martes, 16 de diciembre de 2025

Banderas marrones

La tierra en vuelo

Brown county (Nebraska, Estados Unidos)

Por Miguel Carrillo Bascary

El uso del marrón en el diseño de banderas es minoritario, como bien lo enseña la Vexilología. Sin embargo, hay numerosos exponentes, lo que justifica detenernos para considerar la cuestión. Es toda una paradoja que, siendo este el color de la tierra, lo veamos ondear contra los cielos, contenido en vexilos de estados, ciudades, regiones y pueblos.

Todo Vexilólogo, todo vexilógrafo, debería ser lector de Michel Pastoureau (París, 1948), titulado con toda como el “historiador del color”. Mucho podría decir para presentarlo a quienes no lo conozcan, pero me llevaría un extenso espacio. Les dejo su nombre para que los interesados puedan googlearlo y sorprenderse con su muy original aporte a la cultura general, tanto desde la perspectiva del color como de la Semiótica.

Aun así, considero necesario señalar que es Director de Estudios de la “Escuela Práctica de Estudios Superiores” de la Universidad de la Sorbona, donde es titular de la cátedra de “Historia de la Simbología Occidental”. También preside la “Sociedad Francesa de Heráldica y Esfragística” (Sigilología) y es autor de una larga secuela de títulos, a cuál más interesante. En lo personal lo descubrí hace varias décadas, cuando todavía ignoraba que con el tiempo me dedicaría a la Vexilología. Ese primer encuentro fue al leer una reseña de su obra[1] “Azul, historia de un color” en el diario “La Nación” de Bs. Aires del 15 de abril del 2001.

Tras esta breve anécdota cito a Pastoureau, quien en su “Diccionario de los Colores[2]” escribió: “En francés, el adjetivo marrón, derivado en el siglo XVIII del nombre del fruto que designa la castaña grande”. De manera que para la lengua española el término es un galicismo.

Esto explica la relación entre ese color y el popular fruto seco, cuya harina salvó del hambre a numerosas poblaciones de Europa en épocas de escasez, aunque haya llegado del Asia Menor. Apunto que, al menos en Argentina, se emplea habitualmente el término “marrón” y muy escasamente el “castaño”, excepto para prendas de vestir.

Otra notable obra de referencia imprescindible es “Sicología del color”, de Eva Heller[3]. Ella informa que “… el marrón es el más rechazado de los colores Es más, una mezcolanza de colores que un color”. Avanzando en la lectura lo califica como “el color de lo feo y lo antipático”, por sus connotaciones escatológicas. También dice que refleja la “pereza y la necedad”, lo “anticuado y lo común”, con referencia la vestimenta de los pobres de la Edad Media, razón por la que lo eligieron para su hábito las ordenes de frailes mendicantes, como los franciscanos. La autora también le encuentra connotaciones positivas, hasta el punto de ser identificado con lo acogedor, y con los “materiales robustos” en alusión a la madera, también con los “amores secretos” (ilegítimos).

Por su parte, Kassia St. Claire[4] en “Las vidas secretas del color[5]” nos brinda otra interesante información. Afirma que el marrón ilustra la riqueza de la tierra y destaca que no se encuentra en el arco iris, de manera que para fabricarlo hay que mixturar numerosos colores. Señala que fue de los primeros en ser empleados por el hombre primitivo, pero que al carecer de un matiz brillante fue generalmente despreciado por el arte, aunque lo hayan usado tradicionalmente para componer sus esbozos y líneas bases. Indica con toda razón que es uno de los colores más abundantes en la Naturaleza. Hace constar, además, que durante el siglo XIX se empleó en los uniformes militares para contrastar con los rojos y azules, hasta el punto que la tonalidad caqui fue aceptada como pauta de camuflaje mínimo en las grandes guerras del siglo XX.

Héller ha investigado las relaciones entre las diferentes tonalidades del marrón y nos aporta nada menos que 96, de entre las que selecciono diez: café, caoba, cigarro, cieno, tostado, pardo, caca, carmelita (con referencia al hábito de esta orden religiosa), chocolate, tabaco, madera y castaño, sin olvidar el tierra, por supuesto. El color en sus diversas variantes es fundamental en los uniformes de baja visibilidad[6]

Desde el portal “reddit.comUdzu nos ofrece una imagen que contiene numerosas banderas que usan el castaño, lo que servirá como referencia al interesado[7]:

Por mi parte, aporto otra buena cantidad

En conclusión, aunque podamos coincidir o no con las investigaciones de Eva Heller quien caracteriza al marrón como "el más rechazado de los colores" , cuenta con su presencia en banderas que identifican a pueblos, estados, ciudades y otras muchas realidades polìticas y sociológicas.


[1] Fue en la nota de Alejo Schapire, “El azul, según pasaron los siglos”.

[2] Paidós. Barcelona, 2009, originalmente publicado en francés en 2007, como “Dictionaire des coleurs de notre temps. Symbolique er societé”. 316 pp.

[3] Eva Heller (1948-2008) fue una socióloga, psicóloga. Existe una muy buena reseña que sin dudas les será de interés (https://olgacarreras.blogspot.com/2008/11/resea-psicologa-del-color-de-eva-heller.html). Barcelona, ed. 2012. 310 pp.

[4] Nacida en 1985. Graduada en Historia y Artes, las universidades de Bristol y Oxford. Especializada en vestimentas.

[5] Edit. Indicios (2ª. Ed.) Valladolid, 2017. 360 pp.

[6] Véase: “Banderas miméticas, tácticas o de baja visibilidad” - https://banderasargentinas.blogspot.com/2025/11/banderas-mimeticas-tacticas-o-de-baja.html

[7] https://www.reddit.com/r/vexillology/comments/f1qff8/some_flags_with_brown_in_them/?tl=es-419#lightbox

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