Banderas, estandartes y pendones, todos son vexilos
Bandera
de Sahhdad, antigua Persia (ca. 2040
A .C.)
quizás la más antigua representación de lo que hoy llamamos "bandera"
Por Miguel Carrillo Bascary
Cuando se lee sobre Historia se mencionan a las banderas como
si fuera una sola realidad, pero el vocablo que analizamos es un conjunto muy
rico que engloba variedad de conceptos
Por lo general, quienes no tienen conocimientos medianos de Vexilología
caen en generalizaciones que derivan a conclusiones erradas. No hay culpa en ello, por que la Vexilología como disciplina autónoma
es relativamente reciente.
El término fue propuesto en 1957 cuando a la edad de sus 17
años por el estadounidense Whitney Smith (1940–2016), graduado en Harvard y luego profesor de Ciencias Políticas
de la Universidad de Boston.
Whitney Smith
El “padre” de la Vexilología
En 1958, lo difundió en la
revista “The Arab World” (Vol.
5, Nº 10) dando origen a una amplia divulgación que no reconoció fronteras.
Reconstrucción de un vexilo
Esta nueva ciencia estudia los “vexilos”, del latín
“vexillum”, vocablo por el que se alude a las insignias que portaban las
cohortes romanas, De hecho era una pequeña pieza de tela cuadrada sujeta a una
lanza que por su aspecto recordaba una vela de las usadas en las galeras, pero
de pequeño formato (unos 40
centímetros en promedio). El segundo término del vocablo
proviene de “logos”, “conocimiento” en griego.
A fines del siglo XVIII y a comienzos del XIX los estados se
manifestaron en el uso de banderas
por lo que fueron consideradas como emblemas
de soberanía aunque este carácter no les fuera excluyente.
Sin embargo estas connotaciones persistieron hasta el punto
que cuando algunos autores aluden a banderas de entidades no soberanas apelan a
eufemismos y las llaman: estandartes;
pendones; etc. Eludir el uso del vocablo “bandera” es todo un despropósito
desde el rigor de la Vexilología. En este entendimiento erróneo las banderas
tendrían preeminencia sobre los vexilos que reciben otros nombres.
El ejemplo más típico
de esta tendencia lo constituye la “Bandera Nacional de la Libertad Civil”
que como sabemos fue creada por Manuel Belgrano para honrar al pueblo de Jujuy
por su sacrificio en la guerra por la independencia. Tan particular emblema fue
llamado en aquel entonces “bandera”; sin embargo, los historiadores liberales que
no la habían estudiado adecuadamente encontraron una suerte de contradicción:
Belgrano había creado la “bandera nacional” de las Provincias Unidas del Río de
la Plata pero un año después creó otra, a la que dio el nombre citado. Es
evidente que esta aparente contradicción los llenaba de interrogantes, por lo
que siguieron dos caminos: a) omitieron en sus obras toda referencia al símbolo
y b) dijeron que se tratada de un “estandarte” o de “un simple pendón cívico”,
con lo que trataron de minusvalorarlo.
Equivocadas e interesadas referencias muy lejos de la verdad.
En mi libro (“La Bandera Nacional de la Libertad Civil. Su historia y su
pueblos”, Jujuy, 2015; ítem 9.4) quedó probado cabalmente que esa divisa fue
una verdadera “bandera” y, aunque así no fuera, para la Vexilología sería
indiferente ya que “estandarte” o “pendón”
son sinónimos.
Objeto de este post
Me propongo señalar que según
los cánones de la Vexilología el término “bandera” tiene muchos sinónimos pero
entre ellos no pueden distinguirse jerarquías, salvo en un contexto
determinado.
En realidad los vexilos pueden identificarse como:
- bandera;
- pabellón;
- enseña;
- emblema;
- confalón;
- banderola;
- divisa;
- estandarte;
- gonfalón;
- guion;
- pendón;
- gallardete;
- flámula;
- oriflama;
- insignia;
- grímpola;
- lábaro
... y seguramente olvido alguno, no sin señalar que diversas lenguas
aportan otros términos similares. Reitero, todos son
vexilos.
Entre ellos las precedencias
que marca el Protocolo radican en la función que se les asigna en la y
costumbres de cada pueblo o estado; pero no está determinada per se en el vocablo utilizado.
Advertimos que varios de estos nombres indican la forma aproximada que poseen
(cuadrangular; triangular; farpados; etc.); la manera en que se llevan
(enastados; pendientes de una traversa)
o son indicativos de su tamaño (gallardete; banderín).
Guerreros francos con un
vexilo en forma de ciervo
Incluso hallamos vexilos que no tienen naturaleza textil, sino
que son estatuillas, crines, chapas de metal o madera; su uso y función también
se asimila a las banderas y a todos sus sinónimos.
Vexilos mongoles formados
con crines de animales
Vexilo en forma de alce,
también de origen mongol
Es más, según coincide la mayoría de los autores, es factible
que este tipo de vexilos hayan sido las más antiguas representaciones de lo que hoy
llamamos banderas. El ejemplo más propio es la llamada “paleta de Narmer” (ca. 3050 A . C.), descubierta en el
templo de Horus, Egipto.
Paleta de Narmer, fragmento
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