El increíble Perú vs. Austria en las Olimpíadas de Berlín
Las banderas de los contendientes
Por Miguel Carrillo Bascary
En estos momentos en que se extingue el Campeonato
Mundial de Futbol en Rusia, la buena campaña del seleccionado peruano despierta
el recuerdo de la actuación superlativa que le cupo durante los Juegos
Olímpicos celebrados en Berlín, en 1936.
Algunos afiches de la Olimpíada
Fue el 8 de octubre de ese año cuando en los cuartos
de final se enfrentaron la selección del Perú con su similar de Austria. La
primera llegaba de golear a Finlandia 7 a 3; mientras que la segunda había superado
al débil Egipto por 3 a 1.
Por entonces el ambiente estaba dominado por la
presión del régimen nazi que procuraba justificar la superioridad aria sobre el
resto de los participantes. Obviamente Austria se asimilaba a la propia
Alemania en las preferencias de los espectadores, mientras que el aliento
peruano era francamente inexistente.
Las alineaciones formaron con sus clásicas chaquetas: Perú, blanca con la clásica banda roja; Austria; de color blanco. Los pantalones de ambos eran también albos.
El primer tiempo terminó con dos goles para Austria. A
los 75 y 81 minutos de juego los peruanos lograron el empate, lo que justificó
el tiempo suplementario. Perú fue una ráfaga imparable y señaló otros 5 goles,
de los que el árbitro noruego anuló nada menos que 3.
En conclusión, el
resultado fue Perú 4; Austria 2. Posteriormente se dijo que el colegiado había
sido amenazado de muerte para favorecer el triunfo de los europeos. Al
finalizar se generalizó una gresca entre los competidores, colaboradores y público
aparentemente peruano.
La derrota abochornó a los austríacos que protestaron
el partido y solicitaron que se jugara otra vez, pretextando que habían sido
objeto de violencia por un grupo de espectadores, supuestamente peruanos, que
invadieron la cancha. Según la versión popular peruano la patota estaba integrada
por secuaces del ministro de propaganda Goebbels.
Se corrió traslado al Perú de la petición de Austria,
pero su descargo llegó fuera de término. El Comité Olímpico y la FIFA dispusieron
anular el resultado y hacer jugar
otra vez el partido a puertas cerradas, lo que indignó vanamente al Perú que abandonó la competencia,
siendo imitada por Colombia. Por dos veces se programó el nuevo partido entre
peruanos y austríacos, pero nunca llegó a jugarse. El incidente generó
propuestas públicas en Lima.
El retiro sudamericano posibilitó que Austria pudiera
jugar la semifinal ante Polonia a la
que venció 3 a 1. Por último, compitió por la medalla de oro con Italia, la otra finalista, por entonces dominada
por el régimen fascista, que se impuso por 2 a 1 en tiempo prorrogado.
El representativo
incaico formó con: Juan Valdivieso; Arturo Fernández; Víctor Lavalle;
Carlos Tovar; Segundo Castillo; Orestes Jordan; Adelfo Magallanes: Jorge
Alcalde; Teodoro Fernández: Alejandro Villanueva; José Morales. Como suplentes
estuvieron: Prisco Alcalde y Eulogio García. El DT fue Alberto Denegri.
Noruega, ganó el bronce. ¿Alemania? Terminó sexto un categórico fracaso que repercutió
hondamente en el sentimiento nazi. ¿Argentina?
No participó del evento.
Nota: son muchas las versiones sobre estos hechos, les aporto tres
para mayores referencias:
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