Mucho más que proteger
Por Miguel Carrillo Bascary
La presencia del argentino Franco Colapinto en la Formula 1 despierta un interés creciente por la categoría. La onda también llegó a este Blog dedicado a los símbolos y al ceremonial ya que es tradición que los pilotos incorporen a sus cascos las banderas de sus naciones.pero para abordarla es necesario conocer la evolución que experimentaron a lo largo de los años. Es así que retrocedo en el tiempo en que este autor cubría las carreras de autos como parte de la estructura de Ruta Libre[1], legendaria programación radial en la que intervenía con gran entusiasmo.
Generalidades de los cascos
Los que utilizan los pilotos de Fórmula 1
son un prodigio de tecnología
adaptada no solo para protegerlos de impactos y de la acción de las llamas, eventualmente,
también cumplen elevadas prestaciones en materia de hidratación y comunicación
entre el conductor, los equipos y la organización de la carrera. Por si esto
fuera poco cuentan con funciones aerodinámicas, sirven como soporte publicitario
a numerosos sponsors y aún hoy, evidencian la nacionalidad de sus usuarios.
Este último aspecto resulta de interés para los ceremonialistas.
Se los denomina “integrales” ya que además de preservar la calota craneana, también cuidan
maxilares, orejas, nariz, la vista y la base del cuello. Para cumplir
adecuadamente esta función, se escanea la cabeza del futuro usuario mediante complejos
sistemas de software y se terminan en forma personalizada. Las especificaciones técnicas de los cascos
de competición están previstas en el Anexo L del Código Deportivo Internacional.
Las carcasas
se construyen con hasta 18 capas de fibra de carbono[2],
el mismo material de los chasis, con capacidad de soportar impactos de decenas
de toneladas y temperaturas de 800ºC durante 30 segundos sin afectar al piloto.
Tienen aberturas estratégicamente distribuidas para favorecer la ventilación y
disipar la temperatura. Una pequeñísima cámara
de TV se inserta a la altura de los ojos para lograr tomas on-board. Las sujeciones a la cabeza del
usuario se vinculan con el sistema HANS (Head
And Neck Support Device), que desde el 2003 define un collarín de fibra de carbono destinado a mitigar el efecto látigo
en caso de impacto. El peso total de
estos elementos de protección alcanza un máximo 1,250 kg. Todo esto se refleja
en sus elevados costos, estimados en
unos 8.000 euros cada uno.
En contacto con la caperuza anti flama (Nomex)[3]
los cascos llevan un forro ignífugo
que recubre un relleno igual característica,
pero de mucha mayor consistencia, destinada a disminuir los eventuales
impactos.
Las viseras
de poliamida (aramida, kevlar) también
cuidan contra el impacto de insectos, piedrecillas, restos de neumáticos y aún
de piezas de mayor masa. Una barreta de zylon[4]
recubre el sector de la frente. Su rigidez es tal que se comprueba
efectuándoles disparos. La tonalidad (clara, oscura o media) aporta
prestaciones acorde a la luminosidad ambiente[5].
A su exterior se adhieren láminas plásticas traslucidas (llamadas tear-off)
que los pilotos van descartando en carrera para favorecer la visual.
Lo usual es que en cada carrera los
conductores cuenten con dos cascos, al menos, cada uno con
diversas especificaciones de detalle. En la antigüedad estos elementos se
utilizaban durante varias campañas, pero todo esto cambió. En cada temporada un
piloto de F1 llega a usar una docena o más. Antes eran de propiedad de cada conductor, pero en las últimas décadas comenzaron
a ser provistos por los equipos, en el año 2015 la FIA fijó limitaciones para
que su costo no incidiera excesivamente en los presupuestos; también se adujo que
facilitaba identificar a los conductores, particularmente cuando corrían para un
mismo equipo, pero estas restricciones se eliminaron al llegar la temporada
2020.
Emblemas personales
Durante la Edad Media los caballeros revestidos de armaduras se diferenciaban por
las crestas o cimeras, que llevaban sobre sus yelmos. Estas se construían con cuero y pasta de papel que por lo
general reproducían las cargas de sus blasones nobiliarios. Tenían formas más o
menos complejas; en algunos casos llegaron a ser distintivos sumamente
conocidos, particularmente en las justas y torneos.
En el mundo de la Formula 1, la categoría más excelsa del automovilismo, los cascos
de los pilotos generaron un fenómeno de identificación similar. Cuando el
público llega a conocer los colores de casco de un determinado piloto puede
ubicarlos en el orden de marcha, con todo lo que esto implica. Si bien es
cierto que las decoraciones de los coches cumplen similar función, cuando se
trata de un mismo equipo es imprescindible distinguir entre sus coequipers,
para lo que los cascos resultan ser ideales.
Como los colores básicos son escasos se particularizaban con detalles para
diferenciarlos usando colores contrastantes, líneas, dibujos y otro tipo de
aplicaciones. Con el tiempo los diseños fueron cada vez más complejos hoy se ven cascos con motivos y colores
cambiantes; algunos se decoran para un solo gran premio; la tarea está a cargo
de verdaderos artistas.
Desde mediados de la década de 1950,
cuando el uso de cascos se difundió, muchos
conductores hacían gala de su nacionalidad adicionándoles banderas o aplicándoles
sus colores. Esto exacerbó el fanatismo de sus seguidores, lo que aumentaba su
popularidad. Pese a la evolución que hoy se registra hay muchos corredores que mantienen
la referencia a sus paises de origen.
Hoy las regulaciones de la FIA también
abarcan a la pintura y aún a los autoadhesivos que puedan aplicarse,
para evitar que se afecte la capacidad de protección.
Evolución
En los primeros años del automovilismo de competición, es decir, fines del
siglo XIX y a comienzos del XX, no existía el concepto de protección que
inspiró el surgimiento de los casos. Sí respecto de las gafas deportivas que
derivaron de las usadas por los aviadores y motociclistas. A lo sumo se
empleaban casquetes de lona o cuero,
más que nada para contener los cabellos y evitar la incomodidad de que el aire
penetrara en los oídos a gran velocidad. Más tarde se crearon calotas de corcho,
similares a los cascos usados para tareas en los trópicos y el polo, luego se recubrieron de una
cazuela de acero o madera dura.
Las sombrererías las que se encargaban de
su fabricarlos, sobre conceptos absolutamente aleatorios. Se afirma que Eric
Gardner 1877–1951, medico traumatólogo, diseñó en 1904 un primitivo casco compuesto de varias capas de lienzo pegadas con
laca, cuyo empleo preservó la vida a innumerables accidentados. Desde 1935 se hizo obligatorio utilizar
protección en las carreras de grand prix y voiturettes,
pero no existían criterios técnicos la seguridad aportada era mínima.
Primeramente, en el mejor de los casos recubrían
solo la mitad del cráneo, desde
mediados de los años 50 se agregó una visera,
lo que mirado desde la perspectiva actual generaba problemas aerodinámicos y
forzaba la cabeza del piloto hacia atrás. En ocasiones se adicionaba una
especie de burbuja traslúcida. En 1955 en IndyCar se presentó el primer casco Bell 500 construido en fibra de vidrio y espuma de poliuretano
interior. Lentamente se fue expandiendo su empleo.
Ya en la década de 1960 se amplió la superficie rígida cubriendo la nuca y las orejas, complementados con antiparras. Hubo que esperar hasta 1968 para que hiciera su aparición en F1 el llamado casco integral que empleó Dan Gurney[6], el primero en usar un Bell y que pesaba casi 3 kg. Fue en los ensayos del GP de Holanda, quince días más tarde lo experimentó en carrera, durante el GP de Alemania (en el circuito de Nurburgring), bajo intensa lluvia.
Desde 1969 los cascos integrales se difundieron rápidamente[7].
En los años 80 hizo su irrupción el material conocido como Kevlar que aportó mayor rigidez, esto fue hasta la llegada de la
fibra de carbono, veinte años más tarde.
Concluyendo
La evolución descripta incidió lógicamente en la decoración de los cascos. Cuando se organizó el Campeonato Mundial de Conductores en 1950 no existieron mayores variedades, generalmente eran de color uniforme. Luego se fueron agregando líneas y colores combinados, a veces incorporaban las banderas que indicaba la nacionalidad de los pilotos o con la representación de las mismas. Las posibilidades que aportaron los nuevos materiales, la aparición de sponsors y, principalmente, las trasmisiones televisivas incidieron, así como las exigencias del marketing que agregó complejidad al panorama. Por sobre todo los cascos identifican a sus usuarios cumpliendo la misma función que las crestas que adornaron los yelmos que los caballeros de brillante armadura que lucieron en las justas y torneos medievales.
Nota: un video muy ilustrativo sobre la evolución de los cascos en la F1 https://youtu.be/l-tNQiZgOuI (Donut Media): 2,24 minutos
[1] Se trataba de un verdadero equipo profesional cuyo titular era Orlando Román Bueno. Cubría diariamente
un horario central en LT8 Radio Rosario,
además de las carreras dominicales, tanto a nivel nacional como internacional,
cuando Carlos Reutemann se afianzó en la Formula 1.
[2] Este ligero material de enorme rigidez fue exigible desde el 2001.
[3] Obligatoria desde el 1969.
[4] Dos veces más resistente que el kevlar.
[5] En el 2008 se concretaron los primeros grand prix nocturnos, en
Singapur y Abu Dabi, otros se agregarían más adelante. Además de las citadas,
en el 2024 serán de noche los grandes premios de Bahréin, Arabia Saudita, Las
Vegas y Catar.
[7] Savage fue un carismático piloto norteamericano proveniente del motociclismo que actuó en diversas categorías como protegido de Gurney en eñ AAR (All American Racers). Falleció a consecuencia de un accidente en las 500 Indy 1973. Ref.: https://en.wikipedia.org/wiki/Swede_Savage
[8] Se afirma que el último piloto de GP que llevó en carrera un casco
abierto fue el finlandés Leo Kinnunen,
en el GP de Bélgica (12.5.1974) conduciendo un Surtees TS16-Cosworth; lo que es
verdad, pero no se trató de la última vez que se vio en la categoría ya que en
los ensayos para Mónaco en 1975 Carlos
Reutemann, volvió al abierto de color negro con el que había debutado en
1971, al que adicionó una burbuja, no le resultó finalmente ya que para la carrera
lo dejó de lado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario