¿Dónde y cómo se exhibió la Bandera legada”
Por Miguel
Carrillo Bascary
La investigación histórica suele sorprendernos con revelaciones sobre
el pasado que aportan nuevas perspectivas sobre acontecimientos donde se creía
que estaba todo clarificado. Prueba de esto es haber encontrado un decreto del Poder Ejecutivo de la
provincia de Jujuy en donde se dispuso la manera en que se solemnizó la entronización de la “Bandera Nacional de la
Libertad Civil” que el general Manuel Belgrano legó el 25 de mayo de 1813 a
los jujeños como testimonio de su heroísmo en las batallas de Tucumán y Salta.
Avatares
El símbolo fue preservado
por este mártir como preciada reliquia a través de enormes vicisitudes, tal
como lo relato en mi libro “La Bandera nacional de la Libertad Civil, su
historia y su pueblo”. Recuerdo ahí que inicialmente se preservó en la
sala capitular de Jujuy. La invasión realista de enero de 1814 determinó que se
llevara a Tucumán junto con los archivos capitulares jujeños. Allí estuvo
encerrada en una petaca por varios años hasta que fue retornada a Jujuy, desde
entonces volvió a la sala de acuerdos de su Cabildo, cuando esta institución se
suprimió en 1837 pasó al presbiterio, en la nave central de la iglesia matriz (hoy catedral). Luego
que un terremoto afectó su estructura, a fines de la década de 1870, se instaló
en el recinto de sesiones de la Legislatura
local, donde se la preservó hasta 1921 en un templete, que se habilitó en
1885. Fue en estos últimos años que al textil se le recortaron sus extremos que estaban sensiblemente deteriorados,
por lo que adquirió el formato que hoy presenta.
Hacia fines del siglo XIX se
la llegó a conocer como “la bandera peregrina”
o “viajera” ya que desde distintos lugares del país la pidieron a Jujuy. El 11
de julio de 1894 fue llevada hasta Salta,
donde se le tributó un sentido homenaje en el campo donde tuvo lugar la célebre
batalla. Para el 9 de julio de 1898 llegó a Rosario por tren, en ocasión de colocarse la piedra fundamental del
Monumento a la Bandera, a su paso fue ovacionada en distintas localidades. Tucumán la recibió en 1906, y entonces
se la mostró en el “Salón de la Independencia” a los miles de personas que
fueron a venerarla. Para el centenario de la muerte de Belgrano, en 1920, se la
reclamó desde Buenos Aires, pero el
gobierno de Jujuy dispuso que ya no saliera de la provincia ya que estos
traslados amenazaban la integridad material del símbolo.
Al aproximarse el
centenario de la creación de la Bandera nacional se estudió colocarla en la
plaza “Belgrano”, en la capital jujeña, bajo el pedestal de la estatua que
recuerda al prócer. Ya en 1912 se la quiso realzar instalándola en una capilla a
construirse en la iglesia matriz, a tal fin se definieron dos proyectos. Ninguna de estas iniciativas prosperó.
La oportunidad llegó
cuando comenzó a construirse la “Casa de
Gobierno” de la provincia y en los planos se resolvió asignarle un espacio
de significación. En 1921 cuando aún estaba en obras el palacio la bandera se
trasladó al despacho del gobernador, donde permaneció hasta 1927, cuando finalmente se la depositó en el “Salón Dorado”
del edificio, que con el tiempo pasó a denominarse “Salón de la Bandera”.
Allí estuvo hasta el 25 de mayo del año 2021 cuando quedó preservada con las
debidas condiciones técnicas que aseguran su conservación, en el centro de interpretación, que se
construyó en un ángulo del primer piso de la sede de gobierno.
El decreto de entronización
Pero volvamos a 1927 cuando finalmente Jujuy quiso dar el debido realce a esta verdadera reliquia histórica de la nacionalidad. Por entonces gobernaba la provincia el Dr. Benjamín Villafañe (hijo) quien desempeñó el cargo desde 1924 a 1927, una progresista gestión que culminó con la entronización del legado belgraniano en la “Casa de Gobierno”.
Villafañe ordenó los actos celebratorios mediante el decreto que se trascribe:
Queda de relieve que además del acto protocolar previsto en
el artículo 1º, se solemnizó la ocasión con las sesiones del “II Congreso de Historia Americana “que
organizó la “Academia Americana de la historia”, prestigiosa entidad que
agrupaba 69 asociaciones de todo el continente, Las sesiones se desarrollaron
en el mismísimo “Salón de la Bandera” en donde se reunieron eruditos argentinos
y de otros países. El evento se desarrolló con gran éxito y dejó importantes trabajos para la historiografía
americana. Una comisión de notables se ocupó también de otras acciones conmemorativas.
El hallazgo del decreto
permitió referenciar el alto valor de la
reliquia y la enorme consideración de que gozaba. No eran tiempos donde
fuera fácil reunir expertos de diversas nacionalidades en un punto geográfico
de difícil acceso, como lo era Jujuy.
Paralelamente queda expuesta las honras que mereció esta bandera a lo largo de dos siglos en donde siempre se exhibió en espacios dignisimos.
Excelente reseña histórica Dr. Miguel Carrillo Bascary !!!
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