Tremolar de argentinidad, pese a todo
Por Miguel Carrillo Bascary
La enseña que se identifica con el territorio de las islas Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur es, con toda lógica, la Bandera Oficial de la Nación Argentina.
Es aquella cuyos colores definió el estadista y general que fue Manuel Belgrano; la que adoptó formalmente el Congreso de Tucumán tras declarar la independencia de las Provincias Unidas de Sudamérica; la misma que tomó el Sol de su Escudo en el año 1818 y la que mucho tiempo después, definió sus colores de acuerdo a las escalas cromáticas internacionales, mediante el Decreto Nº1.650 del año 2010[1], que estableció su imagen oficial.
Bajo esta bandera combatieron los patriotas en la guerra por la Emancipación, bajo la conducción de San Martín, Belgrano, Güemes y de tantos otros. Es la que surcó los mares del mundo en los barcos de Brown, Bouchard y demás marinos al servicio del país.
Es la que en 1820 hizo flamear en Puerto Soledad el coronel David Jewett por orden del Gobierno argentino restableciendo así la autoridad nacional en sustitución de la Corona de España.
Es la misma que ostentó la Comandancia Política y Militar de las Malvinas creada el 10 de junio de 1829, cuya jurisdicción incluso se extendía a los archipiélagos “adyacentes al cabo de Hornos en el mar Atlántico”, cuyo gobierno ejerció inicialmente Luis Vernet.
Es la enseña a la que supo honrar el valor de los oficiales, soldados y civiles que combatieron en el “Teatro de Operaciones del Atlántico Sur”, en el memorable 1982 y la de aquellos que en nuestros días continúan sosteniendo la tea de Gesta de Malvinas. Es la que inspiró, impulsó y sostuvo la voluntad de millones de argentinos que bregaron por la Patria donde protagonizaron su historia y la del país que los vio nacer o que los acogió generoso para emprender una nueva vida, en la misma forma que lo continúan haciendo tantos otros, pese a las contingencias y miserias de nuestra actualidad.
La bandera provincial
La última provincia argentina que se sumó al Estado Argentino constituido en 1853 es la de “Tierra del Fuego, Antártida e islas del Atlántico Sur”, tal el nombre con que se la reconoció por la Ley Nº23.775 (26 de marzo de 1990). La más extensa y la menos poblada de nuestro país.
Nueve años más tarde, el gobierno local definió el diseño de la bandera que la identifica. Esta surgió de un concurso popular, donde fue seleccionado el lema “Albatros” que elaboró la arquitecta Teresa Martínez y que se oficializó por medio de la Ley Nº458, el 9 de noviembre del año 1999. El seudónimo alude al perfil blanco que representa al ave, característica de la región, y que define un espacio en naranja que reproduce aproximadamente el sector argentino de la Isla Grande de Tierra del Fuego, así como otro, de color celeste, aludiendo a los espacios marítima, en donde se destacan la constelación de la Cruz del Sur, que con sus estrellas remite a las islas Grande, de los Estados, Malvinas, Georgias, Sándwich del Sur y al sector Antártico Argentino.
Me honra haber iniciado el proceso que culminó con la aprobación de esa norma, cuyo texto redacté oportunamente. El proyecto este no hubiera procedido sin la inestimable actividad de la profesora María Cecilia Belloti, entonces directora de Cultura de la provincia, quien lo impulsó, llevó adelante el pertinente concurso y quien luego bregó hasta conseguir el apoyo de las autoridades para que lo aprobaran como ley.
Esta es la bandera de la novel provincia y la que, en consecuencia, identifica a las islas Malvinas, así como a los otros espacios territoriales, tanto los emergidos como los submarinos que la comprenden, de conformidad a los derechos argentinos formulados en el marco de la “Convención Internacionales de los Derechos del Mar”, promovida por las Naciones Unidas.
Cabe recordar que, con muy buena fe seguramente, una agrupación de veteranos excombatientes de la provincia de Catamarca encaró en el año 2014 un proyecto que se denominó “Una bandera para Malvinas”, lo que implicaba desconocer el significado de la enseña fueguina y constituía una inaceptable intromisión de los asuntos de la provincia que las contiene. Lo preocupante fue que participaron activamente de la iniciativa: el Gobierno de esa provincia, la Municipalidad de San Fernando de Catamarca y la Cámara de Diputados, así como el “Círculo de Periodistas Deportivos”, varias empresas y otras entidades civiles. Cuando esto se conoció en la provincia sureña generó un amplio repudio que finalmente abortó la equívoca iniciativa. (Ref.: http://www.eldiariodelfindelmundo.com/noticias/leer/54359/repudiaron-concurso-para-crear-bandera-para-las-islas.html, consultado en marzo 2022)
Como si esto no hubiera bastado, en 2017 el diputado por la provincia de Buenos Aires, Juan José Mussi (PJ), evidenció una ignorancia supina cuando anunció su idea de crear una bandera para Malvinas. Inmediatamente fue rebatido por la gobernadora fueguina Rosana Bertone, quien le recordó que el archipiélago formaba parte de la provincia a su cargo, por lo que su bandera es la provincial. (Ref.: http://www.notitdf.com/noticias/leer/24585-bandera-malvinas-tierra-del-fuego.html, consultado en enero de 2018)
Un símbolo en prospectiva
Mucho podrá especularse sobre cuándo se darán las condiciones para que los archipiélagos usurpados sean reintegrados de hecho a la posesión de la Nación argentina, lo que está claro es que alguna vez ocurrirá, como lo anticipan sólidos argumentos de Derecho Internacional. En su oportunidad desde la Vexilología se plantearán algunas opciones a las que intentaré dar respuesta anticipada:
1ª. No variará la bandera que diseñó la Arquitecta Martínez si las Malvinas, Georgias y Sándwich del Sur si continúan como parte de la provincia que desde 1990 integran junto a la Tierra del Fuego y a la Antártida Argentina.
2ª. Podrá adoptarse una nueva bandera en base a la “Primera Disposición Transitoria” de la Constitución argentina, reformada en 1994, que define en su texto:
“La
Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las
Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sándwich del Sur y los espacios marítimos e
insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional.
La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino."
Lo destacado plantea que, además de los perfiles histórico-sociales referenciados en la frase y a las características particulares de la enorme extensión de la provincia surgida en 1990, pudiera ocurrir que Malvinas se estructure como una municipalidad o departamento de aquella gran provincia. Esta abarcaría a Puerto Argentino a las pequeñas localidades de Pradera del Ganso (Goose Green), Puerto San Carlos, Puerto Mitre (Howard), Darwin, Fitz Roy y otras de menores dimensiones aún. Incluso será posible que incluya o no a las Georgias. En todos estos casos es viable que sus habitantes puedan darse una bandera local, como ya lo han hecho los municipios de Río Grande[2] y Tolhuin, en la Isla Grande de Tierra del Fuego.
En este sentido se computa, la iniciativa que la
diputada Olga E. Guzmán (Movimiento Popular Neuquino) redactó en 2012, cuyo artículo
1º ordenaba: “Dispónese, en ocasión de la
conmemoración del 30º aniversario de la Guerra de Malvinas, la apertura de un
concurso abierto de anteproyectos para la creación
de la bandera del Departamento Islas del Atlántico Sur” (Ref.: Expediente
1883-D-2012 http://webappl.hcdn.gov.ar/proyectos/proyecto.jsp?id=135379 consultado en agosto de 2017)[3].
También acá se incurrió en un grueso error, ya que si se hubiera sancionado la
norma habrían invadido una competencia propia de Ta. del Fuego, excediendo
totalmente a la que corresponde a la Cámara de Diputados de la Nación.
En consecuencia, esa eventual bandera municipal o departamental de Malvinas será adoptada por los habitantes del ejido o jurisdicción, conforme a sus preferencias, por lo que podría incorporar colores y elementos de diseño acordes a sus caracteres geográficos y culturales. Quienes habiten las Georgias también tendrán derecho de contar con una bandera local que los identifique. Mientras que no ocurrirá lo mismo con las Sándwich, ya que sus condiciones las hacen prácticamente inhabitables.
3ª. Creación de una bandera provincial. El artículo 13 de la Constitución argentina establece el procedimiento para la creación de nuevas provincias, en el caso de Malvinas abarcar o no a las Georgias y Sándwich del Sur. Si así fuera sus habitantes podrán adoptar sus propios símbolos en forma acorde a sus tradiciones, valores y realidades.
Lo curioso es que el margen de libertad propio de que dispone un estado miembro en el régimen constitucional de Argentina, permitiría que la eventual bandera de la provincia Malvinas podrá incorporar elementos de las que en la actualidad o en el pasado impuso el ilegitimo régimen colonial que estableció el Reino Unido en 1833[4]. Sin perjuicio de ampliar esta temática en un futuro trabajo, las que hoy se emplean en las Islas son las siguientes:
Los precedentes a nivel nacional e internacionales, tal como los estudia la Vexilología ratifican la posibilidad de que se concreten las variables analizadas sin mengua alguna al principio de la soberanía nacional argentina. Así, como hipótesis de trabajo, nada obstaría a que, como casos extremos, nada obstaría que se reimplantara el uso del diseño que utilizó Vernet o bien que se mantenga el escudo colonial que se utiliza en la actualdiad.
De hecho, son numerosas las propuestas de banderas para Malvinas que distintos vexilógrafos han imaginado para ellas, aunque todas son simples ensayos sin entidad jurídica alguna. Como ejemplos se muestran algunas:
Conclusión
Como se ve la Vexilología tiene mucho que aportar en la compleja temática que hace a la definición de una bandera para las islas Malvinas.
Por paradoja, en el campo inferior del escudo colonialista las ondas que carga definen con toda claridad una bandera argentina:
Notas y referencias:
[1] La
falta de precisión de la norma que oficializó la bandera de Argentina motivó
que los autores discutieron durante décadas cuáles debían ser sus colores
exactos, los más fundamentaban el uso del celeste y una minoría el del azul,
con una fuente saturación hasta llegar casi al negro. Fue así que se constituyó
una comisión oficial que trabajó en el tema a lo largo de diez años hasta que
su labor culminó en la norma referida.
[2] Ver la
pertinente ordenanza en: https://www.riogrande.gob.ar/wp-content/uploads/subidas/transparencia/digesto/ord%200809.pdf. Pese a
al tenor de la norma, cuando en el año 2006 se redactó la carta orgánica del
municipio solo se aprobó como símbolo oficial al escudo local de manera que, si
bien la ordenanza mantendría su vigencia, el uso de la insignia ha caído en
desuetudo.
[3] Pueden
verse otras referencias en:
[4] Vale
referir también que la bandera de la Ciudad Autónoma de Bs. Aires carga el
blasón que le reconoció el régimen colonial español en el año 1580 en tiempos
del rey Felioe II. (Ref. Ordenanza N°49.669 de 1995, https://www.buenosaires.gob.ar/laciudad/simbolos-de-la-ciudad/bandera-de-la-ciudad) lo
propio ocurre con otras ciudades argentinas.
[5] Al
respecto:
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