nide”, tal
es el nombre que se le da al enclave, es para muchos una leyenda y, para otros,
la única posibilidad de vivir un mañana
diferente.
El peñón aislado recobra en
la obra las vivencias de centurias
pasadas donde fue un centro de cultura en el caos del Medioevo. En su scriptorium abacial silenciosos monjes trascribieron
e iluminaron bellísimos libros en los que la espiritualidad trascendió la oscuridad de la ignorancia, la
violencia como forma de vida, las pestes y las invasiones exterminadoras.
El complejo abacial despojado de la bucólica belleza de su actual función
turística aparece en la serie como un bastión
casi inexpugnable que emerge del mar y de sus remotos orígenes. Su silueta despierta
un hálito de esperanza, consciente del esfuerzo de enfrentar las fuerzas de la
oscuridad donde cualquier desatención conlleva a la muerte y, mucho peor, a un espantoso destino posterior a consecuencia del virus creador de zombies.
Como prolegómeno del periplo
que proyecta a Daryl por toda Francia, desde una devastada Marsella hasta
llegar a “Le Nide”, los invito a conocer las características
de la Abadía, de su entorno y de su pasado. Me detendré en las banderas que ondearon en sus muros milenarios recortándose contra el cielo,
ellas jalonan el pasado y comparten nuestro presente. ¿El futuro? Está por
venir.
El Mont-Saint-Michel y su historia
La bahía a la que da
nombre está atravesada por tres ríos que antes de confundirse con el mar se
parten en múltiples brazos formando arroyos y canales en la arena de la marisma de Tombe (Tumba). Cuando con
las mareas las aguas ascienden con rapidez esos cauces, forman bajíos e isletas
que el ritmo de la Luna sumerge y proyecta trasmutadas en un eterno ir y venir.
El olor de las sales marinas y ráfagas de las algas podridas al sol añaden una nueva dimensión a un entorno que subyuga.
Este paisaje intemporal que se recorta el promontorio rocoso[4]
conforma una ubicación ciertamente excepcional que proclama la vida en soledad
y que se revela a cualquier observador como una fortaleza natural. Un lugar cargado de misterio, aparentemente
calmo pero sujeto a la violencia de la naturaleza, en que los hombres aportan
lo suyo, para bien y para mal.
Con los modernos medios
del progreso mecánico, el hombre intentó dominar a esa bravía geografía. En 1878 se llegó a construir una calzada sobre elevada para facilitar el
acceso a la isla, esto alteró el curso de las aguas y el paisaje circundante.
La soberbia de la técnica redobló su agresión hasta el punto que entre 1901 y
1938 sumó un tranvía a vapor que la unió con la vecina comuna de Pontorson. Con
esto, las diversas posadas y comercios que anidaban en las primeras
estribaciones del monte destinadas a los antiguos peregrinos quedaron en ruinas
o se vieran torpemente alteradas. Afortunadamente se comprendió a tiempo el
enorme error de esta desidia, con lo que se inició un proceso de restauración respetando las bases históricas, hasta que
el estallido de la II Guerra Mundial suspendió el proyecto. Para no extendernos
en detalles vale mencionar que, entre los años 2006 y 2015, se revirtió la perjudicial intervención
humana con el objeto de recobrar el paisaje original, se reemplazó el
terraplén con un camino peatonal y se represó el río Couesnon[5],
lo que contuvo la sedimentación. Para albergar los vehículos de los peregrinos
se construyeron estacionamientos en la costa continental.
La sacralidad del Monte fue percibida desde antiguo. Hay evidencias que
en las alturas de la isla se erigió un dolmen, lo que acredita un primitivo culto milenario. En la Antigüedad se creía que las estructuras megalíticas eran
tumbas, lo que justificó el primer nombre que recibió la isla, Mont-Tombe.
Desde el s. IV se afincaron allí ermitaños
cristianos de vida contemplativa y, llegado el año 709, se levantó un
templo bajo la advocación del príncipe de los Cielos, el Arcángel San Miguel. Su dorada estatua, instalada sobre la cumbre
del templo abacial se erige a 170 metros por sobre el nivel del mar
circundante. Cuenta la leyenda que el primer templo cristiano lo construyó San
Uberto[6]
de Lieja (657-727), a quien se apareció el Arcángel y le encargó la empresa. El
santo era el hijo mayor de Bertrán, duque de Aquitania, cuya divisa era un leopardo de oro sobre campo gules
(rojo) que tanto significado adquirirá, tal como se explica más adelante. A su
muerte el patriarca fue depositado en la pequeña iglesia que construyó. Años más
tarde se levantará el templo que hoy se conserva.
El primer santuario católico persiste en el subsuelo del complejo arquitectónico que conocemos. Al amparo del rey Ricardo I de Normandía en el año 966 la Orden Benedictina[7] estableció una abadía en la isla, con lo que el sitio se afianzó como un popular centro de culto cristiano que recibía visitantes llegados desde diversos lugares de Europa, entre los que se contaron varios monarcas.
El convento inconquistable
El relativo aislamiento de
su entorno y demás características geomorfológicas de la isla en que se enclava
la Abadía de Saint-Michel la constituyen en una formidable fortaleza, susceptible de resistir largos asedios con
una reducida dotación de defensores. Las mareas,
que elevan el nivel del mar hasta los 14 metros y sus escarpadas costas
permitieron levantar fuertes murallas, que en algunos puntos plantean un
ascenso de 80 metros para poder superarlas. Las defensas constan de torreones, fosos, puentes levadizos,
conformando un laberinto de pasadizos, salas y galerías que facilitan la
protección contra los asaltos de enemigos. Esa faceta el Monte Saint-Michel lo erigió
en un baluarte francés durante la Guerra
de los Cien Años (1337-1453) que enfrentó al reino con el de Inglaterra. El
asedio se prolongó por tres décadas pero la abadía persistió inconquistada.
Esta dimensión bélica, se insinúa, se verá recreada en los embates zombis contra los habitantes “El Nido” durante
la segunda temporada de la serie que protagoniza Daryl Dixon.
En la Edad Media, las banderas azules de la monarquía
francesa ondearon sobre los muros de la abadía. Con la llegada al trono galo
de Enrique IV (1589), primer monarca Borbón, se fueron paulatinamente imponiendo
los pabellones blancos, color característico de la dinastía.
Lo que no pudieron por la
fuerza de las armas los saqueadores vikingos, ni las de los enemigos de Francia,
lo consiguió el odio a la religión, cuando
los benedictinos fueron expulsados en 1792 por el gobierno de la Revolución
Francesa, en el marco de las terribles persecuciones que sufrieron los
católicos y el clero, en especial.
Fue entonces que los
vexilos monárquicos fueron reemplazados por la primera divisa revolucionaria, la tricolor invertida.
La Primera República
(1794-1814) llevó a Saint-Michel la clásica
enseña francesa creada por la ley del 27 Pluvioso del año II (15 de febrero de 1794). Acto seguido, la isla
se transformó en prisión, un destino
ominoso se extendió hasta 1863, cuando Napoleón III la clausuró. De hecho, con
anterioridad ya había servicio con igual propósito.
Transitoriamente se retornó
al blanco paño flordelisado de la
Casa de Borbón durante la Restauración, entre 1815 y 1830. Posteriormente se
reinstaló la Tricolor hasta llegar al presente, salvo un breve intervalo
durante la II Guerra Mundial. cuando el
ejército alemán lo ocupó entre 1940 y 1944[8].
En aquellos años la isla fue considerada un lugar de descanso para los
ocupantes y la bandera nazi ondeó en
sus alturas, pero me niego a reproducir ese lábaro por una simple cuestión de
principios. El desembarco de las fuerzas aliadas durante el “Día
D” (6 de junio, 1944) no implicó acciones que comprometieran a la isla, con lo
que el lugar se preservó de los efectos directos de la guerra.
El santuario que imprimió al monte San Miguel su carácter religioso y popular
se ha mantenido. Hoy define al lugar, hasta el punto que recibe unos 4 millones
de peregrinos cada año, unos 20.000 cada día.
Desde 1969 Saint-Michel retomó
su primitivo carácter de convento,
cuando se afincó en una pequeña comunidad benedictina que en el 2001 fue
reemplazada por miembros de las Fraternidades
Monásticas de Jerusalén[9],
una congregación que se fundó en París, en 1975. Los hábitos azules de las
hermanas dan vida a la abadía, al par que salmos y cantos gregorianos resuenan como
otrora contra los antiguos muros.
En el universo de W.D. el monasterio está ocupado por una comunidad auto subsistente llamada “Unión
de la Esperanza” que, al cabo de la temporada y con ayuda de Daryl, se preparaba
para repeler una temida invasión de zombis. Veremos en la continuidad cómo se
desarrollarán los hechos. Sin dudas que la
defensa será épica.
Arquitectura
La abadía del Mont-Saint-Michel
se divide en dos grandes segmentos:
la iglesia, que data del año 1023[10]
(la nave principal se inició en el 1060) y la “Marvelle” (Maravilla), como se denomina al sector de los claustros, el refectorio y demás dependencias destinadas a los
monjes. Puede convenirse que su construcción data básicamente del s. XIII, con
un inicial estilo carolingio y románico que con los años incorporó el gótico flamígero. Ya en el siglo XX el
complejo religioso fue objeto de numerosas
obras de reconstrucción y restauración.
El burgo o
ciudad baja medieval, situado
al pie del Mont-Saint-Michel que mira hacia el Este, está protegido por las
alturas de los bravíos vientos marinos. Lo forman casas, villas, hoteles y
negocios construidos piedra granítica con tejados de pizarra o de madera,
adoptando la típica forma de pan de bois[11], tan propio de la arquitectura normanda.
El complejo, fue declarado
monumento histórico en el año 1908,
lo que evidencia el alto concepto de la preservación cultural que encarna la
calificación. Comprende[12]: la Capilla de Notre-Dame-sous-Terre; la iglesia
parroquial de San Pedro, con su cementerio anexo; la fuente fortificada de
Saint-Aubert, que se remonta al s. VIII, y la minúscula capilla de igual
nombre, que data del s. XII. En 1979 la Unesco
lo inscribió como “patrimonio de la humanidad”.
Bandera regional Normandía
La región dentro de la que se encuentra la isla convento, se identifica con dos figuras felinas aplicados sobre fondo rojo. El análisis heráldico determina que son leopardos y no leones, como podría pensar un profano. En realidad tienen cabeza de leopardo y un cuerpo de león en posición de pasante, con su hocico vuelto a quien los mira.
Su color (esmalte) es natural, que se asimila al oro, sin mancha
alguna, lo que también lleva al error; ya que como lo prueba la Zoología, los
cachorros de león nacen sin melena y con múltiples máculas en su pelaje que les
sirven como camuflaje natural en las primeras semanas de vida. Esto pudo
confundirlos con leopardos, si tenemos en cuenta que ambos eran animales
exóticos a los ojos europeos de la Edad Media. Por razones de practicidad la representación se redujo a dos animales,
tal como se ve en las armas de los condes normandos.
El conjunto remite a las
armas de la dinastía Palantagenet,
que llegó al trono ingles en el s. XII con Enrique II (1133-1189), quien habría
recibido el atributo de su abuelo Enrique I, “Buen Sabio” (Beauclerc) (+1135), hijo de Guillermo II “el conquistador”
(1028-1087) bajo la forma de un blasón sembrado con cachorros de león, en oro. También se afirma que el emblema exponía
las raíces ancestrales de su madre, Matilde, duquesa de Normandía y reina de
Inglaterra (1102-1167).
Enrique II legó la divisa a su hijo Ricardo Corazón de León (1157-1199), quien añadió a su escudo personal un tercer felino, que representaría su soberanía como rey de Inglaterra, conde de Normandía y de Anjou. Claro esta que esta última figura permanece ausente en los vexilos al sur del Canal de La Mancha.
Será en el s. XIX que los
eruditos normandos rescataron la memoria de los dos leopardos como emblema de la región n0rmanda que se
trasladaran a los escudos y banderas de toda el entorno, incluyendo las Islas
del Canal de la Mancha.
Olivier Toureau, informa
en FOTW que la bandera regional de la
Baja Normandía, en la que se encontraba incluida Saint-Michel a mediados
del s. XX, tuvo diversos diseños. Como ejemplo reproduzco uno, muy al estilo de
los vexilos que emplean este tipo de administraciones francesas:
Tras la reforma administrativa de 2015, la Baja y Alta Normandía se fusionaron, abarcando cinco departamentos: Calvados, Eura, La Mancha, Orne y Sena-Marítima. Una comisión de funcionarios, historiadores y otros referentes de la vida cultural de la región elaboró en el 2016 un logotipo común que recuperara las raíces históricas. Consta de dos leopardos sobre una vela roja, en alusión a las que portaban los clásicos drakares vikingos, lo que señalaría el carácter marítimo del territorio.
Departamento de la Mancha
a) Bandera departamental
Saint-Michel integra el departamento de La Mancha (región de Normandía) que se organizó en
1790. Su territorio abarca la península de Cotentin y cuenta con un amplio
litoral marítimo y una impronta básicamente rural. En el s. IX se afincaron
allí los normandos, aunque reconocieron al rey de Francia como su señor. Tiene
como emblema un escudo partido y ondeado, en azur y gules (rojo), donde campean
los clásicos leopardos en oro. El diseño
pasó a su bandera, sin alteración alguna.
b) Bandera del Consejo Departamental de La Manche
Este órgano representativo cuenta con
su propio vexilo, que data del año
2015. Se representa en in estilo común a
otras entidades públicas de Francia que reniega de los cánones de la
Vexilología, donde el perfil del Monte se proyecta en trazos azules y verdes, colores
tomados del blasón municipal, aplicado todo sobre un anodino fondo blanco en el
que se inscribe la denominación.
El municipio de Mont-Saint-Michel
La minúscula municipalidad de la isla se identifica con un blasón azur ondeado de sinople (verde), cargado con dos salmones en plata, puestos en barra. Se referencia así la abundancia de la especie en la zona. Su bandera copia el diseño del escudo (Info proporcionada por Phillippe-Pierre Darras)
Bandera de la Abadía
Se basa en un paño negro con diez vieiras (conchillas) blancas y una franja en jefe de azur con tres lises de oro que remite al antiguo vexilo real. Las valvas se identifican con los peregrinos que transitaban los caminos hacia los santuarios medievales. (Agradezco a Pillippe-Pierre Darras la caracterización correcta de este vexilo)
Conclusión
Sumergiéndonos nuevamente en la saga televisiva, es
anticipado prever si sobre “Le Nide” ondeará alguna bandera que represente a la
congregación de humanos que lo ocupa en la dimensión de W.D. Previsiblemente la última esperanza de la
humanidad bien merece un vexilo que la identifique.
[1] Serie estadounidense de televisión, estrenada en el 2010, sumó 11
temporadas, una precuela y varias secuelas. Mayores datos en: https://es.wikipedia.org/wiki/The_Walking_Dead_(serie_de_televisi%C3%B3n)
[2] Creada por David Zabel, primera temporada 2022/ 2023 https://es.wikipedia.org/wiki/The_Walking_Dead:_Daryl_Dixon
[4] El islote tiene cerca de 960 metros de circunferencia, unas 97
hectáreas, mientras que el peñasco se eleva a unos 92 metros de altitud sobre
la bahía que lo rodea.
[5] Este cambiante riacho de unos 100 km de extensión constituye la
histórica frontera entre las regiones de Normandía y Bretaña.
[6] Sobre el patrono de los cazadores, San Uberto, cuyo nombre
castellanizado es Humberto, puede verse: https://www.ewtn.com/es/catolicismo/santos/humberto-14898
[7] Sobre la Orden de San Benito y su iconografía puede verse Heráldica de los Monjes Benedictinos y de la
congregación de Valladolid, de José Ignacio Rodríguez: https://www.revistahidalguia.es/producto/revista-hidalguia-numero-381/
[8] Cuando en 1940 el III Reich ocupó Francia, Normandía quedó bajo su
dependencia y no del Estado colaboracionista que tomó como capital a Vichy.
[9] Más info en: https://www.abbaye-montsaintmichel.com/qui-sommes-nous/les-fraternites-monastiques-de-jerusalem
[10] Consagrada en el 1080 por Guillermo de Normandía, conquistador de
Inglaterra.
[11] Estilo de construcción donde la armazón de los muros es de madera y
cuyos espacios se rellenan con albañilería.
[12] Para conocer los distintos sectores y elementos patrimoniales de la
isla-convento puede consultarse: https://pop.culture.gouv.fr/search/list?ou=%5B%22Mont-Saint-Michel%20%28Le%29%22%5D que aporta referencias sobre los diversos sectores del complejo.