viernes, 1 de mayo de 2020

Símbolos vivientes

Arte y equinos 


Por Miguel Carrillo Bascary

Existe un vínculo ancestral entre el Hombre y el caballo que se prolonga aún en esta era tecnológica. Los equinos son parte de la cultura y como tal es pacífico objeto de las distintas formas con que se expresa la Humanidad.

Hoy me detendré en presentar una semblanza sobre se muestra el cuerpo del caballo como soporte del arte; de la fantasía y hasta del snobismo. Para esto tomaré al azar algunas imágenes que nos ofrece Internet. Verán que subjetivamente muchas les parecerán hermosas; otras no tanto y también habrá algunas que son tan caprichosas que parecen agraviar la “dignidad” de los equinos.

Particularmente prefiero que un caballo muestre su manto al natural; en esta forma tenemos una inagotable expresión de la paleta con que la Naturaleza nos regala la vista.

Lucio V. Mansilla (1831 – 1913), militar y diplomático argentino que vivió en las postrimerías del siglo XIX; fue un hombre de vasta cultura y refinados gustos nos dejó una obra clásica, cuyo título expresa muy bien su contenido “Una excusión al país de los ranqueles” (1870) donde relata su experiencia cuando visitó a distintas poblaciones indígenas en la Pampa central. Allí cuenta sobre una asombrosa costumbre indígena que consistía en escalpar granes porciones del cuero de dos o más equinos y de aplicarlas intercambiadas, cosiéndolas en el físico de uno y otro. Si no sobrevenía alguna infección, se obtenían artificialmente pelajes combinados de muy extraña composición. Algo reñido con nuestros actuales cánones en lo que hace al trato del animal pero que no deja de ser una verdad histórica.

En la modernidad algunas personas gustan teñir sus animales para destacarlos del conjunto. Es obvio que ninguna de estas pinturas es permanente y que basta un buen baño para removerlas. La práctica es en principio inocente pero pueden surgir alergias y molestias que perjudiquen al equino.

Diversos estilos

La aplicación de tintes coloreados fue una práctica común a diversas culturas. Entre las más conocidas encontramos a las “Primeras Naciones” o “pieles rojas” de las praderas de Norteamérica, lo que ha contribuido a divulgar el cine.





Estos pueblos pintaban a sus caballos con complejos símbolos a través de los que reseñaban las condiciones del animal; el pedido de protección a sus dioses; la pertenencia a un clan o la identidad de su dueño.

 Símbolos tradicionales explicados

Algunos equinos llevan en sus cuerpos las banderas de diversos estados; de esta manera destacan en desfiles y espectáculos:

Bandera de la región de Tigray (Etiopía)

En plena tarea de pintura



  
La moda también llega a los eventos deportivos:




Aquí vemos otras fantasías:


En este caso un caballo de la Policía de India

Hace un par de años la moda de pintar pequeños ponys en fiestas infantiles despertó una ola de reacciones negativas en el Reino Unido. Sus promotores indicaron que no se afectaban a los pacíficos animales y que contribuía a relacionarlos con los pequeños asistentes.





En este caso se ha querido recrear al "Little Pony"

Entre las fantasías podemos encontrar todo tipo de caracterizaciones; particularmente aquellas que remedan las pieles de:

a) Cébridos; una práctica que tiene cierta antigüedad, como lo vemos:

Fotografía tomada a comienzos del siglo XX


b) Jiráfidos; donde su “ajedrezado” puede adoptar diversos estilos:




c) Felinos:


En algunos casos, la práctica del body painting alcanza gran sofisticación:



Como excepción la fantasía pretende transformar al equino en un ser fabuloso recubierto de escamas:



Algún artista resolvió que un caballo podría ser un buen vehículo para su forma de expresión:



Haciendo gala de una creatividad con sentido didáctico, la terapista equina Gillian Higgins nos ofrece su particular forma de adaptar la práctica para trasuntan aspectos de la anatomía interna; puede abundarse en  www.HorsesInsideOut.com. Ofrecemos algunos de estas creaciones:




También las vacas

Los vacunos tampoco escapan a esta tendencia. La “Vaca de Milka” es universalmente famosa y constituye el más fiel exponente:

  
Por supuesto que tenemos vacas “cebras”:

  
Las fantasías tampoco faltan:

  
El “expresionismo de la interioridad” tiene su manifestación:

  
En una festividad de la India las vacas sagradas son objeto de especiales atenciones que incluye ser pintadas:

  
Y ¿por qué no una "oeligrosísima vaca – tigre”?:

  
Los grafiteros post-modernistas no respetan nada:

  
En otros casos el cuero vacuno puede ayudar a un granjero tímido para declarar su amor:

 Convengamos que resulta tan poco romántico que no se qué habrá contestado Alice.



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