Este post responde a una consulta
específica; una inquietud repetida que se agudiza cuando se aproximan las
Fiestas Patrias y las ceremonias de Fin de Año.
Por Miguel Carrillo Bascary
Observaciones
Trataremos de responder a la
inquietud, observando que la respuesta considera las pautas que rigen en la República Argentina, pero que en otros estados, existen diferentes criterios.
Otra observación que corresponde
hacer es que el Protocolo militar establece un orden específico que excluimos
del presente análisis por su especificidad.
Principios básicos
Cada una de las banderas
nacionales que participan en un acto representan a la Nación (vale la
redundancia). Por correspondencia ocurre lo propio, cada una en lo específico,
con aquellas otras que la acompañan: provincial, municipal o comunal, institucional, etc. También es el caso de las que representan a otros estados;
incluso la llamada “papal” (Estado del Vaticano), que emplean muchas instituciones
católicas.
Ante esta variedad surge un
primer criterio a considerar: los responsables de la organización del acto deberían
actuar con mucha prudencia al
momento de determinar qué banderas estarán presentes. Para esto se considerará:
el tipo de acto, el espacio y el tiempo disponibles; las relaciones existentes
con otras instituciones y numerosas otras variables que sería imposible
determinar en el presente espacio.
Para simplificar, en este post nos referiremos exclusivamente
a las banderas nacionales. Ya aquí debemos observar que desde el año 2015 los argentinos tenemos dos “banderas
nacionales”: 1) la que se
denomina “Oficial de la Nación ”
(cuyas características hoy están definidas por el Decreto Nº1650/ 2010; o sea
la celeste, blanca y celeste, con el sol en el centro) y 2) la llamada “Bandera[1]
Nacional de la Libertad Civil ”
(fue reconocida por la ley Nº27.134 como “símbolo histórico nacional”; de hecho
es la segunda “bandera nacional”). Esta última es de uso facultativo y siempre
debe mostrarse acompañando a la primera; que, obviamente, goza de precedencia
protocolar.
Un párrafo especial para la “bandera del Ejército de los Andes”, la
misma tiene carácter conmemorativo, pero no es propiamente “oficial”. Por
tradición la reciben las escuelas que hayan cumplido cien años; pero también
hay otras circunstancias que pueden hacer que una entidad sea merecedora de la
misma. Esto tiene su importancia, ya que en el orden protocolar irá luego de la
última enseña oficial.
Por ejemplo:
si se presenta la oficial de la
Nación ; la provincial y la municipal; la conmemorativa irá
luego de la última.
Preparación previa
Es una etapa a la que no suele
darse la importancia que merece. Aconsejamos disponer de un ámbito diferente a aquél donde tendrá
lugar el acto propiamente dicho. De esta manera se contará con la tranquilidad
necesaria para armar las banderas y coordinar otros aspectos prácticos.
Un breve
ejemplo: Cuando asistimos a una recepción formal no nos acicalamos en el mismo
salón donde se realizará la fiesta. De igual manera debemos proceder con la
preparación previa a los actos.
Quienes participen harán bien en presentarse con suficiente anticipación, es un gesto de cortesía ineludible. La organización aprovechará la ocasión para
explicar a los participantes cómo se desarrollará la actividad y qué se espera
de ellos. La información evitará malos entendidos.
En el armado de la bandera se cuidará de colocar adecuadamente la
corbata; tiene que ajustarse bien, junto a la base de la moharra. Las cintas con
que el paño se une al asta también irán firmemente ajustadas.
Otro aspecto que suele presentar
inconvenientes es la colocación de las
bandas de los escoltas. Nunca nos cansaremos de explicar que deben caer
desde el hombro derecho hacia la cintura izquierda, lo que recuerda al tahalí
con que los escoltas llevaban su espada para el cado en que debieran defender
su enseña.
Por lo demás, los abanderados y
escoltas repasarán los detalles de
presentación de su aspecto y vestimenta.
La entrada
Primero ingresan las banderas de las instituciones invitadas. Si
alguna concurre con otra/s que no sea/ n la/s nacional/es el orden protocolar será:
enseña oficial de la Nación ;
de la “Libertad Civil” (si se usa), papal o de estado extranjero; provincial;
municipal o comunal e institucional.
Cuando las banderas “invitadas”
sean muchas puede convenir que la organización paute la participación,
limitándola a la oficial de los establecimientos o instituciones concurrentes.
En el caso que se utilicen guiones, éstos precederán a la escuadra
a cuya entidad identifican.
En último término entrará la bandera del establecimiento huésped
(la local).
Si en la formación participan
enseñas militares o de fuerzas de seguridad, éstas preceden a las civiles.
En cuanto al orden de precedencia
entre los emblemas de las diversas entidades participantes remitimos al
apartado específico.
El ingreso debe ser pausado, solemne (como se caracteriza con
propiedad); dejando una prudente distancia entre cada escuadra para que todas
se destaquen. Los escoltas marcharán
formando un triángulo equilátero con el abanderado por vértice delantero; entre
ellos habrá que dejar al menos un metro. La actitud corporal de las escuadras es fundamental para jerarquizar
el momento; debe desterrarte toda timidez; el paso será firme y la mirada irá
hacia delante, el braceo será natural.
Si un establecimiento o institución presenta varias banderas (nacional,
provincial, etc.) la distancia entre cada una de las escuadras portadoras debe
ser igual a la que exista entre las que representan a diversas entidades.
También es factible que un instituto concurra, con la bandera del secundario, de la primaria y del preescolar, en este caso ingresan guardando el orden
expuesto. Este punto merece una explicación, pues en algunas regiones el orden
se invierte. Personalmente creemos que el ordenamiento formal es el primero: la
bandera que representa con prioridad al establecimiento es la del nivel
secundario, por eso debe ingresar primero (y salir última, como veremos luego).
Ubicación en el recinto
La organización dispondrá al respecto de conformidad a las diversas
circunstancias del evento. El sitio de
honor se reservará a la bandera oficial de la entidad huésped.
Las escuadras no deben
amontonarse para que todas las banderas luzcan debidamente.
Los escoltas se colocará siempre
un paso atrás del abanderado, nunca en un mismo plano; siempre se privilegiará
destacar al emblema.
En cuanto a los guiones, sus
portadores se colocarán en un discreto segundo plano y, cuando se inicie el
retiro se adelantarán para colocarse por delante de aquella/s que represente/n
al establecimiento.
El retiro
Se procederá de igual que al ingreso, pero en un orden exactamente
inverso, de tal forma que la última bandera en retirarse será la del establecimiento
o institución local.
Otros honores
Las banderas son merecedoras de honores cívicos y militares. Esto
se traduce de diversas maneras
A su paso se les tributa el aplauso que se les tributa a su paso.
Si los invitados están sentados corresponde que se pongan de pie cuando ingresa
la primera bandera y permanezcan así hasta que haya pasado la última.
El aplauso debe comenzar cuando la enseña se encuentra a unos cinco
pasos y termina cuando la escuadra ha pasado; y se reinicia cuando se
aproxima el siguiente ejemplar. Esta cadencia permite que los “aplaudidores”
descansen y de esta forma se evita el lógico cansancio que castigará a las
banderas que ocupen las ubicaciones más rezagadas.
Los únicos que no aplauden, en ningún momento de la ceremonia son
los abanderados y escoltas.
Es todo un clásico la duda sobre si se aplaude la salida de una bandera.
La tendencia natural es hacerlo, pero en algunas regiones la usanza niega el
aplauso cuando ocurre el retiro. Esto genera estériles cuestionamientos que
deberían evitarse. El Ceremonial, con su natural pragmatismo, permite dilucidar
la cuestión.
La solución es muy sencilla: que el locutor o maestro de ceremonias
indique “Acompañamos el paso de nuestra Bandera con un cálido aplauso” (o
alguna expresión parecida). De esta forma queda bien claro que se aplaude “el paso” no el “retiro”.
Tanto durante el ingreso, como en
el retiro de banderas, los hombres que se encuentran con gorras o sombreros deben descubrirse. Las mujeres tienen el
privilegio de no hacerlo. En cuanto a los militares y miembros de las fuerzas
de seguridad uniformados realizan el
saludo propio de su estado, habitualmente conocido como “venia”.
Acompañamiento musical
Las reglamentaciones de
provincias no son coincidentes en este punto. Nada obsta que, de ser posible,
el ingreso y retiro de banderas se acompañen con alguna composición musical. Lo
habitual será apelar a la marcha “A mi bandera”, que deberían corear todos los
participantes.
Orden de precedencia
Este tema merece un especial
tratamiento porque los criterios pueden ser varios. En principio corresponderá
ordenar las escuadras según:
1- La antigüedad
de la fundación del establecimiento o institución
2- El nombre de
la misma
3- El número del
establecimiento escolar
La primera pauta es la más tradicional, pero ofrece el problema de conocer
con precisión la fecha del caso. Además, hay instituciones que son continuadoras
de otras más antiguas lo que les permite reivindicar los derechos de estas
últimas. ¡Todo un problema, en la práctica!
La segunda forma de ordenar suele ser habitual, pero también aquí
pueden surgir conflictos: muchas instituciones tienen designaciones de uso
corriente pero sus nombres formales suelen diferir. Lo propio es atender a este
último parámetro.
Finalmente, parecería que el número del establecimiento podría ser
la manera más sencilla para encolumnarlo, pero hallamos una doble numeración ya
que corresponde distinguir entre aquellos que son oficiales y los de gestión
privada. Esto abre dos posibilidades:
la primera, dar preferencia a los primeros sobre los segundos y luego apelar a
la denominación; la segundo ordenarlos por número prescindiendo de toda otra
consideración; en caso de coincidencia podría, a su vez optarse, por la fecha
de fundación; por el nombre o bien, por privilegiar a los oficiales por sobre
los de gestión privada.
Con los años este aspecto del
Protocolo se ha flexibilizando y los criterios estrictos se van perdiendo
insensiblemente. Vemos que en lo cotidiano las reglas expuestas se observan en
contadas oportunidades. Desde la técnica protocolar es una pena, pero también
es un realidad. En todo caso corresponderá que la organización disponga en la
materia, explicitando los criterios que usa para evitar resentimientos.
[1] Esta enseña fue entregada por el propio general
Manuel Belgrano al pueblo de Jujuy, como testimonio de su heroísmo en las
batallas de Tucumán y Salta. El término “libertad civil” equivale a lo que hoy
conocemos como “estado de derecho”, es decir que las autoridades deben
desarrollar su gestión respetando la Constitución y las leyes, desterrando toda
arbitrariedad, y defendiendo los derechos humanos de sus habitantes.
Buenas noches, una duda respecto a este tema:
ResponderEliminarLa entrada
Primero ingresan las banderas de las instituciones invitadas. Si alguna concurre con otra/s que no sea/ n la/s nacional/es el orden protocolar será: enseña oficial de la Nación; de la “Libertad Civil” (si se usa); papal o de estado extranjero; provincial; municipal o comunal e institucional.
Cuando las banderas “invitadas” sean muchas puede convenir que la organización paute la participación, limitándola a la oficial de los establecimientos o instituciones concurrentes.
En el caso que se utilicen guiones, éstos precederán a la escuadra a cuya entidad identifican.
En último término entrará la bandera del establecimiento huésped (la local).
Si en la formación participan enseñas militares o de fuerzas de seguridad, éstas preceden a las civiles.
El retiro
Se procederá de igual que al ingreso, pero en un orden exactamente inverso, de tal forma que la última bandera en retirarse será la del establecimiento o institución local.
En base a lo expuesto queda una duda: dice que el retiro es en orden inverso al ingreso (ingresa último la bandera del establecimiento huésped), por lo que si es a la inversa primero se retira la del establecimiento huésped y luego las banderas de instituciones invitadas.
Buenas noches. ¿Si el Colegio tiene Bandera Papal y la de la propia Institución, cómo se ubican?
ResponderEliminarEl primer lugar es para la Bandera oficial de la Nación (bandera argentina); luego la Bandera Nacional de la Libertad Civil (si se emplea en la institución; ver ley Nº 27134); luego la llamada "papal"; seguidamente la de la provincia; luego la de la ciudad o pueblo y finalmente la de la institución. En algunas escuelas no suelen emplearse la provincial ni la municipal, que parece sería el caso tuyo. Cordiales saludos.
ResponderEliminarHola buen dia yo lo entendí así, usted dígame si está bien. En todo acto escolar primero entre la Bandera Nacional Argentina, luego la Bandera Provincial( Santa Fe ) y luego la de la ciudad ( en mi caso Rosario), que son las tres que tenemos. Y al finalizar y retirarse lo hacen a la inversa... se retira ka de Rosario, luego la de Santa Fe y por último la de Argentina??? Es así...
ResponderEliminarExactamente!
ResponderEliminarPuede pasar la bandera nacional frente a las otras? o detrás?
ResponderEliminarCuando hay banderas colocadas en un escenario y llega la anfitriona es lógico y corresponde que pase por delante de las primeras. Sin dudarlo.
ResponderEliminarBuen dia... En un acto escolar, cual Bandera hace su ingreso primero, la de Ceremonia o la Provincial? y como se retiran?
ResponderEliminarIngresa en primer lugar la nacional seguida de la provincial
ResponderEliminarConsulto:Yo siendo público,miro al escenario y veo La Bandera Nacional a mi derecha y la Provincia mi izquierda?es así?
ResponderEliminarJustamente al revés, Elisabet
ResponderEliminarSi participan los Veteranos de Malvinas del acto, su Abanderado es considerado invitado e ingresa antes que la Bandera institucional. Es correcto?
ResponderEliminarDe haber una escuadra de excombatienes que porten la bandera de ceremonia perteneciente a la asociación que los nuclea son considerados invitados. De momento no hay normativa alguna que otorgue privilegio alguno a este tipo de delegación.
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