martes, 31 de marzo de 2020

Un desliz que cobra su precio

La Bandera Nacional
en tercer lugar

Serie: Errores de Ceremonial

 La foto que motiva esta entrada

Por Miguel Carrillo Bascary
Un logro significativo

Correspondió al “Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil - Distrito II” rescatar para Rosario una hermosa casona de valor patrimonial. Está ubicada en calle Santa Fe, altura del 620, a menos de 50 metros del Monumento a la Bandera.

Perteneció a la familia Uranga - Lagos y se construyó en el momento de auge del comercio rosarino, a comienzos del siglo pasado. Posteriormente la adquirió una institución señera, el “Círculo de la Prensa”, que agrupaba al periodismo local y se convirtió en un polo de cultura y pluralismo. Sus orígenes se remontan al año 1894.

La propiedad antes de la intervención *

Lamentablemente cerró sus puertas por dificultades económicas en el año 2011 y la propiedad fue comprada en subasta por la entidad profesional que hoy es su propietaria.

Con los años la construcción había sufrido importantes daños. Haciendo honor del dicho “zapatero a tus zapatos”, el Colegio encaró una completa restauración y refuncionalización, acorde a los nuevos usos a los que estaba destinada. Tres años demandaron los trabajos. El equipo de la intervención lo formaron los ingenieros: Alejandro Laraia y Bernardo López; Manuel Crer; Jorge Gómez y Matías Preis.

El resultado fue magnifico, como puede verse en las fotografías de esta entrada. Más aún su otrora fachada lateral, conformada un paredón sin aberturas, como correspondía a una medianera, hoy luce un aspecto general que la asemeja a la columnata del cercano Propileo del Monumento.

El exterior a poco de su inauguración *

Un detalle de su interior *

Hoy luce como una preciada joya arquitectónica preservando la línea señorial que tuvo cuando se levantó. Rosario tiene una deuda con el “Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil” por haber preservado este importante elemento de su patrimonio urbano. Pero …

Vayamos ahora a la cuestión observada

Pareciera que todo debe tener un “pero”. Desde estas líneas intentamos llamar la atención para que la observación que formulamos pueda superarse a la mayor brevedad.

La inmediatez con el Monumento al que concurren decenas de miles de visitantes todo el año; con el centro histórico de la ciudad, conformado por la plaza 25 de Mayo”; el Palacio Municipal y la Catedral demanda que se cuiden ciertos aspectos, que hasta el momento han pasado desapercibidos.

Entorno urbano

En frente de la sede institucional se instalaron tres astiles, portando sus respectivas banderas, tal como vemos en la foto que abre esta entrada.

Detalle de los astiles y de las banderas que exhiben

Como resultará obvio para el más desprevenido estudiante de Ceremonial y para muchos de esos visitantes, particularmente los docentes que de la materia conocen mucho, estas banderas no guardan el adecuado orden protocolar.

El entorno descripto hace que el desliz destaque negativamente, con lo que se compromete la imagen institucional.

Veamos. En el asta del centro, lugar de preeminencia con relación a la fachada, luce la insignia del Colegio, paño blanco con el emblema en naranja. A su derecha vemos la bandera oficial de la provincia de Santa Fe y ¡a su izquierda! La Bandera oficial de la Nación, relegada injustamente al tercer puesto protocolar.

La solución es muy sencilla:
  • en el centro debe ir la Bandera Nacional;
  • a la derecha de esta última permanecerá la enseña de Santa Fe; y
  • a la izquierda de la Nacional, corresponderá colocar la divisa de la entidad.




lunes, 30 de marzo de 2020

¿Un nuevo emblema nacional argentino? Nada de eso

“Estandarte Argentino”
a la boliviana

Estandarte visto en la capilla de Ntra. Sra. de La Paz
(Catedral de Bs. Aires, Argentina)

Por Miguel Carrillo Bascary

Para referirnos al emblema que abre esta entrada, primeramente, debemos aludir a los estandartes que se usan en el Estado Plurinacional de Bolivia.

Los Estandartes bolivianos

En el mismo sistema identitario de Bolivia existen dos “estandartes” con carácter de símbolos patrios. El primero está referido a la “Bandera tricolor” y el segundo a la Wiphala.

Seguidamente se copian los artículos pertinentes del Decreto Supremo Nº 241 (5 de agosto de 2009) que regula los "símbolos patrios" de esta nación. Estas normas expresan suficientemente el significado y composición de los emblemas:

Artículo 13°.- (Estandarte de la bandera tricolor)
                                   I.    El estandarte es una representación de la Bandera Tricolor que pende de una asta en forma de cruz y lleva bordado en la parte superior en forma de arco el nombre de la institución a la que representa en letras doradas mayúsculas, el Escudo de Armas en el centro; en la parte inferior el año de creación de la institución u otra indicación importante.
                                 II.    El estandarte será colocado en lugar destacado en la (s) principal (es) oficinas y/o salas de reuniones de las instituciones públicas y privadas.

Artículo 34°.- (Estandarte de la Wiphala) El estandarte de la Wiphala puede presentarse bajo dos formas:
a.    La Wiphala izada desde el ángulo superior de la diagonal blanca formando una cruz con el asta.
b.     Unión de cuatro Wiphalas cuyas diagonales blancas forman una chakana o cruz andina color blanco que figura en el centro, formando con el asta de la siguiente manera: (lamentablemente el modelo no se publicó en la fuente consultada: https://www.lexivox.org/norms/BO-DS-N241.html; agradeceríamos si algún amable lector pudiera proporcionárnoslo)

Estandarte Wiphala usado en el consulado boliviano de Washington

Estos estandartes don versiones portátiles del pabellón nacional y de la Wiphala, que se emplean para ser usado sin ondear en el interior de edificios; despachos oficiales e instituciones; aunque también pueden llevarse en desfiles y otras circunstancias protocolares. En general tienen forma cuadrada, aunque también existen banderas que llevan el escudo lateralizado, lo que puede llevar a confusión, tal como lo evidencian las siguientes fotografías:



Su formato más bien pequeño (1,40 x 0,93 m) e incorporan el escudo ladeado a 45º, de manera que sea visible en reposo sobre el asta y adicional una banda o cordón inferior que impide que ondee; sumando las referencias a la institución que se consignan en la norma citada.  

El “Estandarte Argentino”

La República Argentina no tiene ni en su legislación ni en su tradición disposiciones similares

Sin embargo, es factible observar un extraño “Estandarte Nacional Argentino” en la capilla dedicada a Nuestra Señora de la Paz de la Catedral de Bs. Aires; tradicional advocación mariana a la que también está consagrada el principal templo metropolitano de la capital boliviana.

La Capilla de referencia con los dos estandartes

Detalle de la imagen

Allí acompaña al estandarte de la bandera tricolor de Bolivia, como lo testimonia la fotografía que preside esta entrada. Su presencia se explica en la hospitalidad con que los fieles bolivianos han querido honrar a la Nación Argentina.

Composición: Este “estandarte argentino”, se estructura con los clásicos colores nacionales y lleva cargado  el Escudo Nacional, con su eje vertical al asta.

Otro "estandarte" argentino

Como lejano antecedente, obviamente no relacionado se presenta una lámina donde también podemos ver un “estandarte nacional argentino”.

Obra en la partitura titulada «Marcha del Río de la Plata acomodada al piano, dedicada al pueblo argentino, por Juan Monro», impresa posiblemente en Londres hacia 1830.

AGN. Departamento Escritos Sala VII.I ; Legajo 76

Allí se observan: 

a) un pendón que lleva una versión simplificada de nuestro Escudo y, 
b) una bandera nacional con un blasón nacional cargado, cuyo eje está en horizontal, siguiendo las franjas del paño.

Detalle ampliado de la viñeta

Curiosidades que nos aporta el estudio de la Vexilología.

domingo, 29 de marzo de 2020

Anomia y Protocolo

Cuando impera la anomia
Serie: Errores de Ceremonial


Por Miguel Carrillo Bascary

El “Real Diccionario de la Academia Española” dice que la “anomia” es: la “Ausencia de ley” y que en Psicología y Sociología indica el “conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación”.

Cuando un especialista amigo me remitió la foto que preside esta entrada y me pidió algún comentario al respecto, lo primero que vino a mi mente fue el término “anomia”.
Trataré de explicarme.

La oportunidad

El evento se realizó en un importante centro de convenciones del Nor Este Argentino que tiene a su disposición todo el equipamiento necesario para este y otro tipo de realizaciones.

Concitó la participación de representantes de nuestro país, Brasil y el Paraguay; un carácter internacional, que se vio jerarquizado por una concurrencia significativa.

A priori, no escapará a la consideración general que la evidencia fotográfica expresa una total falta de criterio en la disposición del ambiente, lo que resalta particularmente en las banderas. De esta forma un encuentro de este nivel se vio falto de la calidad organizacional que debió expresar. Una pena.

Sinceramente, cabe esperar que en futuras realizaciones puedan tenerse presente que estos aparentes “detalles” que desmerecen el gran esfuerzo empeñado.

Advertencia

Como en todos los casos de la serie “Errores de Ceremonial” abordamos el tema con un neto objetivo didáctico; sin ninguna otra implicancia. Lo importante es aprender de nuestros propios errores; también de los ajenos y, fundamentalmente, tener presente la experiencia para no incurrir en ellos en el futuro.

El caso en particular

Lo que primero destaca es la forma en que se dispusieron las banderas de Brasil y de Paraguay, “vistiendo” la mesa del auditorio donde fueron presentadas las autoridades públicas comprometidas; las que encabezaban las delegaciones invitadas; las propias del evento y los sucesivos expositores.

Las banderas nacionales son símbolos que merecen la más alta consideración en el Ceremonial. No son simples elementos decorativos ni pueden ser usadas para otro fin más que poner en evidencia que representan a sus pueblos y estados. En consecuencia, no pueden “usarse” para “vestir la mesa”, carentes de la dignidad adecuada; arrugadas; arrastrando parcialmente por el solado; en definitiva, sirviendo a un propósito que no les corresponde.

Otro aspecto negativo es que: en la disposición de banderas presentes no se cumplió no con un axioma esencial en el Derecho Internacional, el que manda expresar la igualdad intrínseca de todos los estados en una ocasión como la que nos ocupa. O sea, que las tres enseñas debieron presentarse de igual forma, reconociendo la primacía de la Argentina, según los cánones del Ceremonial.

En el caso, vemos que la de Argentina está izada a la derecha del espacio (¡menos mal!), pero las de Brasil y el Paraguay pierde jerarquía colocadas a nivel del piso y recubriendo la mesa; totalmente subalternizadas.

Los titulares de las delegaciones extranjeras debieron exigier a los organizadores la correcta colocación de sus respectivos símbolos, como condición misma de su presentación en público. Una actitud que deberían seguir todos aquellos que representan a nuestro país en realizados eventos en el extranjero. La dignidad misma de ciudadanos así lo justifica.

Un tercer defecto grave es colocar la bandera de la institución organizadora a la derecha de la de Argentina, cuando debió ser ésta la que ocupara el lugar de privilegio. La regla de la derecha es esencial en materia de Protocolo y tiene carácter universal; no hacerlo así es un error inexcusable.

Finalmente, hay otra incorrección, ya que la enseña institucional arrastra por el suelo. Pareciera que su asta quedó muy corta. El negativo efecto estético es absoluto. La posición indica, literalmente, que la jerarquía de la entidad “está por el piso”. Una imagen muy negativa.

Esta sucesión de yerros indica con toda claridad que, en materia de Ceremonial y Protocolo, no reinó la anomia. Imperó.

Curiosidad de la Antigüedad clásica

¿Un vexillum romano cuadrilongo?
Cuando la apariencia engaña
Por Miguel Carrillo Bascary


El friso del vexillum
by Carole Raddato from FRANKFURT, Germany https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=38329023

La Vexilología se define desde el término vexilo que alude al emblema romano conocido como vexillum, básicamente una pieza textil cuadrangular pendiente de un palo traverso a un asta portadas por las unidades tácticas de una legión en la antigua Roma. Se completaba con un terminal constituido por una lanza o alguna pequeña figura totémica de diversos animales, acordes la designación del cuerpo. Esta era la composición básica ya que los testimonios históricos demuestran que existieron notables diferencias de detalles.

La disposición cuadrangular y pendiente permitía que el símbolo que cargaba el paño pudiera verse fácilmente, aunque no hubiera viento que lo expandiera.

Uno de los vexilla más antiguos ¡Tiene 1.700 años!
mejor conservado que muchas de nuestras banderas históricas
Perteneció a la Legión Claudia, ca. siglo III d. C.
hallado en Egipto, se encuentra en el Museo Puskin (Moscú, Rusia)

El vocablo deriva del latín, y remite a la forma que tenían las velas que impulsaban las galeras. Su plural es vexilla. Su portador recibe el apelativo de “vexiliario” (vexiliari).

Galera romana con su velamen desplegado
Observar el vexillum que lleva en la popa, 
correspondería a la unidad que llevaba embarcada

Las imágenes históricas de los vexilla que han llegado hasta nosotros son literalmente miles. Presentamos tres:

Alegoría de la provincia romana de Mauritania, portando un vexillum
by Carole Raddato from FRANKFURT, Germany (Wikipedia)

Vexiliario de la Legión II, Claudia

Vexiliario, época posterior a Constantino
(observar el crismón inscripto en el paño)

La forma cuadrilonga, propia de las banderas actuales, donde su largo es superior al ancho coincide con la perspectiva visual atávica del hombre (la “visión de la pradera ancestral”, de que hablan algunos autores), por lo que se corresponde más con la experiencia vital. Se universalizó desde que las civilizaciones pudieron incorporar las sedas como material para construir sus banderas, ya que su peso facilita que ondeen al viento. En los últimos tres siglos es la que predomina en las banderas. Otro factor es que su formato correspondía al usado por las naves y que permitían un más amplio desarrollo, diferenciándolas del velamen.

La imagen que comentamos

La fotografía que abre este aporte corresponde a uno de los frisos que pertenecieron al templo de Adriano (Hadrianeum) construido en Roma y consagrado en el año 145, a su frente tiene la plaza di Pietra (el antiguo Campo de Marte); que se preserva en el “Museo Arqueológico Nacional de Nápoles”. Si se observa a la ligera hace pensar que estamos ante un vexilo cuadrilongo, similar a una bandera actual; lo que sería una excepción a todo lo que venimos señalando.

Aspecto actual del Hadreanum

Una visión más atenta nos saca del error. Para advertirlo se debe analizar el asta, la que en realidad es una lanza (pilum), en paralelo aparece el travesaño que sostiene el paño, lo que nos sugiere que existió la posibilidad de desarticular el elemento en sus partes. La razón de esta particular presentación nos lleva a pensar que responde exclusivamente a la composición plástica que eligió el tallista. La forma en que lo hizo otorga un evidente dinamismo al conjunto; equilibrando la masividad de la coraza y la levedad del arma, esta última adquiere una mayor presencia con la superficie del vexillum pendiente de ella.

Detalle

 
Visión aún más cercana



miércoles, 25 de marzo de 2020

Fantasías en banderas provinciales

Banderas de provincias argentinas a la japonesa

Córdoba

Jujuy

Los ejemplos que considero mejor logrados

Por Miguel Carrillo Bascary

La Vexilografía, disciplina que estudia el diseño de banderas suele aportarnos interesantes ensayos concebidos por entusiastas del diseño.

Seguidamente les presento una notable producción, lamentando mucho no poder identificar a la persona merecedora del crédito ya que sobre ella solo puedo aportar el link desde donde tomé las imágenes: https://imgur.com/a/nVGpoXV Mis disculpas y el compromiso de dar a conocer su filiación si la misma me fuera notificada.

En la oportunidad el artista toma como referencia las banderas de provincias argentinas y las reformula conforme el estilo de las enseñas correspondientes a las prefecturas del Japón.

Las mismas se caracterizan por emplear paños de colores vivos, algunos de ellos poco usados en Vexilología, cargados de símbolos representativos de cada jurisdicción.

Observar sus comentarios que justifican el diseño definido.



Nota: con respecto a la bandera de La Pampa, coincido particularmente por el autor que elige un típico diseño de los aborígenes locales; oportunamente cuando esta provincia aún no había adoptado su divisa particular presenté un proyecto de ley a su Legislatura en el que fundamentaba la procedencia de que el diseño a elegir se formara con base en los que tradicionalmente se empleaban para los ponchos de ese origen.

martes, 24 de marzo de 2020

El automovilismo y su abanderado

Oscar Gálvez,  sinónimo del Turismo Carretera

Oscar Gálvez, portando la bandera de la Asoc. Corredores de T. C.

Por Miguel Carrillo Bascary
La especialidad

Es la categoría más antigua del mundo, luego de Indianápolis, se inició el 20 de junio de 1937 con su primer “Gran Premio” que ganó Ángel Lo Valvo (Ford). Sus cultores, mecánicos/pilotos, fueron verdaderos pioneros que abrieron las sendas que con los años evolucionarían en la trama de rutas que permitió el desarrollo del automóvil en Argentina. Las carreras de entonces se desarrollaban por primitivas sendas en durísimas condiciones para hombres y máquinas; de forma que su extensión era de miles de kilómetros, con los que unían las diversas ciudades del interior del país.

En la década de 1940 se declaró abiertamente la lucha entre Ford, cuyas principales figuras fueron los hermanos Juan y Oscar Gálvez (luego se les sumarían Dante y Torcuato Emiliozzi) y Chevrolet marca de la que Fangio, José F. González y Eusebio Marsilla fueron sus figuras más destacadas. Estas máquinas era cupés de origen norteamericano, muy modificadas por el talento de los preparadores argentinos.

En 1948 el TC protagonizó la mayor gesta del automovilismo continental, el “Gran Premio de la América del Sur” que unió las ciudades de Buenos Aires (Argentina) y Caracas (Venezuela), que vio vencedor a Domingo Marimón (Chevrolet); Oscar Gálvez quién pudo haber ganado fue desclasificado por una causa reglamentaria que no radicó en su máquina. Al retorno de la troupe, desde Lima (Perú) a Buenos Aires, triunfó Oscar Gálvez en forma inapelable.


Evolución, decadencia y resurrección

En 1967 el panorama cambió radicalmente con la presentación del Torino, basado en un compacto norteamericano rediseñado para su lanzamiento comercial en Argentina. El equipo preparado por Orestes Berta debutó con el triunfo de Luis Gradassi en la Vuelta de San Pedro e impuso una hegemonía con visos de modernidad que opacaron a las populares cupecitas tradicionales. El campeonato de ese año lo obtuvo Eduardo Copello, y de esta manera se rompió la hegemonía Ford/Chevrolet que se mantenía desde hacía décadas.

Desde entonces la categoría comenzó a cambiar para derivar en los Sport Prototipos Argentinos, especialidad que alcanzó un desarrollo técnico excepcional al par que el TC languidecía. Sin embargo, los costos determinaron que SPA se extinguiera en pocos años. Los numerosos accidentes mortales registrados en las competencias de TC en ruta abierta hicieron que se prohibieran, con lo que pudo haber desaparecido, pero se reinventó y se transformó en una especialidad pistera sumamente sofisticada, tal como se la conoce en la actualidad.

En este contexto se desarrolló la Asociación Corredores de Turismo Carretera, que se fundó el 30 de agosto de 1960, como una agrupación de pilotos que debía velar por sus intereses. A mediados de los años 70 comenzó a fiscalizar las competencias de la especialidad.
Logotipo de la entidad que define su bandera

Oscar Alfredo Gálvez, el abanderado

Oscar en la tapa de la prestigiosa revista deportiva
  
Nacido en 1913 y falleció en 1989, fue un extraordinario piloto que compitió también en las pistas de Europa (Grand Prix, antecesora de la F 1) y supo demostrar con un resonante triunfo sobre los mejores ases de entonces. Fue en el G. P. de Palermo, en 1949; con un Alfa Romeo. Entre sus derrotados figuró Alberto Ascari (luego doble campeón mundial de Fórmula 1); Fangio (5 títulos ecuménicos) y Nino Farina (primer campeón de F 1, en 1950). Lo hizo bajo una torrencial lluvia; segundo fue Fangio ¡a dos vueltas!

Gálvez, triunfa en Palermo (6 de febrero de 1949)

Sin duda su más brillante campo de acción fue en el TC donde obtuvo 43 triunfos y cinco campeonatos. Su carrera se prolongó hasta 1963, siempre con Ford. Había debutado a los 24 años.

Uno de sus coches de T.C.; hoy en el Museo "J. M. Fangio"

La popularidad de Oscar fue enorme y su leyenda se prolonga hasta la actualidad. Dotado de gran calidad humana gustaba relatar con todo detalle sus anécdotas deportivas y lo hacía con sensación de presencia. Hoy el principal autódromo argentino, el de Bs. Aires, lleva su nombre, asociado al de su hermano Juan, que murió en una competencia.

Portada del autódromo que lleva su nombre

En la foto que preside esta entrada los vemos a Oscar desfilando por su pista y portando con orgullo la bandera de la ACTC en oportunidad en que la pista fue bautizada con el nombre de su hermano.

La bandera

Esta bandera, negra, con las siglas de la entidad, con el tiempo fue reemplazada por una de color blanco, lo que queda testimoniado por las fotos que se acompañan.


Para los aficionados al automovilismo la figura de Oscar portando la divisa de la ACTC está íntimamente enraizada en la historia de la categoría. Un dignísimo abanderado de la pasión tuerca que fue su vida.

Ya retirado, Oscar posó sobre su legendario Alfa Romeo de 1949