¿Hacia un nuevo emblema?
Por Miguel Carrillo Bascary
Martinica tiene un pasado
colonial donde la potencia dominante fue principalmente Francia, pese a que
la descubrió Cristóbal Colon al servicio de la Corona de Castilla, en 1493. Desde el año 2011 se organizó como una colectividad territorial que integra la República Francesa y
por ende está comprendida en la Unión Europea. Obviamente que en Martinica flamea como enseña soberana la Tricolor de
Francia, una referencia que conviene tener presente durante la lectura de
esta nota.
Sin embargo, las características socioeconómicas de su población y los precedentes en casos similares generaron la aspiración de poder contar con un símbolo particular de su identidad, lo que plantea una azarosa cuestión que se sintetizará seguidamente.
Nacimiento
Las noticias de los últimos días dan cuenta que el 16
de enero de 2023 se proclamó oficialmente
el resultado de la consulta popular sobre la bandera que debía adoptar Martinica
para acompañar a sus deportistas, eventos culturales y de aquellos vinculados a
la cooperación internacional.
En consecuencia, desde la Vexilología puede decirse
que se trata de una bandera cultural,
una calificación que obviamente puede no ser compartida por todos.
Su atractivo
diseño es el que abre esta nota, surgió de la segunda etapa de un proceso
de participación popular gestionado on
line a lo largo de muchos meses. En la oportunidad los martiniqueses
debieron optar entre la iniciativa Nº242, que finalmente fue la más apoyada, y
la Nº891, que acredita extensos antecedentes. Así se mostraban:
La votación registró 19.084 votos, pero por defecto de
la programación informática algunas personas pudieron emitir su opinión en
pluralidad de ocasiones, circunstancia que en principio cuestiona la legitimidad del
resultado. Como los habilitados a tal efecto eran unas 360.000 personas, la
baja participación denota cierto desinterés
en la opinión pública. Pese a todo el gobierno local, bajo supervisión de
la administración central de Francia validó la decisión surgida de la compulsa.
El
proceso, que comenzó a fines del año 2018, aún no finalizó ya que para validarla decisión la nueva bandera deberá
ser validada por la Asamblea local antes, lo que se tratará en los primeros
días de febrero (2023).
Así las cosas, la decisión fue celebrada en los círculos afines a los vínculos con
Francia, ya que la decisión muy bien pudo recaer en la propuesta Nº891 que
posee hondas implicancias políticas.
Nota: a consecuencia de las críticas generadas el uso del perfil del colibrí que se indica más adelante, su autora decidió retirar la propuesta. En consecuencia, en el mes de febrero de 2022 la Asamblea General proclamó como bandera oficial de Martinica a la propuesta Nº891
Sus
atributos
Sus colores acreditan una larga tradición histórica y política,
estuvieron presentes enla mayoría de los diseños que participaron de la primera
etapa del concurso.
El rojo correspondería a la sangre derramadas en la
lucha por la libertad, el negro es por la piel de la mayoría de los martinicos
y el verde por las frondas que cubren la isla.
El colibrí cuenta con notorio favoritismo popular
desde que en el año 2016 otro concurso seleccionó el logotipo de la Colectividad Territorial de entre 647 propuestas, el
que también se emplea con forma de bandera. Su creador fue el joven diseñador
Stevy Desbonnes (22 años).
En la isla existen varias especies autóctonas de
colibríes que justifican esta inclusión. Lo que llama la atención es la exacta correspondencia del perfil del
ave con la imagen libre de regalías que ofrece Shutterstock, veamos:
Personalmente me pregunto si esto podrá incidir en la
decisión de la Asamblea, eventualmente cabría rediseñar alguno de sus trazos para no dejar plasmada esta
correspondencia.
Antecedentes
La primera fase
del concurso para la nueva bandera seleccionó 19 diseños de entre más de
mil propuestas.
Tensiones
al vuelo
Martinica evidencia sentimientos y realidades ambivalentes. La variedad de sus etnias. Su pasado colonial. Las determinantes socioeconómicas. Un muy diversificado pluralismo cultural. Las relaciones con los gobiernos de la región, particularmente los de otras islas caribeñas. Su inserción en la estructura administrativa de Francia. Las aspiraciones independentistas. Los intereses locales y parroquiales. Todo es una malange de futuro complejo. Esto se expresa en diversos vexilos:
1.-
La bandera de las cuatro serpientes
Fue establecida por el gobernador de la isla el 4 de
agosto de 1766 para identificar a las embarcaciones
mercantes matriculadas en ella y en la vecina Santa Lucía[2],
entre las que lógicamente se contaban las que realizaban el tráfico de
esclavos. La circunstancia determina un notorio rechazo por parte de los
martinicanos que con toda justicia reniegan de esta etapa de su pasado.
La cruz sobre el fondo celeste alude a la monarquía de Francia a través del pabellón civil usado en el siglo XVII y XVIII. En cuanto a la serpiente que se repite en los cuatro cuarteles es endémica del territorio, se trata de la trigonocephalus fer-de-lance, un oficio muy agresivo y sumamente letal. Una información no documentada pero muy difundida señala que se introdujo como un signo de peligro para disuadir a los esclavos que intentaran buscar su libertad escapando de las plantaciones para ir a refugiarse entre los manglares de la costa. El diseño de las sierpes ha registrado variantes a lo largo del tiempo. Lo característico del aspecto de este vexilo y su uso por más de trescientos años está muy identificado con la Martinica.
La conformación del símbolo se refleja en el escudo que utiliza la administración de la isla, lo que se puntualiza expresamente ya que algunos piensan que la bandera derivó del blasón, cuando ocurrió justamente lo contrario
2.-
La bandera verde, roja y negra
Desde hace décadas los grupos nacionalistas han
promovido esta combinación de colores para representar la resistencia al colonialismo
que soportó Martinica y sus aspiraciones
independentistas. Su origen puede remontarse hasta el 1665 cuando los
empleó el cimarrón[3]
“Francisque Fabulé”[4]
para resistir a los franceses. Hacia 1801, los empleó otro líder cimarrón, Jean
Kina[5],
durante la rebelión de esclavos de Le Carbet en la costa Occidental de
Martinica. Hizo lo propio otro movimiento similar que eclosionó en 1870 y que
se extendió por la región Sur, cuyos activistas llevaban cintas o pañuelos con
estos colores. Pese a estas difundidas noticias la certeza sobre tales antecedentes
es dudosa[6].
Cuando surgió la OJAM (Organización de la Juventud Anticolonialista de Martinica), en 1963,
adoptó estos colores como emblema de la causa, pero dispuestos en vertical. Se
menciona que esta bandera tricolor nació en la prisión de Fresnes donde estaban
detenidos varios de sus activistas y que lo diseñó en una simple hoja de papel el
orfebre y artesano Víctor Lessort.
Se dice que su elección reconocería origen en los colores panafricanos que a comienzos de
la década de 1960 estaban en pleno proceso de manifestación, muchas naciones de
ese continente los tomaron para sus banderas con el agregado del amarillo. Recién
en 1968 el vexilo incorporó el triángulo en su diseño por acción del Movimiento
de Liberación de la Martinica.
Desde
esta perspectiva, el negro representaría la cultura
negra (la negritud), el verde el campesinado y la fertilidad de la tierra, en
tanto que el rojo al socialismo, el sacrificio y la sangre vertida por el
pueblo en lucha.
Estos colores fueron adoptados en diversos momentos,
en distintas combinaciones y por diferentes agrupaciones. En 1995 la elección
de Garcin Malsa, como alcalde representante del MODEMAS (Movimiento Demócratas
y Ecologistas por una Martinica Soberana), validó que el municipio de Santa Ana[7]
se identificara con la enseña tricolor, por tal motivo el emblema se conoce
como la “bandera de Malsa”.
3.-
La bandera de Ispéité[8]
Como una salida a la polarización que se evidenció en cuanto a la elección de una bandera local, desde
el Consejo Ejecutivo de la Colectividad Única de Martinica se promovió un
concurso a tal fin. El preferido de la población determino que se adoptara como
bandera que flameó en los edificios de la Colectividad y en eventos deportivos.
desde el 10 de mayo de 2019. El término Ispéité en español estresa “el carácter
de lo que es único y singular”
Sus colores dominantes representan al mar y el verde a la vegetación que cumbre los montes de la isla. Lleva en su centro el caparazón de un lambis o “caracola reina” (strombus gigas), molusco muy difundido en la región, que los locales utilizan desde tiempos inmemoriales como una trompeta natural, particularmente para anunciar el arribo de una embarcación con pesca abundante, casamientos, fallecimientos y para reunir al pueblo con diversos motivos, entre ellos las acciones de guerra. Suma 34 estrellas, una por cada municipio de la isla, mientras que los ocho gajos (forman jironada) en que se parte el paño refieren a las lenguas que se hablan en la isla: francés, criollo, inglés, español, portugués, italiano, chino y árabe.
4.-
La propuesta Acaéra
Iván Saché nos informa en FOTW de este vexilo fue presentado oportunamente como imagen de la isla o país, tal la traducción del término en lengua caribe. En el decir de su autor evoca los valores de simplicidad y el entorno natural propio de Martinica, el lujurioso entorno natural representado por el verde, el azul intenso alusivo al mar que rodea Martinica. Mientras que el amarillo alude al Sol y las arenas. Los triángulos recuerdan al monte Pelée, principal altura de la isla) y a las colinas. En definitiva, a la naturaleza y la tradición, pero el vexilo no que obtuvo los favores de los habitantes de la isla.
5.- La enseña “Extravagante” (Le Flamboyant)
Otra propuesta que no alcanzó consenso, fue así llamada como forma de identificar a un pueblo orgulloso, donde las diagonales simbolizan la trascendencia cultural, como derrotero en la apertura hacia el resto del mundo. Un emblema que destaca la tradición y el dinamismo vital de los martinicanos.
6.-
Bandera del MIM
Creado en 1978 el Movimiento Independentista de Martinica tuvo como objetivo la “descolonización” y la independencia, lógicamente. Fue disuelto formalmente en el 2019. De neta perspectiva izquierdista puede aventurarse que de haber triunfado la bandera de la isla pudo ser la que empleaba o algún derivado, quizás por esta cuestión la imagen ha sido interpretada por algunos con el carácter de “bandera independentista de Martinica”.
[1]
https://www.leparisien.fr/martinique-972/en-martinique-le-vote-pour-le-nouveau-drapeau-se-poursuit-dans-la-contestation-generale-12-01-2023-QL4Q3SDTAJGGXCXI65CRHJ33S4.php
[2] Santa Lucía fue objeto de una
larga disputa entre Francia e Inglaterra, desde 1814 quedó bajo el poder de la
segunda. Es un estado independiente desde 1979.
[3] El termino cimarrónse utilizó
para designar a los esclavos negros que esacpabande la esclavitud y que se
organizaban en comunidades asentadas en regiones alejadas o de difuicl acceso.
[4] Controvertido personaje quien
usurpó el nombre de su amo, al que algunos señalan como un verdadero líder y
sobre quienes otros recuerdan que luego de ser capturado colaboró con los
colonos en la represión de sus antiguos compañeros.
[5] Personaje polifacético, cuyas
referencias demandaría un espacio desproporcionado en esta nota. Puede verse: https://www.jstor.org/stable/40955946,
https://www.agh.qc.ca/articles/?id=6,
https://www.persee.fr/doc/outre_0300-9513_1989_num_76_282_2733
y https://en.wikipedia.org/wiki/Jean_Kina
[6] Zander, Ulrike. “Le drapeau
rouge-vert-noir en Martinique: un emblème national?” Autrepart 2007/2 (n° 42): https://www.cairn.info/revue-autrepart-2007-2-page-181.htm?ref=doi
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