Noticias sobre la Virgen Desata Nudos y el Papa Francisco
Por Miguel Carrillo Bascary
En vísperas de la festividad de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre) parece buen momento para contar sobre un hecho que hace a nuestra ciudad y al Papa Francisco, para esto es necesario aportar algunas otras referencias.
La Virgen Desata Nudos, un Papa y un historiador
Una circunstancia fortuita
me puso en contacto con una carta dirigida al Dr. Miguel Alfredo Chiarpenello, quien además de sus méritos
profesionales se distinguió por sus aportes a la Historia, como que en su
momento fue incorporado como miembro del “Instituto Belgraniano de Rosario” y
de la “Junta de Historia” de la ciudad.
Me encontraba revisando una caja que contenía variedad de apuntes históricos acumulados por Miguel, cuando encontré un sobre dirigido a su persona.
El remitente impreso decía “Arzobispado de Buenos Aires – Rivadavia 415”,
lo que acentuó mi interés.
En su interior había una tarjeta fina mente impresa, con la
imagen de la hoy muy popular “Virgen Desata Nudos[1]”,
una de las designaciones con que la piedad católica referencia a la “Inmaculada
Concepción”, patrona de los matrimonios. La imagen fue representada por Johan Georg
M. Schmidtner (1625-1705)[2]
hacia el año 1700. Su original se venera desde 1706 en la iglesia San Pedro de Perlach, Augsburgo, cuya torre
data del año 1.000.
Su designación alude a la mediación de María ante su Divino Hijo
impetrando por quienes la invocan para destrabar la maraña de los problemas que
les impide acercarse a Él. Se remonta a
san Irineo, discípulo del Apóstol Juan, quien fuera obispo de Lyon, martirizado
en el año 202[3].
Hay varias versiones sobre cómo conoció Bergoglio esta advocación mariana.
Corresponde atenerse a sus propias palabras[4]
cuando explica que recibió una salutación navideña de una religiosa de Alemania
a quien conocía de una anterior estada en Argentina. Él nos amplía “Y yo sentí también que eso tenía un significado,
me gustó, la hice imprimir, la repartí”. También sugirió que la Universidad El Salvador la usara como una
salutación piadosa, con lo que su conocimiento se fue propagando. Más tarde, cuando
el 27 de junio de 1992 Bergoglio fue consagrado obispo empleó la imagen para la
estampa de recuerdo que se usa repartir en estos casos.
Una de sus relaciones, Ana María Betta de Berti[5] realizó varias reproducciones de buen tamaño, una fue destinada a la capilla del Rectorado de la Universidad del Salvador (de la Orden Jesuita), la segunda a la "Libera Universitá Santa María Asunta", de Roma (dependiente del Vaticano, instalada antes de ser electo papa Francisco), una tercera que se colocó en la capilla de la “Casa Rosada”, la que fue desmantelada durante la presidencia de Kirchner, por lo que se supone que la obra fue destruida[6].
La última se entronizó el 8 de diciembre de 1996, siendo Bergoglio obispo
auxiliar de Bs. Aires en el santuario
ubicado en San José del Talar, barrio de Agronomía, donde es venerada por miles
de fieles. A partir de entonces la devoción se expandió tanto a Brasil como a la
propia Alemania y tras asumir Bergoglio en pontificado llegó a otros muchos países
En la tarjeta, consta una oración[7]
y en el segmento de la derecha una breve
nota escrita con pequeña y cuidadosa letra de trazo cerrado, que transcribo
seguidamente:
“Bs. As., 7 de mayo de 2010
De mi mayor aprecio en Cristo:
Muchas gracias por el libro “La Imagen
Olvidada” que tuvo Ud. la delicadeza de enviarme. Lo leeré gustosamente.
Quedo a su disposición. Le pido por
favor, que rece por mí. Que Jesús lo bendiga y la Virgen Santa lo cuide.
Cordialmente,
J(orge) Mario Bergoglio”
No se Uds. pero para mí
fue una profunda emoción lo que
acababa de leer. Al momento de escribir esta misiva faltaban menos de dos años
para que Mons. Bergoglio fuera electo como Papa con el nombre de Francisco.
Quiero detenerme un instante
para destacar la fina delicadeza del prelado consistente en responder el envío de Miguel en forma
personal. La caligrafía es de trazos son parejos, ciertamente que algo
cerrados pero legibles sin esfuerzo, ocupan todo el espacio disponible entre
los textos pre impresos, en renglones bien alineados. Todo expresa autodominio
y decisión, al par que las letras redondeadas trasmiten calidez.
Sin embargo, lo más sensible, lo más característico
es la frase “Le pido por favor que rece
por mí”. La misma que hemos aprendido a oír de los labios de Francisco
desde el primer momento en que se dirigió al mundo tras ser electo como Papa,
el 13 de marzo del año 2013. El nombre del destinatario y la dirección
consignada en el sobre[8]
llevan la misma letra.
Es así como tan sencilla
misiva nos habla y mucho, de uno de los protagonistas
de la Historia presente, cabeza visible de la Iglesia y pastor universal.
Al encontrar esta carta consideré que sería adecuado darla a conocer en homenaje a este compañero de lides históricas y de polémicas encendidas por la investigación del pasado de Rosario. Paralelamente tuve el gusto de retornársela a su familia, que es el lugar donde debe estar.
El historiador
Conocido el tenor de esta
pieza postal y sabida su autoría es pertinente que nos detengamos en su
destinatario, en conocer de qué trata el libro que escribiera y en las curiosas
circunstancias de cómo la misiva llegó a mi conocimiento.
Miguel Chiarpenello puso considerable empeño en difundir sus estudios sobre
Rosario con el único afán de echar luz sobre la verdad histórica que atañe a la
ciudad.
Entre las producciones de
Miguel destaca el libro “Colegio Sagrado
Corazón, 1900-2000” que historia la trayectoria de esta institución, de la
que fue orgulloso exalumno y que tanto aportó y sigue aportando, para la
formación de miles de rosarinos.
La Universidad Nacional de
Rosario, donde se formó como especialista en Cs. Económicas, le debe la letra
de su himno oficial. Sus numerosísimas publicaciones están reseñadas
parcialmente en https://exsagradorosario.com.ar/wp/dr-miguel-alfredo-chiarpenello.
También Miguel hizo numerosas contribuciones a la difusión de la historia de la
región desde el portal http://www.argentinahistorica.com.ar
Hace algo más de una década
Miguel buscó indagar sobre el destino de
la primera imagen de Nuestra Señora del Rosario que en el curso del siglo
XVII fue venerada por los habitantes del poblado al que dio nombre, hasta que
llegó a Rosario aquella que la piedad de los fieles locales había encargado en Cádiz (1773).
La misma había pertenecido
a una misión religiosa que servía a
un núcleo de calchaquíes ubicada en el norte de la provincia que debió
despoblarse ante la amenaza de malones protagonizados por otras etnias. La
imagen y el resto del ajuar litúrgico de la capilla fueron preservados en la
ciudad de Santa Fe, allí se encontraban cuando en 1730 se estableció el curato del Pago de los Arroyos, con
cabecera en el punto donde más tarde se estableció Rosario. Con el tiempo, en
torno a la capilla se radicaron numerosas familias que dieron forma al poblado
que evolucionó hasta ser reconocido como la ciudad de Rosario, en 1852.
Allí recibió la veneración
de los fieles hasta que fue reclamada por sus legítimos propietarios, los
calchaquíes (por entonces afincados en cercanías del río Carcarañá) y contando
ya los rosarinos con la imagen propia, fue devuelta. Miguel investigó los avatares por los que atravesó la humilde talla,
décadas más tarde fue comprada por una familia que la mantuvo varias
generaciones en su poder, hasta que finalmente fue donada al “Instituto Cristo
Rey” en cuyo oratorio ubicado en la localidad de Roldán, donde se encuentra
desde 1983.
Con un envidiable despliegue heurístico, a
costa de recoger numerosos testimonios, de realizar no pocos viajes a
localidades vecinas, de compulsar documentos y de recoger tradiciones Miguel nos dejó varios libros que son
verdaderos tesoros por cuanto ilustran sobre un período muy poco estudiado de
la vida de Rosario a la que quiso con un énfasis y entrega fuera de toda
prueba.
El que fuera oportunamente
remitido al cardenal Bergoglio fue “La imagen olvidada. Rosario antigua algo para
recordar”, publicado en el año 2010[9],
que lleva un suplemento al mismo, que contiene un complejo estudio técnico de
la reliquia. Luego le siguieron: “Rosario la imagen. Su emblema fundacional”
(2011) y más tarde, “Historias
trascendentes de Rosario” (2016), así como “Testimonios de una historia conmovedora” (2017)[10],
publicaciones que Miguel costeó de su propio peculio que generosamente nunca se
cansó de regalar a sus amigos y relaciones.
En este cometido que resultó natural que enviara un ejemplar de su obra original al entonces cardenal primado de Argentina y arzobispo de Bs. Aires, Mons. Bergoglio, quien tuvo la deferencia de responderle con la misiva que acabamos de ver. Con humildad Miguel la guardó, aunque es de suponer que quizás la haya compartido con su familia y amigos dilectos.
Miguel Chiarpenello volvió
a la casa de nuestro Padre común el 7 de
julio del año 2018. Los interesados podrán tener un más cabal conocimiento
de su amplia trayectoria leyendo la
nota que le dedicó AICA (“Agencia Informativa Católica Argentina”), en https://aica.org/34953-recordaran-un-dirigente-catolico-miguel-chiarpenello.html
Fue una generosa decisión de su familia que sus amigos y compañeros de desvelos históricos recibieran en nombre de Miguel la mayor parte de las obras que acumuló durante su vida y diversos borradores de sus investigaciones, de lo que se sirvió para sus producciones, un loable destino. Entre el material que me fue entregado, se encontraba la misiva del hoy Papa, Francisco.
Apéndice: Oración
“Santa María, Desatadora de nudos, Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la voluntad del Padre, y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones. Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestras dificultades y, con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de cómo desenredar la madeja de nuestras vidas. Y al quedarte para siempre como Madre Nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor. Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, Tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que nos recibas en tus manos y que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo. Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora Nuestra, y desata los nudos, que impiden que nos unamos a Dios, para que libres de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en Él puestos nuestros corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos. Amén.”
[1] Santa María Knotenlöserin, en alemán; de "knot" (nudo), y
"löser" o "löserin" (deshacer, desatar). Su fiesta
particular es cada 28 de septiembre.
[2] Este artista era natural de Augsburgo (región de Suabia, estado de
Baviera, Alemania), tierras de probada práctica católica. Se formó en Venecia.
[3] Quien expresó: “Lo que Eva ató
con su desobediencia, lo desató la Virgen María con su obediencia a Dios”.
[4] Véase: Alexandre Awi Mello, su tesis: “María-Iglesia: madre del
pueblo misionero. Papa Francisco y la piedad popular mariana a partir del
contexto teológico” en https://etd.ohiolink.edu/apexprod/rws_etd/send_file/send?accession=udmarian1549794813187077&disposition=inline.
Pág. 267 y ssgts.
[5] Economista y plástica, discípula de del conocido Guillermo Roux.
Conoció a Bergoglio cuando ella trabajaba en la administración de la
Universidad de El Salvador, de la que el hoy Papa era asesor espiritual.
[7] Véase en el Apéndice de esta nota.
[8] En la fotografía resolví testarla para preservar la privacidad de la
familia del destinatario.
[9] Su libro, “La imagen olvidada”
está reseñada en la plataforma Google: https://books.google.com.ar/books/about/La_imagen_olvidada.html?id=OBngAQAACAAJ&redir_esc=
y, ejemplares de la misma obra los catálogos de bibliotecas de diversas partes
del mundo, como la del Congreso (Washington), https://www.loc.gov/books/?all=true&c=100&fa=location:santa+fe%7Clocation:argentina%7Csubject:rosario+%28santa+fe%29%7Cpartof:catalog
[10] En los mismoz Chiarpenello aborda una amplia variedad de temas históricos
fundamentalmente relativos a Rosario.
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