sábado, 5 de julio de 2025

María Catalina, Victoriana, Josefa y la Bandera

Blancas ¿y oscuras? manos de mujer

M. Catalina Echevarría [1], Victoriana y Josefa [2]

Por Miguel Carrillo Bascary 


Se reproduce acá la colaboración del autor publicada en el Nro. 2 de la Revista ACYP, Julio 2025, al par que se agradece la invitación a tal efecto.

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La tradición conserva que María Catalina Echevarría confeccionó la primera Bandera nacional, pero … ¿la hizo ella sola? ¿recibió alguna ayuda? La memoria social no menciona colaboración alguna. Se suma así una nueva incógnita a las muchas que sugiere el nacimiento de nuestra Enseña patria.

Se afirma también que cuando Belgrano llegó al poblado de la Capilla de Nuestra Señora del Rosario se hospedó donde habitaba la hermana de su amigo Vicente Echevarría, es decir María Catalina. Era lógico, ante la falta de hoteles y cuarteles. En realidad, la casa era propiedad del muy hispánico Pedro Tuella Monpesar, quien los había adoptado de pequeños y que, circunstancialmente, estaba ausente. 

Aceptemos entonces que Catalina actuó como señora de la casa donde vivía con su esposo, Manuel Vidal, y su hija, Josefa de unos 2 años. También atendía el almacén de ramos generales propiedad de Tuella.

Se conoce que el gobierno decretó la escarapela el 18 de febrero. El despacho debió llegar a manos de Belgrano aproximadamente el 21 o 22, pues el 23 informa que “...se ha puesto en ejecución la orden...”. Aceptemos que fue entonces que Belgrano concibió la Bandera, inspirado en el patriotismo que advirtió en el pueblo de Rosario. Parece lógico que se la encargara a Catalina

Una reciente reinterpretación de los hechos, sin ninguna base cierta, procura destacar el papel de la mujer en los primeros tiempos de la Patria y plantea que Catalina convocó a varias de sus congéneres para que la ayudaran en la tarea. Es una hipótesis, no digo que no, pero tengo para mí que resulta desmesurada. Explicaré mi apreciación.

En realidad, la labor era muy sencilla, perfectamente al alcance de una ama de casa de aquellos tiempos. Consistió en tomar de la tienda los dos paños (uno blanco y el otro celeste), que según la crítica histórica compuso nuestro primer lábaro. No conocemos sus dimensiones, pero con base en otros casos, pudo tener unos 2/ 2,20 metros de largo por 1,60 de ancho. 

Tras coserlos entre sí, Catalina debió hilvanar los bordes, para impedir que se deshilacharan al flamear. Luego les adosó una vaina con cintillas, que permitieran endrizar la pieza. Algo nada complejo para quien tuviera costumbre de trabajo. 

Convocar a otras mujeres a tal efecto, lo reitero, parece excesivo. No digo tampoco que Catalina obrara sola. Por entonces cada casa era una unidad económica y ciertas tareas convocaban quienes vivían bajo su techo. 

Creo factible y razonable, que Catalina pudo actuar en conjunto con sus esclavas, las pardas Victoriana, de 34 años, y Josefa, de 21. La memoria local excluyó injustamente el protagonismo de estas últimas. Considero así que la primera Bandera nacional surgió de las blancas manos de una mujer que estaba próxima a ser madre, Catalina (quién a poco dio a luz a su hijo Pedro), y que también pudieron obrar otras, de piel oscura, las pertenecientes a las esclavas, Victoriana y Josefa. 

Nota: podrá bajarse el Nro. 2 de la Revista desde https://heyzine.com/flip-book/01e62965db.html


[1] Fotografiada en su ancianidad

[2] Imágenes referenciales

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