jueves, 23 de noviembre de 2023

Rosario y la Naranja Mecánica

 Un hombre llamado Guillermo

Alegoría de la película y el protagonista Malcom McDowell (Alex DeLarge)

Por Miguel Carrillo Bascary

En 1971 se estrenó “La Naranja Mecánica de Stanley Kubrick, se basaba en la novela de Anthony Burgess (1962). La película escandalizó por la ultraviolencia explícita. Se desarrollaba en una sociedad tecnológica donde algunos inadaptados drogados perpetraban sucesivos crímenes particularmente brutales. En una de sus escenas más fuertes los pandilleros atacan a mansalva a un viejo vagabundo borracho mientras cantan alrededor. Un hecho especialmente aberrante por la indefensión de la víctima y la fría crueldad de la agresión, perpetrada como insana diversión. Aquella violencia inicua parecía muy lejana a los espectadores rosarinos de entonces. 

Cuarenta y tres años más tarde del estreno la barbarie representada fue superada en Rosario. El diario “La Capital” del 20 de marzo de 2015 informaba que Guillermo Soto, de unos sesenta años, víctima de por sí de la indigencia que lo llevó a vivir en las calles, fue agredido por un grupo de desalmados que prendieron fuego a sus ropas mientras estaba dormido. Con el 70% de su cuerpo quemado moría horas más tarde tras espantosa agonía. El terrible momento, la inhumanidad de sus autores, la injusticia del fin de Guillermo, hablan por sí solos. Nada queda por agregar a los sentimientos de quienes lean estas líneas. Se agotan los epítetos ante un salvajismo seres humanos que parecen desprovistos de conciencia pero que increíblemente, la tienen.

En aquel entonces me desempeñaba como presidente de la Junta de Historia de Rosario y, como tal participaba asiduamente de la Comisión especial de Nomenclatura Urbana del Concejo Municipal. En la Junta consideramos válido denunciar aquella brutalidad ante la memoria social esperando que nunca más ocurrieran hechos similares. Por eso promovimos dictar una ordenanza que impusiera el nombre de Guillermo Soto a una calle entonces sin nombre, en el mismo barrio Las Flores donde vivió y murió. El trámite no fue fácil, alguien dijo que era políticamente incorrecto, otro que la nomenclatura debía destacar logros y no tragedias, alguien más que se estigmatizaba la marginalidad. Pese a todo, la iniciativa se aprobó como Ordenanza Nº9.434. Sobre esa calle hoy viven cientos de rosarinos y está pavimentada casi en su totalidad, en sus inmediaciones se levanta el Casino.

La calle Guillermo Soto en la actualidad

Al llegar a este punto no dejo de pensar que, más que dar su nombre a una calle, Guillermo Soto hubiera apreciado mucho más una pieza donde vivir, un plato de comida caliente cada noche (al menos) y, sobre todo, que alguien lo acompañara su soledad. Aunque sólo fuera por un rato. 

Lamentablemente, hay muchos Guillermos Soto en Rosario y Argentina, más que en aquel entonces, solo esperemos que no tengan el mismo final. Jamás se debe naturalizar la violencia.

Texto de la normativa citada

Fundamentos

Referencias:

http://www.lacapital.com.ar/cartasdelectores/Rosario-y-la-Naranja-Mecanica-20150326-0019.html

https://es.wikipedia.org/wiki/La_naranja_mec%C3%A1nica_(pel%C3%ADcula)

https://culturaimpaciente.com/cine/10-cosas-que-no-sabias-de-la-naranja-mecanica/

https://infomapa.rosario.gov.ar/emapa/mapa.htm#

https://www.rosario.gob.ar/normativa/verArchivo?tipo=pdf&id=109655

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