jueves, 29 de julio de 2021

Sorpresa en una ceremonia oficial de la Cancillería

Cuando lo imprevisible ocurre, no debe repetirse

Serie: Problemas de Ceremonial


El viento y su jugarreta, ante la mirada del Canciller argentino, el anfitrión

Por Miguel Carrillo Bascary 

Los hechos

Durante el desarrollo de una ceremonia es factible que surjan imprevistos como el que implicó a los gobiernos de Argentina y España. Fue durante la visita del Rey Felipe VI en marzo del año 2019, durante la recepción oficial que le brindó el entonces presidente de la Nación Argentina, Mauricio Macri. 

El evento se concretó, en la sede de la Cancillería, el Palacio “San Martín”, de la ciudad de Buenos Aires. En el amplio patio de acceso, se dispusieron sobre una discreta pedana (plataforma) las banderas oficiales de Argentina, acompañada de la del MERCOSUR, junto a las de España y la Unión Europea. Flanqueaban a las mismas una escolta especial, a cargo de dos efectivos del histórico Regimiento de Granaderos a Caballo con uniforme de gala. 

En el preciso momento que los dignatarios se aproximaban al lugar, frente al que estaba previsto que recibieran los saludos de algunos invitados, un golpe de viento derribó a las enseñas de Argentina y del MERCOSUR, embarazosa situación que registraron las cámaras y que se ilustra en esta nota. 

La incidencia causó la lógica preocupación de los funcionarios del Ministerio, más allá que la causa haya sido un evento de la Naturaleza. La verdad es la ráfaga que no pudo ser menos oportuna, máxime que es conocida la aplicación a la preparación de los actos en este ámbito, más aún en tiempos de su titular Jorge Faurie, quien fue director de Ceremonial de Cancillería. 

Ninguno de los primeros mandatarios dio mayor importancia a la cuestión y hasta bromearon entre ellos. Digamos aquí que, a juzgar por las crónicas que nos llegan, en la praxis del Ceremonial hispano no es muy extraño que ocurran gafes, particularmente en el acondicionamiento de los espacios oficiales. 

Lo ocurrido fue una clásica muestra la ley de Murphy, esto es «Si algo puede salir mal, así ocurrirá». 

Consideraciones

Me permitiré hacer algunos comentarios, como forma de capitalizar tan azarosa experiencia. 

El armado del dispositivo fue formalmente impecable. Las banderas de sitio se correspondían con los modelos oficiales, estaban correctamente armadas y presentadas con todos sus complementos ajustados a las Normas IRAM captadas por el Decreto Nº1.650/ 10. Lo dicho incluye a los pies-soportes destinados a las astas, en los que me detendré más adelante.

Es interesante el detalle de la pedana, muy propio para el armado de dispositivos en exteriores, ya que jerarquiza la posición de las banderas con respecto al ambiente. Obsérvese también, que la misma estaba muy bien revestida, con el mismo material de la alfombra sobre la que se encontraba. Así, se contribuye a resaltar la posición. 

Las banderas se colocaron conforme al principio de “centro vacío”. Naturalmente correspondió la derecha a la de Argentina, como estado anfitrión; a su izquierda se ubicó la del MERCOSUR, alineamiento regional al que está integrada. En cuanto a la de España, ocupó la izquierda y a su lado se colocó la que representa a la Comunidad Europa. 

Prescindiendo de toda otra consideración, el impacto visual de las dos enseñas principales y las de aquellas que las acompañaron, fue mucho más importante que si se hubieran puesto solo las primeras. Siguiendo con esta faceta, alguien podrá indicar que, para alcanzar idéntico efecto de vista, bien se pudieron colocar dos o más ejemplares de cada una de las nacionales, pero, me permito disentir, ya que se trataba de una ocasión en extremo formal, donde las banderas respondían a la representación que les incumbe. En lo personal entiendo que la multiplicación de paños idénticos es una opción de aplicación excepcional, a la que cabe acudir con criterio muy restrictivo. 

La emergencia en particular 

Cuando el acontecimiento se precipitó concurrieron a remediarlo dos funcionarios, los imprescindibles, ya que el evento afectó a un par de elementos. Lo que estuvo correcto. Imperó la moderación y la razonabilidad, sin aspavientos. No se abalanzó una pluralidad de comedidos, guiados por el empeño de restablecer el orden ¡10 puntos para los que actuaron y 10 también para los que no lo hicieron! 

Los funcionarios señalados restablecen la vertical de las banderas

Eso sí, en el apuro quizás no se midió que la moharra que se desprendió de la bandera nacional pudo ser colocada antes de erigir el asta, ya que la baja estatura de la asistente que atendió este punto le complicó la operación. Convengamos que esto es un comprensible detalle. 



Estas prisas impidieron el correcto armado, como se evidencia en las siguientes fotos, donde ambas corbatas quedaron desprolijas y el asta de la enseña del MERCOSUR "lució" notoriamente torcida.

Tomas en detalle

Los granaderos permanecieron impertérritos, como corresponde al rol de custodia que era su cometido. Es muy factible que si hubiera sido un personal menos formado en estos menesteres se habrían distraído de su función para ayudar a restablecer las banderas. ¡9 puntos para ellos! 

Lo apuntado sobre el personal, enseña que, en materia de Ceremonial la capacitación previa de todos los involucrados es un imperativo esencial. 

Conjurado el desliz, los dignatarios saludaron a los invitados, sin embargo, en la precipitación el asta y la corbata de la enseña del MERCOSUR no quedaron bien colocadas.

Sin embargo ... la secuencia muestra a una tercera persona que aparece desde atrás de las banderas y desde la misma pedana avanza hasta los mandatarios. No resulta posible conocer su función pero su posición, al venir desde atrás y al colocase por sobre el nivel del Rey y del Presidente de la Nación resulta totalmente inaceptable. 

La persona señalada se encuentra a mayor nivel que el Rey y el Presidente

Preguntémonos ahora ¿se pudo evitar que las banderas se precipitaran al piso? Entiendo que no. La ráfaga debió ser fuerte para vencer la resistencia de un pie-soporte que ha sido debidamente estudiado para dar suficiente sostén excepto, claro, en circunstancias como la ocurrida. 

Cuando se arman dispositivos en ámbitos abiertos, donde puede ser factible la acción de los vientos, existe un medio para aportar mayor estabilidad al conjunto, sin apartarse de la norma que manda usar un tipo específico de pie-soporte. Consiste de anillo de material plástico o tela fuerte, que puede rellenarse con arena (o, eventualmente agua). Este complemento se inserta por la boca del pie y se deposita sobre su base, con lo que se otorga mayor estabilidad al conjunto. 

Aun así, en regiones particularmente ventosas lo aconsejado puede ser insuficiente, en cuyo caso habrá que aumentar su volumen. De todas formas, en un espacio de extrema formalidad, como lo fue la recepción oficial, no es pertinente colocar este tipo de complemento ya que desluciría la presentación. 

Esto nos lleva a otra pregunta: ¿cómo podría capitalizar Cancillería la mala experiencia ocurrida? 

Es indudable que, si ocurrió una vez, bien puede repetirse. Sin duda que la arquitectura del espacio contribuyó o facilitó la formación de una fuerte corriente de aire que, eventualmente, podría generar un evento similar en el futuro, por lo que no cabe desaprovechar la amarga experiencia. 

Para conjugar el peligro les comparto una sencilla sugerencia, que en principio, consiste en implementar una pedana a donde se puedan atornillar los pies-soportes de las banderas. Sin embargo, esto solo no bastará ya que la presión de la brisa sobre dos o más elementos quizás venza al conjunto y, en vez de dos, sean cuatro enseñas las que se precipiten al suelo. 

¿Entonces? La solución está en incrementar la base de sustentación, para lo que habrá que ampliar la pedana en forma razonable. Entiendo que a Cancillería no le será difícil hacerse con una plataforma adecuada.

miércoles, 28 de julio de 2021

Nueva perspectiva en Ceremonial y Comunicación

 Manual del MACECO

(Maestro de Ceremonia de Conversatorio)* 

           Tengo mucho gusto en presentarles al colega Guillermo Cuffaro, militar de profesión diplomado en Ceremonial, Protocolo y Organización de Eventos,  quien en esta ocasión nos compartirá sobre una nueva perspectiva en materia de Comunicación y Ceremonial, surgida en esta época de pandemia pero que tiene un potencial enorme con respecto al futuro desarrollo de eventos de diversa naturaleza. Sin dudas que les será de interés.     M.C.B. 

Por Guillermo Cuffaro

Antecedentes

No se sabe a ciencia cierta, los orígenes de esta figura presente en cualquier acto o ceremonia en la que participa un público y es organizada por un anfitrión.

 

En la edad antigua, los primeros filósofos o incluso Jesucristo, a su manera y en su contexto, fueron los primeros conductores de actos o ceremonias para “ordenar” la velada.

 

También en las creencias africanas está presente el conductor de los rituales, llevando adelante las costumbres de su tribu.

 

En siglos posteriores o edad medieval (época de burgueses y feudales), en los reinos existía el llamado Sargento Mayor, que era reconocido por ser entre otras de sus funciones, el que anunciaba a la realeza, cuando una persona de rango ingresaba al recinto, expresando su nombre en alta voz y a veces golpeando un bastón contra el piso. 

Introducción

El puesto de maestro de ceremonia en eventos con presencia cercana o remota, puede ser cubierto por más de una persona de genero indistinto, más se aconseja que no supere el número de dos, ni que sean relevados durante el acto; ante un imprevisto de alguno de ellos, seguirá el restante en forma individual, excepto extrema necesidad. Ahora bien, es dable destacar que, por su importancia, en los eventos con presencia remota, no es conveniente, que además ocupe el sitio del resto de los integrantes de un conversatorio (anfitrión, público, técnico y mucho menos moderador). Su rol es único, por lo tanto, no es aconsejable que cumpla otra función.


 


El maestro de ceremonia, también llamado jefe de pista, en los eventos con presencia cercana, es el actor más visible entre los más importantes, puesto que en el escenario gestiona el rendimiento, presenta los diferentes números, guía y entretiene al público, entre otras acciones.

 

Históricamente, el trabajo del maestro de ceremonia, consiste en crear un sentido de hipérbole cuando es posible, en la presentación de los números.

 

Una de las ventajas a su favor es percibir las reacciones y comportamiento del público o auditorio a lo largo del evento.

 

Hoy en día, ¿cómo se adapta la actuación del maestro de ceremonia, en eventos virtuales, con presencia remota?


Ahora la situación ha cambiado y el maestro de ceremonia tuvo que reinventarse y dar lugar al surgimiento de esta noble figura el MA.CE.CO.

 

El trabajo del MAestro de CEremonias del COnversatorio es, literalmente, atraer la atención del público en los momentos correspondientes del área de actuación, he hilvanar el número anterior con el siguiente.

 

Es responsable de mantener la fluidez del encuentro o por lo menos una parte del mismo. En ciertas ocasiones, deberá llenar espacios o hacer tiempo hablando o bromeando con metáforas o fábulas hasta que el próximo participante “entre” en escena.

 


Reglas del MACECO 

Actitud y aptitud de su papel.

Ser MA.CE.CO. significa: que tiene sentido del humor, manejo de multitudes y experiencia como orador en público. Debe estar preparado para improvisar, reaccionar eficientemente ante cualquier imponderable, como por ejemplo cuando deba entretener a la audiencia momentáneamente mientras haya una interrupción en la conexión, etc. 

1.                                                                                                                                                                                     Investigación previa

Póngase en contacto con los oradores principales para obtener información acerca de su trasfondo y poder usarla para preparar sus presentaciones, las que ayudarán a que suenen más personales y genuinas. 

2.                                                                                                                                                                                    Conozca el evento

Conocer el evento es importante para todo tipo de ceremonias. Su tarea es asegurarse que el evento alcance las expectativas buscadas, es decir, que se cumplan los objetivos y las personas cuando salgan de la plataforma con presencia remota hayan tenido la sensación de haber estado con presencia cercana, felices y con una excelente experiencia. 

3.                                                                                                                                                                                    Aplique las normas

Un buen maestro de ceremonias conoce las cosas que “deben” ser. Las normas de protocolo y ceremonial, que indican, entre otras cosas, el orden en que se sientan y presentan los miembros del presídium, la manera en que se acomodan las banderas y el protocolo durante el Himno Nacional (evento hibrido). 

Organización durante la reunión remota

Cree o revise la agenda prevista para el evento y planifique minuto a minuto el horario. Tome en consideración el tiempo que lleve entrar y salir en pantalla, hacer las presentaciones de los invitados y los discursos o agradecimientos a los mismos. 

Autocontrol

Es un trabajo con mucha presión. Alcanzar el objetivo dependerá en la medida que mantenga las cosas en orden. Aunque la secuencia del evento se ponga caótica o se altere, es importante mantener la calma y enfocarse en mantener su posición. Para conservarse tranquilo, trate de hacer lo siguiente: Continúe, aunque se equivoque. 

Apertura del evento

Preséntese y dé la bienvenida a la audiencia. Identifique los grupos principales y específicos de la audiencia y deles la bienvenida individualmente. Estas bienvenidas no tienen que ser exageradas, pero sí deben ser auténticas. 

Presentación de oradores

Una de las misiones es relatar los antecedentes de los distintos oradores o expositores, así como de otras personas importantes. Una vez que haya hecho la misma, pida a la audiencia un aplauso virtual hasta que éste comience. Cuando el orador termine de dar su discurso, solicite nuevamente a la audiencia un nuevo aplauso. 

Conexión de segmentos

Antes del inicio, trate de preparar algo, sean comentarios, anécdotas o chistes que pueda usar entre los segmentos. También puede comentar lo que acaba de ocurrir.


Debe estar preparado para todo


Como se expresó anteriormente, debe estar siempre alerta. Los eventos con presencia remota siempre tienen ligeros contratiempos: se reproduce la música equivocada, mala señal de conexión, etc. 

Cierre del evento

Debe ser tan emocionante y sincero como la apertura. Para clausurar el evento con presencia remota, el MACECO debe agradecer a todos los asistentes, a los oradores y a los anfitriones u hospedadores y eventualmente a los auspiciantes. 



El desempeño del MA.CE.CO. 

Importancia de su selección

Su aporte para garantizar el éxito de un evento dependerá, entre otras significativas consideraciones, de su atinada, discreta y cabal habilidad. Cuanto más imperceptible su protagonismo, mayor será su contribución.

 

En ciertas ocasiones se confunde su labor con la asumida por un “moderador”. Debe dominar el uso de tratamientos honoríficos, precedencias y conceptos básicos de ceremonial y protocolo, adaptando sus procederes desde un evento institucional hasta una fiesta infantil.

 

También considere la sobriedad en su atuendo y luzca la vestimenta apropiada, lo cual define su propio estilo e imagen.

 

No es necesario contar con una atractiva apariencia, pero sí con otras condiciones, como poseer probada asertividad, autocontrol emocional, empatía, naturalidad, sonreír, enfrentar situaciones imprevistas, y especialmente renunciar a cualquier tipo de protagonismo.

 

Es importante contar con un maestro de ceremonias de conversatorio para celebrar la próxima tertulia.

 

Ahora bien, ¿cómo elegirlo para un próximo evento con presencia remota? 

¿A quién se selecciona o elije? 

Con frecuencia la elección recae en quien hable medianamente bien, aunque en muchos eventos los parámetros de elección parecen ser:

  • que sepa leer (más o menos),
  • que tenga buena voz (o que por lo menos no asuste) 

En realidad, es una pieza fundamental en el éxito de cualquier evento, puede destruir o elevar el entorno y salvar al evento en caso de algún problema. 

Éste es el anfitrión visible y el nexo entre los asistentes y los hospedadores o anfitriones. 

Un MA.CE.CO. no es un lector de guiones. Su labor no es solamente mantener el orden o el tiempo en el evento, sino establecer la conexión del desarrollo del mismo. En este sentido, debe tener autoridad y control sobre lo que pasa en todo momento, e iniciativa para tomar esta autoridad con responsabilidad y sentido común. 

El guion son sus muletas, no sus pies

El guion es la columna vertebral, pero nunca el alma del evento. 

Otro error común es tener siempre el indicador de “formalidad” hasta el ciento por ciento en eventos que requieren una aproximación más amable, relajada o informal; o cuyos asistentes son parte de la organización y se conocen entre sí. 

El resultado: híper aburrimiento. 

Capacidad de responder a cambios

Sin embargo, es fuera de las reglas, fuera del guión, es donde su participación se hace indispensable; el MA.CE.CO. con experiencia, tiene la intuición e iniciativa para tomar decisiones y comunicar cosas que sean necesarias y que pueda resolver un problema con una sola palabra.

 

¿El evento se ha retrasado? Tendrá que tomar el micrófono e ingresar a la galería con tranquilidad y seguridad para informar al público que se empezará en contados minutos. 

El MA.CE.CO. es responsable de crear y mantener la atmósfera prevista a lo largo del evento. La misma puede variar según el tipo de evento, aunque todos buscan crear un clima divertido y energético. Los principales trabajos incluyen: 

-  Considere la posibilidad de reunirse con los organizadores momentos previos a la conexión a través de la plataforma a utilizar para repasar la estructura planeada y revisar el itinerario detalladamente.


-   Mantener la fluidez del evento y hacer conexiones entre los segmentos del mismo.

-   Mantener el interés de la audiencia y asegurar que la gente se divierta.

-   Ayudar a que la audiencia se sienta respetada y partícipe.

-   Ayudar a los oradores a sentirse valorados.

-   Hacer que el evento se realice puntualmente.

-   Mantener a todos informados con respecto a lo que sucede. 

Conclusiones 

El “MA.CE.CO.” debe de ser parte de la organización del evento desde el día uno, ha de tener voz (y si es posible voto) en el comité. Él puede notar cosas que otros pasan por alto.

 

En caso de no contar con alguien en su organización, contrate un profesional. Serán pesos muy bien invertidos y se salvará de mucho estrés y sobresaltos.

 

El equipo debe preparar el guion con cuidado, poniendo especial énfasis en la secuencia lógica y el sentido común del evento. No hace falta que el guion contenga palabra por palabra todo lo que él dirá, pues esto lo esclaviza y limita.

 

Debe recibir el guion por lo menos un día antes. Él ha de leerlo, revisarlo y hacer correcciones o apuntes que considere pertinentes. Nunca, por ninguna razón, leerá el guion por primera vez en pleno acto o ceremonia con presencia remota.

 

Una vez iniciado el evento, confíe en él y deje que haga su trabajo. Los anfitriones, oradores, invitados y público, deben de vivir el evento, disfrutando cada momento, seguros que el MACECO y el resto del equipo harán un excelente trabajo.


Deberá tener confianza en sí mismo e involucrar a los presentes en la galería.


Deberá estar preparado, pero trate que no parezca que está leyendo un guion, sonriente, para demostrar calidez.


Durante algún retraso, añada algunos hechos, chistes, actualidades, etc., de esta manera, evitará el silencio incómodo. 

 Si el organizador u hospedador puede estar relajado en su propio evento, entonces sabrá que ha hecho la elección correcta del MA.CE.CO. 

(*) Derecho de autor obra inédita: 2020-63984975-MJ



lunes, 26 de julio de 2021

Los Juegos Olímpicos en este Blog

Repasando aportes realizados

Para quienes se interesan por el Ceremonial y el Protocolo los Juegos Olímpicos son una fuente incesante de análisis.

Respondiendo a varios pedidos les presento los links de varias notas que publiqué hace algunos años.

Además de la entrada previa:  http://banderasargentinas.blogspot.com/2021/07/notas-al-ceremonial-olimpico-tokio-2021.html

Las publicaciones han sido:

1) Protocolo: la bandera local no siempre irá primero. Cuando el clímax altera las precedencias http://banderasargentinas.blogspot.com/2021/04/protocolo-la-bandera-local-no-siempre.html 

2) Lecciones de una bandera robada, la Olímpica de 1920  http://banderasargentinas.blogspot.com/2016/08/lecciones-de-una-bandera-robada-la_29.html

3) Una cuestión clásica: ¿Se puede hacer tremolar una bandera? http://banderasargentinas.blogspot.com/2016/11/podemostremolar-una-bandera-serie.html

4) Una bandera en “tela de araña” (Ñandutí”) http://banderasargentinas.blogspot.com/2015/12/una-bandera-en-tela-de-arana-nanduti.html

5) El increíble Perú vs. Austria en las Olimpíadas de Berlín http://banderasargentinas.blogspot.com/2018/07/el-increible-peru-vs.html

M.C.B.

domingo, 25 de julio de 2021

Notas al Ceremonial olímpico – Tokio 2021

Abanderadas y abanderados

 Ingreso de la bandera olímpica en Tokio - 2020
Pareto ("la Peque") es la de menor talla

Por Miguel Carrillo Bascary 

La bandera olímpica izada en la ceremonia de inauguración de los Juegos de Tokio ingresó al estadio portada por un deportista de cada continente que por distintas razones se habían destacado por su participación en la lucha contra la pandemia. América estuvo representada por la medallista de oro y hoy graduada como médica, la argentina Paula Pareto (Judo); Asia por Kento Momota (Japón, Bádminton); África por Mehdi Essadiq (Marruecos, Triatlón); Europa por Paola Ogechi Egonu (Italia, Vóley); Oceanía por Elena Galiabovitch (Australia, Tiro) y por el conjunto de atletas refugiados, Cyrille Fagat Tchatchet II (originario de Camerún, Halterofilia). Como medallista oro en “Río - 2016”, Pareto había portado la bandera argentina en la ceremonia de cierre de Río de Janeiro, hacer ya cinco años. 

Desde los primeros “Juegos Olímpicos” de la era moderna las ceremonias de apertura y de cierre incluyeron el desfile de los abanderados de cada delegación. Los portadores son seleccionados de entre los deportistas más destacados de cada país, por lo que la función constituye un timbre de honor y reconocimiento al merecedor.

La ceremonia en Amberes (Bélgica), en 1920

El paso de los abanderados, con las coloridas divisas siempre fue un emotivo momento que mantiene el interés en los espectadores aún en la actualidad cuando el paso de las más de doscientas representaciones generen cierto tedio en el público. Conscientes de este factor negativo el “Comité Olímpico Internacional” introdujo como novedad que los abanderados pudieran presentarse con el traje típico de su nación. Así, la aparición del abanderado de Tonga, el taekwondista y esquiador de fondo, Pita Taufatofua, calzando la tradicional ta’vala (estera tongana) y luciendo su torso desnudo, cubierto de aceite de coco, causó una verdadera sensación en “Río - 2016”.

Usualmente las presentaciones en la apertura eran muy formales, el abanderado desfilaba ceremoniosamente seguido por los componentes de su delegación en cuidadas filas que marchaban acompasadamente. Por contraste en la clausura, acorde al clima de distensión imperante era mucho más distendido, desde el abanderado hasta el último de los integrantes pasaban en alegre turbamulta.  Con el cambio de paradigmas sociales la formalidad hoy prácticamente ha desaparecido.

Desfile de la delegación de España, en Amberes, 1920

Para “Tokio 2020 (2021)” el C.O.I. sugirió presentar dos abanderados, una mujer y un hombre, como forma de reconocer el protagonismo universal de la mujer en el mundo del deporte. En “Río – 2016”, las abanderadas femeninas habían sido el 38% del total, cifra que se consideró exigua. En la presente edición la mayoría de los comités olímpicos nacionales adhirieron a esta política inclusiva.

Fueron 205 delegaciones las que participaron en el desfile original, a las que se sumó el conglomerado de deportistas refugiados y apátridas que lo hicieron precedidos por la bandera del movimiento olímpico. Una lacerante realidad visibilizada por este medio.


El equipo olímpico de refugiados

Las delegaciones que no hicieron uso de esta posibilidad y presentaron solo un abanderado varón, fueron: Bermuda, Djibuti, Surinam, Tayikistán, Vanuatu, Bangla Desh, Brunei, Omán, Emiratos Árabes, Etiopía, Malí y Libia; aunque debe aclarar que Surinam lo hizo por solo llevar deportistas varones, al igual que Vanuatu y los Emiratos.

En otros casos inconvenientes con los vuelos y otras circunstancias de hecho impidieron que llegaran a tiempo varios de los abanderados designados. Fue el caso de: Camboya, Islas Comores, Indonesia, Eritrea, Santo Tomé y Príncipe, Sierra Leona, Mauricio, Gabón y la Rep. Democrática del Congo. 

Respondiendo a la solicitud del C.O.I. otros países de fuerte cultura islámica incluyeron a una mujer y a un hombre como sus abanderados, Qatar y Arabia Saudita, por ejemplo. 

La delegación qatarí

En contraste, hubo naciones donde una mujer fue única portadora de su bandera, pese a que en la nómina distribuida se había hecho constar que sería una pareja de ambos sexos: Somalia, Angola, Camerún, Gambia, Guinea-Bissau, Congo, Islas Vírgenes Británicas, Nicaragua y Togo.

Abanderadas de Somalia y de Angola  

También fue el caso de Grecia, país que por tradición abre el desfile inaugural.

La bandera griega en desfile

Aunque de hecho, la nómina oficial de abanderados hizo saber que en algunas naciones se dispuso que solo una mujer llevara la bandera una mujer: Samoa (la única deportista de la delegación), San Vicente y las Granadinas, Trinidad-Tobago y Congo. 

Se computó también las presencias simbólicas de Guinea y de Tanzania que, en razón de la pandemia que afecta al mundo, no presentaron deportistas. Sus banderas fueron llevadas por sendos voluntarios locales.

Tanzania, una presencia virtual

En el desarrollo de la ceremonia se vio que algunos abanderados mantuvieron permanentemente asida el asta de su enseña nacional, mientras que otros, la portaron alternativamente; así lo vemos en las siguientes fotografías.

Costa Rica

 Cuba

Vanuatu presentó un solo abanderado, ya que no llevó deportistas mujeres, quien desfiló a pecho descubierto y con una colorida falda de fibras vegetales, se trató de Riilio Rii, remero de la especialidad Skiff, de 27 años.

El abanderado de Vanuatu

En la delegación tongana desfiló el carismático Pita, acompañando a Malla Paseka, competidora de Taekwondo, vestida también con un traje típico.

La pareja de abanderados de Tonga

Fue particular la imagen de compañerismo que proyectaron los portadores de Argentina, que desfilaron abrazados buena parte del trayecto, Cecilia Carranza Saroli y Santiago Lange, medalla dorada en Vela (clase Nacra 17) en “Río – 2016”.  En mi parecer, la dupla más simpática de todas las que pasaron, y lo digo no por ser argentino.


Cecilia y Santiago, con la bandera de Argentina

Fue muy expresiva la imagen de integración que expresó la pareja de abanderados de Uruguay.

Los abanderados de la R. O. del Uruguay

Otro caso curioso resultó el de República Dominicana, donde los dos abanderados fueron hombres, aunque en la nómina oficial, que se difundió previamente se informó que serían una mujer y un varón.

Los dos abanderados dominicanos

Lo mismo se vio en la delegación de Ecuador, pese a que la mayoría de los deportistas que inscribió fueron mujeres (30 y 18 hombres).

Los dos ecuatorianos

Es conocido el cuestionamiento de la Rep. Popular China R.P. que impuso como condición de reingreso a las competencias internacionales que la Rep. Nacionalista China (Taipéi/Taiwán) no usara su nombre ni tampoco su bandera, pretensión que conmovió los cimientos del movimiento. Finalmente, este capricho político resultante de las tensiones de la Guerra Fría, hizo que en 1981 el C.O.I. capitulara mediante la “Resolución de Nagoya” que implicó la incorporación de la R. P. China al olimpismo, pero hizo que las delegaciones chino-nacionalistas debieran usar el nombre de “China Taipei” y que se identificaran en los eventos olímpicos con una bandera particular que se denomina “de la flor de ciruelo” (meihua), su emblema nacional. La resolución alcanzó vigencia desde los Juegos de Invierno de “Sarajevo – 1984”.

"Bandera de la mehiua" (flor del ciruelo)

Los deportistas rusos se presentaron bajo la bandera del “Comité Olímpico Ruso” (R.O.C., sus siglas en inglés) a consecuencia de la sanción que experimenta su país por los dopajes sistemáticos constatados en “Soche – 2014”, que se extenderá todavía dos años más.

Delegación de Rusia, privada de su bandera nacional

No dejó de sorprender la abanderada de Siria, Hend Zaza (Tenis de mesa), junto con Ahmad Saber Hamcho, que compite en Equitación. Ella es la más joven representante olímpica ya que cuenta con solo 12 años, pero a juzgar por sus resultados deportivos el reconocimiento está plenamente justificado.

La jovencísima Hend Zaza y su compañero